Un nuevo CIE en Algeciras prolonga la política "deshumanizadora" contra migrantes

La próxima apertura de un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) en Algeciras con 507 plazas prolonga la política "deshumanizadora", según denuncian las ONG, al respecto de las migraciones que siguen España y sus socios europeos. La obra, cuando se culmine habrá costado más de 26 millones de euros, según recoge un informe del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM).

Las ONG abogan por el cierre completo de los CIE, unos centros que funcionan como "cárceles para migrantes" —en España seis estuvieron en marcha el año pasado y alojaron a 2.085 personas—. "A pesar de que el internamiento de migrantes en los CIE se ha reducido en más de un 80% durante la última década, el Gobierno español ha destinado millones de euros a un nuevo centro en Algeciras que mantiene una marcada impronta carcelaria", lamenta la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, en su último trabajo.

"Sería el mayor de España y solo funciona como propaganda y con un sentido intimidatorio", asegura a Público Jesús Mancilla, de Algeciras Acoge. "Tamaña fiebre inversora en plazas de internamiento solo se explicaría por cosmética política hacia las instituciones de la UE y hacia otros Estados", se lee en el último trabajo del SJM.

Además, más allá de las cuestiones relacionadas con los derechos humanos, las ONG han detectado que la inversión es completamente innecesaria y, por tanto, está fuera de lugar.

"A nosotros —abunda el representante de Algeciras Acoge— lo que nos llama la atención es que el CIE actual tiene una capacidad de 60 personas y la media de internamiento es de 20 personas, ¿Como te metes en un CIE con 500 plazas? Es desproporcionado. No tienen sentido unas instalaciones de ese calibre, un megacie".

El tiempo máximo de estancia en un CIE es de dos meses. Según los datos de Interior, en el primer semestre de 2023, ingresaron en el centro hoy en funcionamiento en Algeciras, que se cerrará, en principio, cuando abra el nuevo, 139 personas, la mayoría de ellas —88— simplemente por estancia irregular en España.

La idea del nuevo CIE la impulsó el hoy eurodiputado Juan Ignacio Zoido (PP), exministro de Interior de Mariano Rajoy (PP), en un momento histórico diferente. Y el actual ministro, Fernando Grande-Marlaska (PSOE), esta semana, anunció su próxima puesta en marcha: "Seguro que antes de fin de año será inaugurado".

"Ahora en la etapa actual, los mayores controles migratorios hacen que se cierre la entrada por el sur. La mayoría de llegadas son a Canarias. La situación es diferente", analiza Mancilla.

Una ciudad sin aeropuerto

De las cifras, Algeciras Acoge extrae el siguiente razonamiento: "Dos de cada tres expulsiones se ejecutan ahora sin necesidad de CIE —un 30% fueron desde estos centros en 2023, según el trabajo del SJM—, lo cual demuestra que el internamiento en el CIE es prescindible. Además, si la mayoría de las deportaciones son por avión, ¿cómo pones el CIE en una ciudad que no tiene aeropuerto? No tiene otro valor que el simbólico: decir que en la frontera sur existe este tipo de instalación como forma de represión ante la migración".

"Esos millones se podrían haber destinado a necesidades de la comarca del Campo de Gibraltar, que está abandonada desde siempre. Esa inversión no va a cumplir con el objetivo que dicen que va a tener: es tirar el dinero y es totalmente ilógico", abunda Mancilla.

El nuevo CIE ampliará además, según lamenta Algeciras Acoge, las plazas a familias, mujeres e, incluso, personas con discapacidad —en el actual solo hay hombres—. "Eso es una barbaridad. No hay necesidad. Abogamos porque se utilicen otras alternativas [para atender a estas personas]".

El SJM ve el esquivo objetivo del cierre de los CIE aún lejano: "El presente y el futuro próximo no llevan en esa dirección", se lee en el último informe de la ONG sobre estos centros.

Sin embargo, las ONG no pierden la esperanza: "El Nuevo Pacto Europeo sobre Migraciones y Asilo y la batería de reformas de reglamentos comunitarios que el pacto conlleva —reflexiona el SJM— obligan a un ejercicio de realismo, sí, pero también exigen despertar la conciencia ciudadana, un rearme social frente al uso indiscriminado, extensivo y preventivo del internamiento, de la expulsión, del rechazo en frontera, de la prohibición de entrada, del asilo simplificado y desnaturalizado... Los CIE son un eslabón en la cadena [… y] forman parte de una política deshumanizadora, de una estrategia de más altos vuelos contra las personas migrantes".