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La UE pacta retrasar y rebajar la norma que fija los criterios de contaminación de los coches

Los ministros de Industria han diluido la propuesta de la Comisión Europea, que pedía que la normativa entrase en vigor en 2025. Con este acuerdo la legislación se retrasaría a 2027 y habría rebajas importantes sobre los límites de contaminación de los vehículos pesados. 

Imagen de una carretera de Alemania congestionada por el tráfico. (Reuters/Wolfgang Rattay)
Imagen de una carretera de Alemania congestionada por el tráfico. (Reuters/Wolfgang Rattay).

Los países de la Unión Europea han acordado retrasar la entrada en vigor de la normativa de emisiones de vehículos Euro 7 de 2025 a 2027. Además, el acuerdo conlleva una rebaja de las exigencias para los vehículos pesados.

El enfoque común aprobado por mayoría cualificada en un consejo de ministros europeos de Competitividad celebrado este lunes en Bruselas introduce además nuevos límites de partículas para frenos y neumáticos en la evolución de una normativa comunitaria estrenada en 1992 para mitigar las emisiones de CO2 de los vehículos y la liberación de partículas contaminantes.

La propuesta de la Comisión Europea era algo más ambiciosa en los criterios de rebaja de emisiones, además de la propia fecha en la que la normativa entraría en vigor. Ocho países han sido determinantes para diluir el plan de Von der Leyen: Francia, Italia, República Checa, Hungría, Polonia, Rumanía y Eslovaquia. 

Este bloque de países ha argumentado lo mismo que el lobby del automóvil –la Asociación de Fabricantes Automovilísticos Europeos (ACEA)– y ha defendido que las nuevas medidas propuestas por la Comisión añadirían costes muy elevados para la industria. 

El ministro de Industria, Comercio y Turismo de España, Héctor Gómez, ha asegurado que el acuerdo alcanzado por los países brilla por tener un "compromiso cuidadosamente equilibrado" entre el medio ambiente, la salud pública y los intereses de la industria del automóvil.

Algunos países, como la República Checa, han respaldado el nuevo texto bajo la premisa de buscar una "transición gradual". Polonia, uno de los países más lastrados en el despliegue del vehículo eléctrico y el despliegue de energías renovables", ha dicho que este acuerdo es "más realista".

También Francia y Alemania han secundado el acuerdo. Los germanos han reivindicado la necesidad de apostar por combustibles sintéticos, un tipo de carburantes muy criticado por los colectivos ecologistas por sus impactos ambientales en el proceso de fabricación y por las escasas evidencias sobre su capacidad de reducir las emisiones.

Se mantienen los criterios del Euro 6

Con el acuerdo, salvo cambios concretos, se mantienen las condiciones de prueba y los límites de emisiones vigentes en la normativa Euro 6, aprobada tras el escándalo del dieselgate. Además, los escasos cambios planteados no entrarán en vigor hasta 2027, lo que pondría a Europa en una situación complicada de cara a cumplir sus propios objetivos para avanzar hacia la sostenibilidad ecológica del sector transporte. 

Dinamarca ha criticado duramente el texto y ha recordado que "el tráfico contribuye significativamente a la contaminación del aire, que entraña cerca de 300.000 muertes prematuras al año en Europa. También Luxemburgo ha lamentado el pacto de este lunes y ha dejado claro que, bajo su óptica, la propuesta inicial de la Comisión Europea era mucho más "ambiciosa".

Los colectivos ecologistas han criticado la posición retardista de los ministros de Industria de Europa y han asegurado que este pacto "mata" los principios ambientales de la norma Euro 7. Para ellos, si este texto es ratificado finalmente por el Parlamento Europeo, será "un desastre para la contaminación de las ciudades". 

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