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Villarejo La Fiscalía pide cuatro años de prisión a Villarejo por grabar la reunión policial sobre el pequeño Nicolás

El Ministerio Público atribuye al excomisario un delito de descubrimiento y revelación de secretos y pide a su vez tres años de cárcel para su mujer, Gema Isabel Alcalá Garcés, y para el periodista Carlos Mier, autor de la grabación. 

El excomisario Villarejo durante la entrevista en 'Salvados'.

efe

La Fiscalía de Madrid pide cuatro años de prisión para el excomisario José Villarejo por estar presuntamente detrás de la grabación y la posterior filtración de la reunión que en 2014 mantuvieron agentes de Asuntos Internos de la Policía y del CNI sobre Francisco Javier Gómez Iglesias, el pequeño Nicolás.

El fiscal le atribuye un delito de descubrimiento y revelación de secretos en el primer escrito de acusación que se dirige contra Villarejo -en prisión por orden de la Audiencia Nacional- en una de las causas en las que está involucrado, que ha instruido un juzgado de Madrid y que fue archivada para el propio Gómez Iglesias.

También solicita tres años de cárcel para su mujer, Gema Isabel Alcalá, y para el periodista Carlos Mier -que trabajaba en el medio digital que dirigía ésta y quien presuntamente fue el autor de la grabación- al considerarles cooperadores necesarios de Villarejo.

Los hechos se remontan a 2014. A finales de septiembre, Asuntos Internos comenzó a investigar al pequeño Nicolás tras recibir varias informaciones que indicaban que éste simulaba ser enlace entre Vicepresidencia del Gobierno y Casa Real, y agente del CNI, según informa la Fiscalía en un comunicado. Gómez Iglesias fue detenido el 14 de octubre de 2014 y un día después el diario digital Información Sensible, que dirigía la mujer de Villarejo, publicó varios artículos firmados por Mier con informaciones "de las que, en ese momento, únicamente tenían conocimiento" Asuntos Internos y la Policía.

El 20 de octubre se celebró una reunión en el despacho del exjefe de Asuntos Internos Marcelino Martín Blas con dos inspectores y dos espías del CNI, a quienes iban a informar de las últimas investigaciones sobre Gómez Iglesias. Según la Fiscalía, Villarejo conocía esa convocatoria "y planeó grabar la conversación (..) con el propósito de difundirla posteriormente (...) y lograr así obstaculizar, entorpecer o bloquear la investigación".

Su mujer, dice el fiscal, ordenó al periodista que grabara parte de la conversación y éste hizo una llamada de 13 minutos a Martín Blas y activó "algún tipo de aplicación informática o software que permitió captar el sonido ambiente sin que pudiera ser advertido" por el comisario, que siempre negó que hubiera recibido dicha llamada.

"Parte de la conversación que estaban manteniendo los funcionarios de la Policía y los agentes del CNI -añade la Fiscalía- se transmitió mediante esa llamada por el canal telefónico". "El teléfono no se ha movido de la calle Maudes" o "es decirle a nuestro magistrado, a nuestro juez, que ampliamos, que sigue haciendo lo mismo, a pesar de haber pasado por la cárcel y todo el tema" son algunas de las frases que los investigadores han extraído de dicha grabación.

Tras la reunión, el periodista siguió publicando informaciones en las que afirmaba que "fue el CNI quien encargó" a Asuntos Internos "judicializar las pesquisas" sobre el pequeño Nicolás. Villarejo, su mujer y el periodista son los únicos procesados que se sentarán en el banquillo por estos hechos toda vez que Gómez Iglesias fue eximido de responsabilidad penal.

Para investigar estos hechos, el anterior titular del juzgado Arturo Zamarriego creó una comisión judicial con Martin Blas, si bien la magistrada que le sustituyó dio un vuelco a la investigación y apartó a los policías que la habían llevado a cabo. Desde su creación, varias partes del procedimiento pusieron en entredicho el papel de la comisión judicial a la que acusaron de convertir el caso en una "guerra policial".

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