Este artículo se publicó hace 3 años.
La violencia machista le cuesta a España 30.000 millones de euros anuales según un estudio de la UE
El informe del Instituto Europeo para la Igualdad de Género analiza, entre otros, los costes sanitarios, laborales, judiciales o de los servicios sociales; y recomienda a los países destinar más recursos a los sistemas de prevención y mitigación de los daños producidos por los distintos tipos de violencia contra las mujeres
Marisa Kohan
Madrid-Actualizado a
La violencia contra las mujeres tienen un coste humano imposible de medir. La pérdida de la autoestima, de la salud, del trabajo, de los hijos e incluso de la vida suponen costes difícilmente cuantificables. Sin embargo hay otros gastos que los expertos sí son capaces de analizar: el coste de las horas de trabajo perdidas, de los procesos judiciales, el tiempo invertido en atender y tratar a las víctimas en los sistemas de salud, en las consultas de psicólogos, en los análisis forenses... Todo esto tiene un precio, que paga el conjunto de la sociedad.
Según un informe que acaba de presentar el Instituto Europeo para la Igualdad de Género (EIGE), la violencia machista, que es la que se ejerce contra las mujeres por el hecho de serlo, le cuesta anualmente a nuestro país algo más de 30.000 millones de euros (30.521.663.893). De esa cifra, más de la mitad (15.975 millones de euros) corresponde a los costes derivados de la violencia de género (es decir, la que ejercen las parejas o exparejas de una mujer sobre ellas o sobre sus hijos e hijas).
En el conjunto de la Unión Europea el gasto vinculado a la violencia machista se dispararía hasta los 289.000 millones de euros, de los cuales la violencia en el ámbito de las relaciones afectivas supone algo más de la mitad (152.000 millones). El informe de la agencia europea EIGE, titulado El coste de la violencia de género en la Unión Europea, analiza los datos de los 27 países de Unión.
Según el estudio, un incremento en la pequeña cantidad que actualmente se invierte en la prevención y mitigación de los daños causados por estas violencias podría traer consigo una sensible disminución del gasto económico y sobre todo del impacto humano de dicha violencia. "La vida, el dolor y el sufrimiento humanos no tienen precio. Sin embargo, conocer el coste de la violencia puede ayudar a los países de la UE a canalizar el dinero hacia donde realmente se necesita y donde es más rentable", afirma el Carlien Scheele, directora de EIGE. Y advierte de que los datos demuestran que los países de la UE "deberían invertir más en actividades que prevengan la violencia contra las mujeres y protejan a las víctimas; esto es tanto un imperativo moral como una economía inteligente". Es decir, que habría que destinar más recursos a campañas de prevención y servicios especializados.
Debido a la ausencia de datos completos y comparables en los distintos países de la UE, la EIGE ha desarrollado en los últimos años una metodología específica para elaborar este estudio, cuya primera edición se publicó en 2014. El Instituto ha analizado los datos del coste de la violencia de género en Reino Unido y ha extrapolado los resultados a los distintos estados miembro, ajustando los costes totales de la violencia de género a la población de cada uno de ellos. La EIGE recuerda en el informe que para garantizar un cálculo preciso del coste de la violencia de género, los países de la UE necesitan recopilar datos detallados sobre diferentes formas de violencia de género, que es "una obligación en virtud del Convenio de Estambul que todos los países de la UE han firmado y 21 han ratificado".
Coste de empleo, sanidad o justicia
Para llevar a cabo los cálculos sobre los costes de la violencia, el estudio tiene en cuenta los gastos y pérdidas económicas que supone la pérdida de productividad laboral de las víctimas, así como las faltas laborales debidas a la violencia. La violencia, además, supone un gran gasto para los sistemas sanitarios, el sistema de justicia penal y civil, en los sistemas de protección y alojamiento de mujeres y niños, así como en la inversión en servicios especializados especialistas para la prevención y la mitigación de las violencias machistas.
La investigación de la EIGE desglosa, además, los diferentes costes de la violencia de género, y resalta que el principal de ellos es el proviene del impacto físico y emocional que la violencia machista tiene en la víctimas (56%), seguido de los servicios de justicia penal (21%) y la pérdida de producción económica (14%).
Para Miguel Lorente, médico forense y ex delegado del Gobierno para la violencia de género, el informe es muy útil. "Lo importante es que se entienda que la violencia machista y la violencia de género no solo cuestan vidas, felicidad y genera sufrimiento, sino que, además, tiene altos costes económicos para los países. Y es importante entender esto en un contexto como el actual, en el que los discursos de la derecha y la ultraderecha habla de chiringuitos y de que no hay dinero, porque se despilfarra en las mujeres y en los inmigrantes. Es importante que la gente entienda que esta violencia no sale gratis y que nos empobrece moral y económicamente. Que la gente sea consciente de que nos gastamos en mantener a maltratadores millones de euros cada día, un dinero suficiente o superior al necesario para erradicar la violencia machista".
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