Más allá de su capital provincial, catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, Ávila cuenta con localidades repletas de encanto a las que vale la pena acercarse para pasear, descubrir vestigios del pasado, gozar del entorno tranquilo y apacible de sus villas y realizar alguna ruta por la zona.
Para que no se te escapen estos destinos tan próximos, recopilamos algunos de los pueblos más bonitos de Ávila. Acércate a descubrir estos lugares con encanto en la comunidad de Castilla y León.
El Barco de Ávila
En el entorno de la Sierra de Gredos, se localiza uno de los pueblos más bonitos de la provincia: El Barco de Ávila, así que no es de extrañar que también sea uno de los más conocidos. Para recorrer esta localidad y que no se te escape ningún punto de interés es posible realizar varias rutas urbanas.
Entre estos recorridos, hay uno accesible para todos los públicos, con 3 kilómetros y medio de longitud. Esta ruta turística autoguiada pasa junto a puntos de interés tan relevantes como la muralla de la villa, el castillo de Valdecorneja, la Plaza Mayor, la ermita de San Pedro, la iglesia parroquial y la Puerta del Ahorcado, entre otros.
Puedes seguir este itinerario tanto a pie como en bicicleta. Si prefieres pedalear, recuerda que en la Oficina de Turismo, ubicada al inicio, se alquilan bicis eléctricas y en ella te informarán sobre las rutas que puedes hacer.
Arévalo
Al norte de la provincia de Ávila se localiza Arévalo, uno de sus pueblos más bellos, por el que cruza el Camino de Santiago. Se trata de una villa medieval catalogada como Conjunto Histórico-Artístico, además de estar considerada como Bien de Interés Cultural. Entre su patrimonio arquitectónico destacan numerosas muestras de arquitectura mudéjar. Resultan parada obligada el castillo de Arévalo, del siglo XV, la Casa del Concejo, la ermita de la Lugareja, la iglesia de Santa María y el Museo de Historia, en la Casa de los Sexmos.
La gastronomía es otro de los puntos fuertes de la villa. Prueba aquí su famoso cochinillo asado y dulces como las sabrosas tortas de veedor.
Piedrahita
Si te acercas hasta el Valle del Corneja tienes que visitar Piedrahita. Este pueblo, que alberga un hermoso centro monumental, también está catalogado como Conjunto Histórico–Artístico. Su bonita Plaza Mayor, la iglesia de Santa María, el convento de las Carmelistas Descalzas y el Palacio de los Duques de Alba constituyen algunos de sus rincones más emblemáticos.
Piedrahita también cuenta con un entorno perfecto para el turismo activo. En la zona puedes practicar parapente, realizar rutas a caballo y actividades micológicas, entre otras opciones. En cuanto a la gastronomía, si eres goloso, no dejes de probar los buñuelos y los turrillos.
Bonilla de la Sierra
Entre las bonitas villas medievales de Ávila, también en el Valle del Corneja, no podemos olvidar Bonilla de la Sierra. Recorriendo su Conjunto Histórico-Artístico, te parecerá que el tiempo se ha detenido. Llama la atención su castillo y la gótica iglesia colegiata de San Martín de Tours, así como el Pozo de Santa Bárbara y la Plaza Mayor.
Además, cerca del centro del pueblo, puedes contemplar un interesante altar rupestre, situado en la zona denominada El Mortero, catalogado como Bien de Interés Cultural.
Guisando
La Sierra de Gredos esconde otro de esos pueblos de esta provincia de Castilla y León que no puedes perderte. Nos referimos a Guisando, en el que destaca la arquitectura tradicional del Valle del Tiétar, y cuyo entorno es especialmente hermoso. Esta villa, ubicada dentro del Parque Regional de la Sierra de Gredos, fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1974.
Te sorprenderá la belleza de sus plazas irregulares y sus casas típicas, y poder adentrarte en uno de los parajes naturales más especiales del país. Acércate hasta la Casa del Parque El Risquillo y recorre la senda para admirar el centenario Nogal del Barranco.
Candeleda
Para finalizar este recorrido por algunos de los pueblos más bonitos de Ávila, nos detenemos en Candeleda, otra villa de origen medieval, con sus características casas entramadas y edificios tan destacados como la Casa de la Judería, la ermita de San Blas o la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Además, el pueblo alberga dos interesantes museos: el Museo del Juguete de Hojalata, con sus balcones repletos de flores, y el Museo Etnográfico.
En el entorno puedes elegir entre varios senderos homologados para conocer sus parajes naturales.
