Animales que curan: en qué consisten las intervenciones asistidas y cómo funcionan
Los animales son nuestros mejores amigos, pero además son capaces de mucho más.

Zaragoza-
Los animales son criaturas fascinantes cuyo potencial en muchas ocasiones ignoramos por completo. No solo son unos compañeros leales o los mejores amigos que podemos tener, sino que en su interacción con los humanos algunos son capaces de ayudarnos mucho más de lo que cabría imaginar. No solo como fuerza de trabajo, el papel que inicialmente les teníamos reservado. También desde un punto de vista emocional, social o incluso psicomotriz.
Qué son las intervenciones asistidas con animales
Las intervenciones asistidas con animales (IAA) son un conjunto de prácticas en las que se incorporan a uno o varios animales que sirven de apoyo y refuerzo en procesos terapéuticos, educativos o de acompañamiento. Su objetivo es mejorar el bienestar físico, emocional, cognitivo o social de las personas gracias a la interacción con los animales, generalmente perros, aunque también se suelen utilizar otras especies como caballos, gatos, animales de granja o aves.
Las IAA se suelen dividir en tres grandes categorías: terapia asistida con animales, educación asistida con animales y actividades asistidas con animales. Cada una posee unos mecanismos y objetivos concretos, que las hacen más indicadas para unas u otras personas en función de sus necesidades. Eso sí, todas ellas están coordinadas por un equipo multidisciplinar y son controladas. Es decir, las IAA son actividades reguladas y pautadas, que van más allá de la función acompañadora que posee una mascota.
En qué consiste la terapia asistida con animales
La terapia asistida con animales es, como su propio nombre indica, un tipo de terapia. Es decir, un proceso planificado de intervención realizado por un profesional capacitado, cuyo objetivo es mejorar la salud, el bienestar o el funcionamiento de una persona mediante técnicas, métodos o la realización de actividades. Solo que en este caso específico, parte de esas técnicas involucran la interacción con un animal entrenado para ello.
De esta manera, las sesiones incorporan actividades pensadas para alcanzar las metas propuestas por el personal médico. Es decir, el profesional diseña y supervisa todo el proceso, mientras que el paciente realiza las actividades junto al animal. Algunas de las actividades más habituales suelen ser acariciar al animal, pasear junto a él, ofrecerle cuidados o hacer diferentes juegos.
Cada una de estas acciones puede poseen fines diferentes. Por ejemplo, acariciar a un animal sirve para calmar los ánimos o para generar un vínculo de confianza. Por su parte, el pasear con él ayuda a mejorar la coordinación o el equilibrio. Los juegos permiten trabajar la comunicación o la autoestima, por su parte el cuidar de un animal es una forma de reforzar la empatía y el sentido de la responsabilidad. Evidentemente, durante todos estos ejercicios se debe garantizar el bienestar del animal y minimizar los riesgos de que algo pueda salir mal.
En qué consiste la educación asistida con animales
Por su parte, la educación asistida con animales es una modalidad que incorpora la presencia de uno o varios animales para mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje. Se diferencia de la terapia en que consiste en una estrategia pedagógica que complementa la acción del personal docente y profesionales de la educación. Con la presencia de un animal se espera no solo motivar al alumnado, sino también favorecer la participación o desarrollar las habilidades sociales básicas para navegar la vida en comunidad.
Las actividades que se pueden proponer son muchas y variadas. Por ejemplo, el leer en público acompañado del animal puede reducir el estrés que esta actividad suele generar entre el alumnado. La educación asistida con animales suele emplearse tanto en las escuelas primarias como en las de educación especial, ya que está comprobado que reducen la tensión dentro del aula y favorece la interacción entre alumnos.
Qué son las actividades asistidas con animales
Finalmente, las actividades asistidas con animales se diferencian de las anteriores en que no poseen una finalidad terapéutica o educativa, sino que simplemente buscan generar momentos positivos y, por ende, reducir el estrés y elevar el estado de ánimo. Es por ello que estas actividades, si bien deben estar dirigidas por personal capacitado, no necesariamente han de ser terapeutas o personal docente. Normalmente son realizadas por personal de centros animales o profesionales del ámbito social.
Las actividades suelen tener cierta estructura, si bien esta puede ser más libre o menos encorsetada pues el fin mismo siempre es interactuar con el animal. Aunque pueden ir dirigidas a cualquier persona, se suelen utilizar con personas mayores, niños, personas discapacitadas, hospitalizadas o en riesgo de exclusión social. En líneas generales, todas aquellas personas que puedan padecer de soledad no deseada, ansiedad o estrés.

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