Más de cien rebeldes yemeníes murieron y otros 280 resultaron heridos cuando el Ejército repelió una incursión insurgente ayer en la provincia norteña de Saada, informaron fuentes militares.

Según las fuentes, citadas por la agencia oficial de noticias Saba , se trató de un ataque 'suicida' de rebeldes 'hutíes' en Saada, donde se encuentra el principal bastión insurgente.

Las fuentes militares no informaron de bajas propias y los datos oficiales no han podido ser confirmados independientemente y tampoco lo han hecho los insurgentes.

Las fuentes militares sin identificar citadas por Saba dijeron que el ataque se produjo cuando los rebeldes intentaron infiltrarse en campamentos del Ejército y puestos de seguridad en la provincia, pero su acción fue repelida por las fuerzas del Gobierno.

El Ejército yemení lanzó el pasado 11 de agosto una fuerte ofensiva contra combatientes rebeldes 'hutíes' de una secta chií en el norte del país, donde ha habido combates esporádicos desde 2004 pero que se han agudizado en las últimas semanas.

El Gobierno yemení calcula que en estos últimos combates han perecido centenares de insurgentes, dato que tampoco ha sido confirmado por fuentes rebeldes.

Los rebeldes 'hutíes' son seguidores de la secta chií zaydí, única en el Yemen, y a la que pertenece un tercio de la población del país, incluido el presidente yemení, Ali Abdalá Saleh.

Aunque los rencores en el norte del país datan de comienzos de los noventa, la lucha estalló con el alzamiento de Husein al Huti, padre del líder actual (Abdel Malek al Huti) y quien murió en septiembre de 2004 durante el primer brote rebelde.

Además de este brote insurgente, Yemen, el país más pobre de la península arábiga, se enfrenta a otra rebelión secesionista en el sur del país y con frecuencia es escenario de ataques de Al Qaeda.