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Dos atentados en sendas mezquitas de Bagdad causan 13 muertos

Reuters

Dos suicidas con bombas atacaron el jueves sendas mezquitas chiíes de Bagdad mientras los fieles celebraban el fin del mes de Ramadán, causando la muerte a 13 personas y heridas a otras 49, según un portavoz del Gobierno iraquí.

En uno de los ataques, un coche explotó y mató a siete personas e hirió a 23 más en el distrito de Zafaraniya, según el portavoz de los cuerpos de seguridad de Bagdad, el general Qasim Musawi.

En el segundo atentado, un adolescente se suicidó haciéndose estallar en una mezquita del barrio de Nueva Bagdad, matando a seis personas y provocando heridas a otras 26 en el distrito de Nueva Bagdad, agregó.

Ambos atentados ocurrieron en zonas predominantemente chiíes, en el este de la capital iraquí. La cifra de muertos podría aumentar, según la policía.

Es la segunda oleada importante de atentados en Bagdad en los últimos días, aparentemente relacionadas con la fiesta de Eid al Fitr, que marca el final del Ramadán y es una de las principales celebraciones del año islámico, cuando la gente acude a las mezquitas y celebra fiestas familiares.

El domingo por la tarde, cuatro bombas causaron la muerte de al menos 32 personas en Bagdad, muchos comprando regalos en el abarrotado distrito comercial de Karrada.

La explosión de Zafaraniya ocurrió cuando el suicida estrelló su Mercedes contra un coche de la policía iraquí que vigilaba una zona muy protegida en torno a la mezquita, explicó Musawi.

En cuanto al atentado de Nueva Bagdad, un barrio chií pobre lleno de grandes bloques de apartamentos, los testigos describieron al suicida como a un chico de unos 14 años que se metió entre la multitud y se hizo explotar, de acuerdo al portavoz.

Para la mayoría de los chiíes iraquíes, el jueves es la principal celebración del festivo. Los suníes ya empezaron a celebrarlo a principios de semana. El Gobierno ha declarado seis días de fiesta para cubrir a los dos grupos religiosos.

La violencia en Irak está en sus niveles más bajos de cuatro años y los extremistas ya no controlan el gran número de pueblos y ciudades como hacían hasta 2007, pero sigue habiendo células activas y capaces de cometer atentados.

/Por Peter Graff y Mohamed Abas/

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