La Guía Viva de España en Moto 2010, de la editorial Anaya Touring Club, está creada y diseñada por y para mototuristas. Su formato, sus mapas, sus indicaciones e informaciones, están especialmente pensadas para ellos. Su autor, Pedro Pardo, incansable trotamundos que nunca ha tenido coche, ha buscado las rutas más interesantes para disfrutar viajando en moto por toda la geografía española. Además este año se han añadido algunos tramos transfronterizos con Francia y Portugal que se proponen como extensiones naturales de las rutas.

Un total de 50 itinerarios descritos exhaustivamente que llegan a completar 10.000 kilómetros. De A Coruña a Muxía a lo largo de la Costa da Morte; de Villafranca del Bierzo a Santiago de Compostela; de Sagunto a Cuenca siguiendo los contrafuertes meridionales de la sierra de Javalambre; de Piedrahita a Ciudad Rodrigo, por Miranda de Castañar y La Alberca; un recorrido circular desde Zamora por Miranda do Douro, Bragança, Chaves, Verín y Puebla de Sanabria... Siempre rutas seleccionadas por un doble motivo: entornos de belleza paisajística y trazados divertidos para conducir.

Las rutas se describen por módulos de modo que se pueden elegir segmentos de carretera sin necesidad de seguir los itinerarios de principio a fin. Si se cuenta con poco tiempo se pueden elegir los tramos de carretera más interesantes o hacer las rutas 'al revés'.

La guía incluye el único mapa mototurístico de carreteras totalmente actualizado. Sobre un mapa de España a escala 1:800.000 se han marcado en color verde los tramos de carretera más interesantes de toda la red viaria española para quienes viajan en moto.

En la misma editorial y del mismo autor acaba de salir a la calle Los Caminos de Santiago en moto, una manera nueva de disfrutar de la ruta jacobea. Un medio de transporte tan versátil y experiencial como es la moto permite al moderno peregrino una percepción más enriquecedora del Camino. Son en total 3.487 km que recorre los caminos históricos a Santiago de Compostela y sus hitos más importantes.

Aunque la moto está vetada en los caminos históricos, donde resulta incompatible con la presencia de peatones y ciclistas, sí que permite recorrer gran parte del itinerario con una sensación de mayor cercanía que la que permite el coche.