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La eurozona se agrieta en su primera gran prueba

El Eurogrupo se reúne hoy para negociar, de nuevo, el rescate a Grecia // La lentitud en tomar la decisión ha puesto de manifiesto la falta de liderazgo político en la UE

DANIEL BASTEIRO

El daño ya está hecho. Según diplomáticos, académicos y analistas económicos, los países de la eurozona han llegado 'tarde' a su cita con Grecia, el primero de sus miembros en coquetear con la quiebra. Las crisis griega y su conato de contagio a Portugal y España han sido azuzadas por una Alemania más pendiente de las encuestas electorales que de la estabilidad de la zona del euro.

Las consecuencias se resumen en la amplificación del poder de los mercados (y sus especuladores) y en una creciente desconfianza entre los miembros de la unión monetaria, expertos en servirse del euro como trampolín en épocas de bonanza, pero incapaces de empuñarlo como escudo en las crisis. El rescate de Grecia será hoy de nuevo el leitmotiv de una enésima reunión del Eurogrupo que no tomará todavía la decisión final, a la espera de una cumbre de jefes de Gobierno.

La Unión Europea ha estado 'manoseando el balón pero sin definir', en palabras del comisario de Competencia, Joaquín Almunia. 'No estábamos suficientemente preparados', reconoció esta semana. Aun así, añadió, 'dos meses y medio' desde que los 27 prometieron por primera vez apoyo a Grecia 'es una eternidad para una situación como esta'.

Los diplomáticos culpan a Angela Merkel de su debilitamiento

'Lo que se ha hecho es perder mucho tiempo', lamenta en conversación con Público Pedro Solbes, ex ministro de Economía español y el comisario de Economía que pilotó la introducción del euro. 'No me preocupa que se tarde en tomar la decisión, sino que no se deje claro lo que se va a hacer y cómo, de tal forma que los mercados tengan una idea muy clara'. De hecho, los mercados han fagocitado cada una de las cuatro promesas por escrito que el Eurogrupo hizo a Grecia. Eran promesas, pero nunca hubo ninguna certeza, argumenta Solbes. La demora ha resultado, según los expertos, en una enorme voracidad de los especuladores, que ahora saben que intentar tumbar la economía de un país de la zona del euro es un negocio muy rentable.

La presidencia española de la UE y la Comisión Europea, en el centro de la gestión de la crisis, restan importancia al caos político. Sin embargo, una mayoría de grupos del Parlamento Europeo, institución observadora del proceso, los culpan por haber contribuido a agravar la crisis. 'El efecto contagio en España y Portugal podría haberse evitado si las instituciones hubiesen reaccionado inmediatamente', reflexiona Guy Verhofstadt, ex primer ministro belga y jefe de los liberales en Estrasburgo. 'Hemos perdido semanas, meses, y aquellos que aseguran defender la integridad y la estabilidad del euro están provocando el efecto contrario', asegura en referencia a los jefes de Gobierno.

Pedro Solbes: 'Lo que se ha hecho es perder mucho tiempo'

Ese debilitamiento de Europa tiene, para los diplomáticos de Bruselas, una única autora: Angela Merkel. 'Tuvimos que esperar hasta que consiguió explicarle a sus ciudadanos que el problema de Grecia era también un problema para toda la zona del euro, Alemania incluida', señalan a este periódico fuentes cercanas a la gestión de la crisis. Merkel afronta en la región de Renania unas elecciones cruciales que el próximo domingo podrían desestabilizar su coalición de Gobierno, y, por ello, 'ha dejado que la situación empeore hasta que el rescate pareciese inevitable'.

Casi nada en la UE puede hacerse sin Alemania, por lo que la zona del euro se confirmó con redactar durante dos meses y medio genéricas muestras de apoyo. 'Queríamos calmar a los mercados, pero no nos creyeron: ahora empiezan a hacerlo', indican las mismas fuentes.

Los expertos temen que las elecciones alemanas hayan supuesto todo un golpe de timón en Alemania y, por tanto, en la UE. 'Alemania cree que su modelo económico, basado en la exportación, no es sólo exitoso sino virtuoso', argumenta Paul de Grauwe, antiguo candidato belga a la vicepresidencia del BCE. De Grauwe reconoce que 'los países del sur a los que Alemania no quiere ayudar' han perdido competitividad en los últimos años. Grecia, además, ha gastado lo que no tenía para ocultarlo después a Bruselas. Pero mientras tanto, Alemania 'se ha beneficiado mucho gracias a las exportaciones' a los países que ahora más sufren la crisis. Es decir, para que Alemania pueda vender, necesita a otros que compren, aunque sea a costa de endeudarse.

La demora en el rescate alimenta la voracidad de los especuladores

¿Qué hacer ante el caos de la eurozona en su primera gran crisis? 'Instalar una gobernanza social y económica real', opina Verhofstadt, porque 'el tiempo en el que los Estados podían resolver por su cuenta los problemas se ha acabado'. Para Solbes, es preferible ir paso a paso y comenzar por 'reforzar el control de la deuda pública', factor que en Grecia ha hecho mutar una crisis que venía de fuera en una cuestión de supervivencia.

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