El ministro francés de Interior, Claude Guéant, aseguró hoy que "casi hay unanimidad" entre los países de la Unión Europea (UE) para restablecer los controles en las fronteras internas comunitarias en casos extraordinarios, como por ejemplo con la llegada masiva de inmigrantes indocumentados.

Guéant explicó en una rueda de prensa que el Consejo de Ministros europeos de Justicia e Interior, reunido hoy en Bruselas, ha visto con buenos ojos la creación de un sistema europeo de "guardias de fronteras", de un "servicio público comunitario suplementario" que garantice una "unidad de procedimiento" cuando se produzcan circunstancias excepcionales.

"Hay que mejorar todos los mecanismos", dijo, y se refirió en particular a crear "una instancia de dirección del espacio Schengen", que puede ser garantizada, apuntó, en reuniones específicas de los ministros europeos de Interior

"En casos excepcionales, de crisis sistemática grave, podría haber un restablecimiento de los controles en las fronteras interiores, pero en el marco de un mecanismo europeo", señaló.

Según el ministro francés, "la crisis que hemos conocido ha estado gestionada según el marco actual, y habría estado mejor gestionada si hubiera sido más precisa".

En referencia a Dinamarca, que ayer propuso el restablecimiento permanente de controles fronterizos terrestres, Guéant aseguró que este país ha "interpretado su posición" hoy ante el resto de estados miembros y ha explicado que se refería a controles aduaneros para combatir la criminalidad en particular.

"Es muy importante evitar que, frente a la crisis, haya decisiones de estado de manera individual. La gestión de un espacio que es común siga siendo una decisión colectiva", comentó.

Según el ministro, la Europa sin fronteras es un "logro considerable de la UE" y, la libre circulación, "una práctica que se vive de manera cotidiana".

Afirmó que todos los países europeos están de acuerdo en "reforzar" la agencia de fronteras exteriores europeas, Frontex, "sus medios, su capacidad de decidir y negociar".

Guéant aseguró que, en un principio, la posición de Francia sobre Schengen fue "malinterpretada", y garantizó que su país "quiere más Europa, no menos Europa".

Por ello, defendió que no se tomen decisiones arbitrarias y que logre un consenso a nivel comunitario sobre una gestión "fuerte" del espacio de libre circulación europeo.

A su juicio, "un nuevo texto" del Tratado de Schengen no es indispensable.

El ministro no pudo precisar qué fórmula jurídica tendrán las decisiones que se tomen para fortalecer la gestión del espacio Schengen y de Frontex, y auguró un papel "decisivo y decisorio" para la cumbre que los líderes europeos mantendrán en Bruselas el próximo 24 de junio, cuando tienen previsto abordar este asunto.