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La izquierda arrasa en los pueblos con fosas comunes

PSOE o IU ganaron en las locales de 2007 en el 81,5% de los municipios de Andalucía con enterramientos colectivos. Existe aún el 'voto de recuerdo'

ANGEL MUNÁRRIZ

La izquierda andaluza arrasa electoralmente en los lugares que más sufrieron la represión. Según el mapa de fosas de la Junta de Andalucía, hay enterramientos colectivos en 357 de los 770 municipios de la región. La hegemonía de las opciones de izquierdas en estos puntos en rojo es apabullante. En 176 de ellos, un 49,3%, ganó el PSOE por mayoría absoluta en las municipales de 2007, mientras en 72 se impuso por mayoría simple. IU ganó por mayoría absoluta en 22, y en 21 por mayoría simple. En total la izquierda se impuso en 291 de estos municipios, un 81,5%.

Este 81,5 supone 7,3 puntos más que en el total de Andalucía, donde los partidos de izquierdas ganaron en 572 de los 770 municipios, el 74,2%.

'En provincias como Córdoba, Sevilla o Huelva hubo represión en la mayoría de los pueblos. En buena parte de Andalucía la represión creó una cierta conciencia colectiva. Hay pueblos en los que todavía se nota', explica José María García Márquez, investigador pionero en la búsqueda de la verdad oculta en los pueblos de Sevilla desde apenas iniciada la Transición.

La fidelidad de voto a PSOE e IU decae con el paso de pueblo a ciudad 

¿Existe en Andalucía un voto de recuerdo? 'Existe, sobre todo en el campo, donde se mantiene un mayor rechazo a la derecha, por el recuerdo de la represión y el caciquismo. Pese a que ha fallado la transmisión, por culpa del miedo, hay una tendencia a votar las opciones de abuelos o padres', explica el periodista Francisco Vigueras, investigador de la represión en Granada. 'Es raro encontrar un familiar de una víctima [se estima que en Andalucía hubo 50.000] que sea de derechas', añade.

El mapa de fosas ofrece una perspectiva general de la represión, pero no exacta. Hay pueblos con cientos de vecinos asesinados que no tienen fosa, quizás porque fueron fusilados en el pueblo vecino. Pero, según coinciden los expertos, el mapa sí ha logrado un acercamiento general válido a la geografía del terror con esos 357 puntos en rojo: 71 en Huelva, 38 en Cádiz, 76 en Sevilla, 57 en Córdoba, 19 en Jaén, 51 en Málaga, 42 en Granada y 3 en Almería.

La socióloga Carmen Ortega, directora del Estudio General de Opinión Pública de Andalucía, subraya la 'lealtad de voto a la izquierda, muy afectiva y emocional, por parte de las generaciones con memoria histórica'. Y añade: 'El mundo rural que vivió el campo de los cuarenta a los setenta tiene un mal recuerdo de la derecha'.

El PSOE gobierna Andalucía con mayoría absoluta. Y es de largo el partido con mayor poder municipal, con 4.394 concejales frente a 2.375 del PP. Una diferencia enorme que no se refleja en número de votos. En las municipales de 2007 los socialistas cosecharon el 40,65% de los votos, frente al 32,09% de los conservadores: sólo 8,56 puntos de distancia. ¿Por qué? La respuesta está en el tamaño. La izquierda es especialmente poderosa en los núcleos de hasta 50.000 habitantes, pero de ahí en adelante manda el PP (ver infografía), el partido más votado en todas las capitales de provincia.

Los investigadores consultados coinciden en que el recuerdo de la represión perdura más en los municipios pequeños, donde es un factor que juega a favor de la izquierda. 'La gente ahí se conoce. Sabe perfectamente lo que pasó y quién es quién', resume Francisco Espinosa, activista por la memoria histórica en la provincia de Málaga.

'El mundo rural tiene mal recuerdo de la derecha', opina una socióloga

Pero la ecuación no es 'pueblo con represión igual a pueblo de izquierdas'. La memoria de la represión es, según los sociólogos, un factor entre varios que explican la hegemonía política de la izquierda en Andalucía desde hace 30 años. Es decir, el poderío electoral del PSOE en Sevilla, Huelva, Córdoba y Jaén se explica hoy en día más estudiando tablas socioeconómicas que ensayos historiográficos, si bien la historia explica en parte la economía. La tendencia del mundo rural al voto socialista obedece también a que ahí está uno de sus electorados naturales: obreros agrícolas y trabajadores manuales no cualificados.

Pese a estas matizaciones, el factor memoria ha pesado y pesa, aunque es obvio que por razones demográficas se está diluyendo.

Es indudable, por ejemplo, que entre los motivos por los que Almería fue la primera provincia que se descolgó de la hegemonía socialista destacan los mismos por los que hoy el PP domina gran parte de la costa levantina: su modelo de gestión política del boom de la construcción triunfó en las urnas. Pero tampoco puede omitirse que Almería es, con 373 víctimas de la represión franquista según la Junta, la provincia donde menos peso tiene el voto de recuerdo.

El PP cosecha peores resultados en los pueblos con fosas. En 2007 ganó en total en 138 municipios entre mayorías absolutas y simples, el 17,9%. Y sólo fue la opción más votada en 43 de los pueblos con enterramiento de la represión, el 12%. Además, si la mayoría de sus victorias en los pueblos son por mayoría absoluta (94 frente a 44 con mayoría simple), en los que tienen fosa la relación es más ajustada (23-20). El dato importa: allí donde el PP no alcanza la absoluta, en muchos casos gobierna la izquierda en coalición.

Ahora que el PP cabalga sobre un aluvión de encuestas a favor y el PSOE se enfrenta al escándalo de corrupción de los ERE, cabe preguntarse: ¿se mantendrá fiel a la izquierda el voto de la memoria? Difícil saberlo. Lo que tiene claro el investigador García Márquez es que la pedagogía sobre la represión lleva décadas fallando: 'No se ha explicado bien. A la gente se le ha dicho: ‘Tu abuelo murió en la guerra'. Y no. Fue fusilado en la tapia del cementerio'.

Las generaciones de la guerra y la represión están desapareciendo

Braulio Gómez, sociólogo del Instituto de Estudios Sociales Andaluces (IESA-CSIC), cree que este efecto ya se ha diluido. 'Los municipios de menos de 5.000 habitantes, donde se concentra la población más envejecida y afectada por la memoria histórica, votarían más al PP que al PSOE si hoy se celebraran elecciones autonómicas', afirma, con el Barómetro de Opinión Pública de Andalucía (BOPA) en la mano. 'Si estos pueblos han levantado su veto a la marca PP para las autonómicas, el PP puede mejorar sus resultados en las municipales', añade.

Y eso, como señala Francisco Vigueras, sin que los conservadores hayan hecho 'un especial esfuerzo' por abjurar de la dictadura franquista. De hecho el discurso típico -es cierto que ya declinante- del PP para explicar su fracaso en zonas de interior ha sido la existencia de un voto cautivo, ligado a subsidios con mala prensa como el PER.

1. Represión económica. No sólo la represión en forma de fusilamientos deja huella electoral. Fernando Martínez, coordinador del proyecto investigador sobre represión económica en Andalucía, pendiente aún de sus conclusiones definitivas, explica: 'Es increíble cómo en las elecciones de 1977 coincidían los focos de mayor represión de todo tipo, física y también económica, con el mayor voto de izquierdas. De ello se benefició sobre todo el PSOE, que canalizó casi todas las simpatías republicanas'. 'En muchos pueblos los partidos de izquierdas no tenían ni estructura, y aun así los votaban. Era un voto de recuerdo directo, en muchos casos, y en otros era un voto de alguien que se preguntaba: ¿qué hubiera querido mi padre que votara?', explica Martínez.

2. Ocaso generacional El voto de la memoria, según Martínez, se está diluyendo. La principal causa es demográfica. A 1 de enero de 2010, último dato publicado por el INE, había en Andalucía 232.082 nacidos en 1930 o antes (que tenían seis años o más cuando empezó la Guerra Civil). En 1996, primer dato conservado por el INE, eran 879.175.

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