La canciller alemana Angela Merkel no es amiga de fiestas, pero sí le gustaría invitar a cenar al seleccionador español, Vicente del Bosque, según ha explicado la propia jefa del gobierno de la primera potencia europea, a una pregunta de Boris Becker.

'No organizo fiestas. Pero me gustaría invitar un día a cenar a Vicente del Bosque', afirma Merkel a una pregunta del extenista Boris Becker, en declaraciones al suplemento de fin de semana del diario Süddeutsche Zeitung, en la que responde a todo tipo de cuestiones formuladas por personajes conocidos.

La entrevista era muy oportuna, ya que unas horas después el propio Vicente Del Bosque daba la lista de convocados para el amistoso del próximo miércoles contra Puerto Rico y ha sido preguntado por esa invitación. El seleccionador, caballeroso, la ha aceptado y además ha asegurado que en caso de celebrarse sería él quien invitara.

'Los que tenemos una responsabilidad pública, representando a España, debemos ser muy respetuosos en nuestros comportamientos y dar imagen buena de España', explicó. A lo que añadió: 'A pesar de las dificultases que estamos pasando, tenemos un país bueno y optimista. Si tengo que invitarla a cenar, yo lo hago'.

La entrevista a Merkel, realizada en base a preguntas de 37 figuras conocidas del mundo del deporte, la política, el ámbito económico y la farándula, pretendía ofrecer una idea de cómo es Merkel en su vida privada. A una pregunta del capitán de la selección alemana, Philipp Lahm, sobre cuál ha sido su mayor renuncia 'por la nación' responde que a ir de compras sin ser reconocida.

Merkel es una entusiasta del fútbol, amiga de bajar a los vestuarios tras los partidos de la selección para saludar a sus internacionales. En la pasada Eurocopa ya se la vio en algún partido de Alemania disfrutar y festejar los goles de la Mannschaft desde el palco de autoridades. El 'interés' por el fútbol es, asimismo, la cualidad que dice apreciar en Hannelore Kraft, jefa del Gobierno socialdemócrata del Land de Renania del Norte-Westfalia, a la que se considera casi tan popular en Alemania como a la misma canciller.