El actor Morgan Freeman continua hospitalizado en estado grave, tras el accidente que sufrió la pasada noche, aunque mantiene un "buen ánimo", según un comunicado de su representante, que publica hoy la revista People.

El actor está ingresado en el Regional Medical Center de Memphis, en Tennessee, con fracturas en un brazo, un codo y un hombro, después de que el vehículo que conducía se saliese de la carretera la pasada madrugada.

Su representante, Donna Lee, informó a los medios de que el actor, de 71 años, será sometido a una intervención quirúrgica mañana para repararle las fracturas.

El accidente tuvo lugar mientras Freeman conducía su automóvil por la autopista 32 en el condado de Tallahatchie, en el estado de Misisipi, en dirección a la casa que tiene en Charleston, cuando perdió el control del vehículo, que dio varias vueltas de campana.

Según los medios locales, no existen indicios de que el protagonista de "Seven" (1995) se encontrase bajo los efectos de alcohol o drogas en el momento del suceso y no se descarta que el actor se quedase dormido al volante.

El intérprete estaba consciente mientras era trasladado al hospital e incluso bromeó con los equipos de rescate cuando fue extraído del amasijo de hierros en el que quedó convertido su automóvil, un Nissan Maxima de 1997 que pertenece Demaris Meyer.

Meyer, que viajaba con Freeman en el momento del accidente, fue trasladada al mismo centro médico aunque su estado de salud no ha trascendido. Ambos llevaban puesto el cinturón de seguridad.