El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, ha afirmado que sigue abierto al 'diálogo institucional' para evitar que culmine la huelga convocada en el sector dentro de dos días , que causará perjuicios en los ciudadanos. Sin embargo ha afirmado que que 'nada va a ser igual' tras la huelga de jueces convocada para el próximo 18 de febrero, cuyos convocantes 'hacen crujir' el marco institucional.

El sistema democrático 'va a asumir mal que los jueces den la sensación de no cumplir las normas', afirmó Fernández Bermejo hoy en un coloquio posterior a una conferencia titulada 'La Justicia en el siglo XXI', organizada por El Correo de Andalucía en Sevilla. Lo que realmente le preocupa es que el poder judicial 'se autodegrade', aseguró el ministro, quien afirmó que los ciudadanos perciben que en el actual contexto de crisis económica sólo hay tres colectivos que hacen huelga: 'los pilotos de Iberia, los controladores aéreos y los jueces'.

Se trata, a su juicio, de un 'escenario peculiar' en el que solo van a la huelga 'quienes no forman parte del colectivo que utiliza la unión frente a la patronal para conseguir sus objetivos', por lo que sentenció que se trata de 'la proletarización de la judicatura'.

Horas antes, tras presentar en Sevilla un nuevo registro de medidas cautelares, Bermejo señaló que tenían previsto una reunión para mañana con dos asociaciones que no apoyan la huelga, pero 'sorprendentemente' la han suspendido.

Ha añadido que el diálogo no lo mantendrá con las juntas de jueces que 'desde la ilegalidad se arrogan competencias que no tienen', y ha agregado que el Consejo General del Poder Judicial ya ha advertido de que no es legal esta huelga.

Bermejo ha lamentado que se convoque una huelga en la Justicia contra un Gobierno que ha sido el que ha creado más plazas de jueces, fiscales, secretarios judiciales y de funcionarios; que es el primer Ejecutivo que da formación a los interinos y el que ha invertido más dinero en el sistema y en su modernización.

'Los ciudadanos esperan respuestas' a estas preguntas, ha señalado Bermejo tras indicar que, tras 33 años de fiscal, 'entiende' el estado general de 'disgusto' de la clase judicial por la percepción de que hay carencias y de que se necesita modernizar el sistema, 'pero se me escapa' que sea suficiente para justificar una huelga.