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Cómo regalar 27,6 millones

Oviedo cuadriplica el precio de una expropiación por no aplicar la ley

ALICIA GUTIÉRREZ

Lo sucedido con Villa Magdalena, un palacete de comienzos del siglo XX cuya expropiación se propuso el Ayuntamiento de Oviedo, permitiría al alcalde de la ciudad escribir un manual con el título que encabeza esta pieza: 'Cómo regalar 27,6 millones'. Porque Gabino de Lorenzo, regidor de Oviedo desde 1991 y un clásico del PP asturiano, ha logrado el milagro de los panes y los peces pero al revés: cuadruplicar el precio de un inmueble en detrimento del consistorio. En resumen: la expropiación de Villa Magdalena, cifrada por el jurado de expropiación en 11,2 millones de euros hace 13 años, terminará costando 39,4 millones.

El porqué de tan descomunal desfase es sencillo. En 1998, De Lorenzo se saltó un pequeño detalle de la Ley de Expropiaciones: aquel que obliga a la Administración a consignar, en la Caja de Depósitos y en el plazo de dos años, el importe fijado por el jurado de expropiación cuando lo considere excesivo y planee litigar. El consistorio ovetense pleiteó pero no depositó el dinero, lo que puso en bandeja al propietario de Villa Magdalena pedir una retasación del edificio, potestad contemplada en la misma ley. En 2007, el propietario valoró de nuevo el palacete, esta vez nada menos que en 62,8 millones.

En lugar de mantener el pleito emprendido ahora contra el descabellado cálculo, el Ayuntamiento desistió y dio por bueno que el precio debía dispararse. La concejala socialista Marga Vega, que vigila las cuentas municipales, sostiene que el dueño de Villa Magdalena, la sociedad Comamsa, no quería en realidad más dinero. Buscaba un pago en especie, dice: suelo. Y eso logró.

De hecho, el equipo de De Lorenzo y Comamsa acordaron en abril de 2010 un convenio. Y era leonino. El acuerdo cuantificó Villa Magdalena en 29,5 millones. Para entonces, Oviedo ya había desembolsado, en números redondos, 11,8 millones, equivalentes al justiprecio de 1998 más los intereses. Quedaba por liquidar una deuda de 17,7 millones que se saldaría con suelo.

Pero eso no fue todo. El Ayuntamiento se avino a incrementar la deuda por diversos conceptos, entre ellos una 'prima de convenio' de 1,6 millones y una especie de lucro cesante de cinco millones. Pico a pico, el adeudo saltó a 27,6 millones. Sumados a los 11,8 ya pagados, el coste expropiatorio se coloca así en 39,4 millones.

Y tampoco acaba aquí la cosa. Porque el principal pago en especie se cuantificó siguiendo una tasación encargada... por Comamsa y que De Lorenzo aceptó tal que así. Gracias a ello, la empresa se queda suelo bajo rasante para 1.500 plazas de parking en el centro de Oviedo. Y gana más: terreno para 22.975 metros cuadrados edificables de uso residencial libre. Anticorrupción investiga ahora. Ya se verá.

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