Los pesos pesados del Gobierno italiano han plantado cara a la decisión de la Comisión Europea que, por primera vez, ha rechazado el plan presupuestario del país trasalpino por vulnerar las normas de la UE. El ministro italiano del Interior y líder de la Liga Norte, Matteo Salvini, ha asegurado que Roma no recortará "ni un euro de los presupuestos", pese a que Bruselas le ha dado  un plazo de tres semanas para cambiar sus cuentas.

 Salvini ha declarado que el rechazo de la Comisión Europea al presupuesto italiano es un ataque "al pueblo". "Estas son cosas que irritan a los italianos, y luego se quejan de que la Unión Europea está en su mínimo de popularidad", ha dicho el también viceprimer ministro a los periodistas durante una visita a Bucarest.

"Vamos a responder con amabilidad a todas las cartas. Estoy dispuesto a reunirme incluso mañana con el presidente de la Comisión Europea para explicarle cómo Italia va a aumentar el presupuesto, pero nadie recortará ni un euro de los italianos", ha insistido Salvino.

Salvini ha insistido en que "el único organismo que podrá decidir sobre los presupuestos y mejorarlos es el Parlamento italiano" y no las instituciones europeas. "No intentaremos salir ni de la zona euro ni de la Unión Europea. Tenemos la intención de cambiar las reglas de gobierno de Bruselas", ha agregado. 

Su socio en el Ejecutivo italiano, el líder del antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5S) y tambien vicepresidente, Luigi Di Maio, ha afirmado que Italia "no se rendirá" a pesar de que la Comisión haya pedido un nuevo borrador.

"Sabemos que si nos rendimos, los expertos a favor de los bancos y de la austeridad volverán con rapidez y por eso no nos rendiremos. Sabemos que estamos recorriendo el camino correcto, por eso no pararemos", ha señalado Di Maio en un mensaje en Facebook.

El líder del M5S ha argumentado que la intención del Ejecutivo italiano, formado por su partido y la ultraderechista Liga, trabaja para "salvaguardar los derechos sociales de los italianos" y subrayó que no defraudará a los votantes.

La Comisión ha rechazado el borrador presupuestario que Italia presentó en Bruselas en una decisión sin precedentes, después de confirmar que el Gobierno de Roma no tiene intención de cambiar sus cuentas, que prevén un déficit del 2,4% del PIB e incumplen las normas comunitarias.