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El independentismo pierde músculo en la calle en una Diada marcada por la amnistía

Tras una manifestación con menor asistencia, la presidenta de la ANC, Dolors Feliu, rechaza la negociación para la investidura y recupera la amenaza de presentar una "lista cívica" al Parlament si los partidos "no hacen efectiva la independencia". Òmnium reivindican la amnistía y la "oportunidad" que ofrece la negociación.

Acto con motivo de la Diada en el Fossar de les Moreres, en Barcelona.
Acto con motivo de la Diada en el Fossar de les Moreres, en Barcelona. Marta Pérez (EFE)

Con un contexto político notablemente distinto al de hace un año, la Fiesta Nacional de Catalunya de este 2023 ha estado marcada por las negociaciones de los dos grandes partidos independentistas —ERC y Junts— para la posible investidura de Pedro Sánchez como presidente español, con la probable consecución de la amnistía en el horizonte.

Reivindicada por numerosos actores del movimiento y en la mayoría de los actos de este 11 de septiembre, sólo la Assamblea Nacional Catalana (ANC) se ha opuesto radicalmente a la negociación, en una posición inmovilista que no ha sorprendido nadie y en la que ha vuelto a amenazar a los partidos con la presentación de una "lista cívica" en las elecciones al Parlament "para hacer la independencia".

Cómo era de prever, la manifestación convocada por la entidad, celebrada por la tarde en Barcelona y que ha culminado en la plaza Espanya, ha sido el acto más concurrido de la jornada, con 115.000 asistentes, según la Guardia Urbana, dato que la ANC ha elevado a 800.000, en la habitual batalla de cifras. Dicho con otras palabras, para el cuerpo policial el movimiento ha perdido músculo en la calle —hace un año cuantificó los asistentes en 150.000—, mientras que para la entidad la cifra ha crecido, puesto que en el 2022 habló de 700.000.

En todo caso, es una certeza que este año las pancartas críticas con los partidos independentistas se han reducido y los silbidos que han recibido han perdido intensidad.

La ANC ha vuelto a amenazar a los partidos con la presentación de una "lista cívica" en las elecciones al Parlament

Con la retórica incendiaria habitual, la presidenta de la ANC, Dolors Feliu, ha aprovechado su intervención al final de la manifestación para reclamar a los partidos soberanistas que "hagan efectiva" la independencia en el Parlament y, si "no son capaces, que convoquen elecciones".

Una petición que ya verbalizó hace 12 meses, en la Diada del 2022, cuando proclamó un "independencia o elecciones" que ha repetido este lunes. Si hubiera cita con las urnas, Feliu ha reiterado la intención que la ANC concurra con una "lista cívica", a pesar de que no es una cuestión que genere unanimidad en una entidad reducida cada vez más al independentismo más unilateral.

Para Dolors Feliu, la negociación de ERC y Junts con el PSOE "sólo es asumible si hay un reconocimiento explícito de la legitimidad del referéndum del 1 de octubre". "No queremos más intentos de encaje con el Estado español", ha añadido, antes de reclamar que "junto a las negociaciones con Madrid" haya "acuerdos en el Parlament de Catalunya" para que los grupos independentistas "encaren la asunción de la declaración de independencia del 1-O". Y, "si no se atreven a hacerlo, que convoquen elecciones", ha concluido.

Por lo tanto, la ANC no es que considere insuficiente la consecución de la amnistía, sino que tampoco avala un referéndum de autodeterminación pactado, y se mantiene en el inmovilismo del 1-O, a pesar de que sea una posición que ha perdido apoyo social y alejada de cualquier realismo político.

Amplia presencia de ERC

Como ya es habitual, la manifestación ha arrancado a las 17.14 horas y este año ha estado formada por cuatro columnas, que han confluido en la plaza Espanya. Con el lema Via Fora, la organización ya había avisado que quería exigir "que se haga efectiva la independencia en el Parlament".

Las cuatro columnas han salido de la Ciutat de la Justícia, la Escola Proa, la Estación de Sants y la sede de la Agencia Tributaria, respectivamente, con la intención de denunciar la represión contra el conjunto del movimiento, reivindicar la defensa de la lengua, poner el foco en el pésimo funcionamiento del servicio de Rodalies Renfe y recordar el "déficit fiscal" que sufre Catalunya, con miles de millones que se recaudan en el territorio y que después no vuelven en forma de servicios o inversiones, respectivamente.

Una de las novedades de este año ha sido la presencia de ERC en la manifestación, después de no asistir 12 meses atrás, con el argumento de que iba "contra los partidos" independentistas y el Govern.

Con el lema 'Via Fora', la organización ya había avisado que quería exigir "que se haga efectiva la independencia en el Parlament"

En esta ocasión, la formación ha tenido una amplia presencia, encabezada por el president de la Generalitat, Pere Aragonès, y varios consellers, como Laura Vilagrà, Tània Verge, Anna Simó, Ester Capella, Carles Campuzano y Manel Balcells, entre otros dirigentes republicanos.

En concreto, se han sumado a la columna de la movilización dedicada a la lengua catalana. Aragonès no se ha quedado a escuchar los discursos finales de la manifestación. Pese a algunos silbidos y gritos en contra, la presencia de ERC ha sido bastante plácida, con menos crispación hacia el partido que en 2022, a pesar de la intervención final de Dolors Feliu.

Òmnium reivindica la amnistía y defiende la negociación

Como era de prever, Òmnium Cultural ha transmitido un mensaje diferente al de la ANC, mucho más próximo al que plantean tanto ERC como Junts, pero exigiéndoles coordinación y "trabajar conjuntamente" en la negociación con el Estado.

En concreto, en el acto político que la entidad ha celebrado el mediodía en el Arc de Triomf de Barcelona, su presidente, Xavier Antich, ha reclamado la amnistía como un "primer paso", pero dejando claro que "nuestro objetivo es la autodeterminación". Unas ideas que ha reiterado también en su intervención en la manifestación de la tarde, convocada por la ANC.

En este sentido, ha instado a ERC y a Junts a aprovechar la "oportunidad política indudable" que les ofrece la aritmética surgida de las elecciones generales del 23 de julio para negociar la investidura de Pedro Sánchez. "Si hay coincidencia estratégica, que la hay, no puede ser que la diversidad táctica imposibilite trabajar juntos para lograrlo", ha señalado Antich dirigiéndose a los dos grandes partidos independentistas.

Òmnium Cultural ha reclamado la amnistía como un "primer paso", pero ha dejado claro que  su objetivo es la autodeterminación

Así mismo, la entidad ha cifra en 1.432 personas las que se tendrían que beneficiar de una amnistía al procés, entre las cuales no incluye la presidenta de Junts, Laura Borràs, condenada por un caso de corrupción durante su etapa al frente de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC).

La demanda de una amnistía que se ha abierto paso como posible las últimas semanas también ha marcado la ofrenda floral al monumento de Rafael Casanova que se ha celebrado durante la mañana, con la participación de partidos y entidades de todo tipo.

Posteriormente, a primera hora de la tarde, también ha insistido en ella el president del Govern, Pere Aragonès, que en el acto político que ha celebrado ERC en la capital catalana ha insistido en el mensaje institucional que envió domingo. Es decir, consecución de una amnistía como primer paso, "para poder negociar como iguales", pero autodeterminación como horizonte final imprescindible para resolver el "fondo del conflicto político".

Aragonès también ha reivindicado el papel de su partido: "Quién va delante y abre camino, aparta los zarzales y marca el paso es quien más se pincha". Para añadir que es una "excelente noticia" que haya "más gente" que coincida en este camino, en una clara alusión a Junts.

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