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El reconocimiento de Sánchez a Zapatero en su libro: figura clave en el 23J y consejero sobre Catalunya

El presidente del Gobierno narra en su nuevo libro 'Tierra firme' cómo tomó la decisión de adelantar las elecciones generales. Sánchez señala la relación de Feijóo con el narco Marcial Dorado como ejemplo de su poca fiabilidad. 

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), y el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero (d), durante un acto del PSOE, en IFEMA Madrid, a 25 de noviembre de 2023
El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), y el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero (d), durante un acto del PSOE, en IFEMA Madrid, a 25 de noviembre de 2023. Jesús Hellín / Europa Press

Pedro Sánchez tiene nuevo libro. Ya está a la venta y se titula Tierra Firme (Ediciones Península). Se trata de la segunda publicación del presidente del Gobierno tras su recordado Manual de Resistencia, publicado en 2019. En él recuerda cómo vivió la noche electoral del 28 de mayo, con una gran pérdida de poder territorial para el PSOE y cómo decidió adelantar las elecciones generales. También narra los acontecimientos más importantes de su legislatura. 

Entre los nombres propios que aparecen en el libro destaca el papel del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Cuenta Sánchez que durante la precampaña electoral, ambos hablaron. "Por cierto, uno de los fakes que han circulado aseguraba que consulté la decisión del adelanto electoral con él. No es verdad. Sencillamente no ocurrió", comienza el líder socialista. 

La primera persona a la que Sánchez comunicó la decisión de adelantar las elecciones fue a su mujer, Begoña Gómez. En la madrugada del 28 de mayo convocó a varios colaboradores como María Jesús Montero, Santos Cerdán, Félix Bolaños y Óscar López. "Les expliqué mi lectura de los resultados y que consideraba imprescindible clarificar la situación y la voluntad ciudadana, lo cual solo podía hacerse mediante unas elecciones generales. Los cuatro estuvieron de acuerdo en que era la mejor solución", afirma Sánchez.  

"Él me llamó en los albores de la precampaña. A lo largo de toda la legislatura se había mostrado muy identificado con las políticas que estábamos llevando a cabo. Había ayudado al Gobierno de coalición en discrepancias no menores, como la ley del solo sí es sí. Yo había sentido su apoyo de forma inequívoca. En aquellos días, me dijo que quería salir a la palestra, participar en los medios y en los mítines, tener un papel activo en la campaña para contribuir a una victoria del PSOE", afirma Sánchez sobre Zapatero.

Al líder del PSOE le pareció "un gran gesto por su parte" y asegura que no coordinaron los mensajes ni las apariciones, pero que "su papel fue decisivo". Recuerda Sánchez que en la primera entrevista radiofónica del expresidente "puso el dedo en la llaga denunciando la ignominiosa utilización electoral del terrorismo". "Sus palabras despertaron el orgullo socialista. Todas sus intervenciones, en medios y en actos, resultaron enormemente valiosas. En algunas desplegó un encomiable sentido del humor", añade el libro. 

Sánchez ironiza sobre que su implicación en la campaña del 23 de julio fue tal que algún periodista le preguntó si lo iba a hacer ministro. "No conocen a José Luis... Él lo hace de forma desinteresada, por sus convicciones y por España", afirma el presidente del Gobierno. 

"Fuente de inspiración" para Catalunya

También sitúa Sánchez a Zapatero como actor clave en las políticas llevadas a cabo en relación con Catalunya. Eso sí, no menciona la polémica ley de amnistía pactada con Junts y ERC. "De las muchas horas de conversación que he mantenido estos años con José Luis Rodríguez Zapatero, no pocas las hemos dedicado a Catalunya", destaca el libro.

El presidente reconoce que cuando se enfrenté "a una decisión tan difícil como la de los indultos a los líderes independentistas", Zapatero le aconsejó y apoyó. "Hay perspectivas que solo puede tener un presidente, y la suya siempre me es útil", añade Sánchez, que considera al expresidente como "una fuente de inspiración".

"En pocos líderes he visto un instinto político como el suyo. Si tuviera que quedarme con solo una virtud suya, sin duda elegiría lo que él mismo define como su optimismo antropológico. Es de los que ven el vaso medio lleno, sin que eso le impida reconocer las dificultades y los problemas existentes en cada momento. Su conversación y sus gestos de apoyo siempre me reconfortan, porque él nunca contempla la opción de la queja o el desánimo. Identifica un problema y lo siguiente que hace es pensar en cómo solucionarlo. La política ha de ser constructiva", culmina Sánchez. 

Justificación del cambio de posiciones políticas

Una de las críticas que más se ha hecho a Sánchez ha sido su cambio de posición en algunas cuestiones, también referidas a Catalunya. El libro no profundiza demasiado en ello pero sí deja algunos mensajes al respecto. "Soy un político con convicciones. Y, pese a ello, he cambiado de posición política en un tema sensible como el de los indultos. No es incompatible. La derecha me ha acusado directamente de mentir, lo que implica un juicio moral que me atribuye la intención deliberada de engañar a la gente", escribe. 

El presidente rechazar ser "maquiavélico" y justifica sus decisiones por la diferente perspectiva que da estar en el Gobierno. Lo ejemplifica además con otros anteriores mandatarios. "No creo que haya ningún presidente del Gobierno, ni en nuestro país ni en ningún otro, que no haya modificado sus posiciones políticas al llegar al poder", destaca. En concreto se refiere a que Mariano Rajoy ganó las elecciones diciendo que bajaría los impuestos y "llevó a cabo uno de los mayores aumentos de nuestra historia reciente". 

Sobre José María Aznar apunta a que empezó a llamar a ETA "Movimiento Vasco de Liberación Nacional como si tal cosa". Y de Felipe González recuerda que llegó al poder prometiendo un referéndum para salir de la OTAN, pero lo convocó para que nos integráramos. "Y lo más importante es que acertó", añade.

"Hay cuestiones que no se ven hasta que no se ocupa la presidencia del Gobierno. A veces cambia la coyuntura; otras, hay que hacerla cambiar (...) Eso no es ser maquiavélico, como también se me ha llamado, sino responsable. El criterio de un presidente puede verse modificado por los acontecimientos e incluso diferir de lo que uno piensa o pensaba hasta que se da de bruces con el tema", destaca sobre el asunto. 

Críticas a Feijóo y "sintonía" con Yolanda Díaz

El libro también incluye numerosas referencias al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo y su subordinación a la ultraderecha de Vox. Uno de los máximos exponentes de eso, según Sánchez, es cómo se usó el lema "Que te vote Txapote" durante la campaña electoral y que nunca fue desautorizado por los populares. 

El debate cara a cara realizado con Feijóo marcó para Sánchez un punto de inflexión porque se empezó a poner en cuestión la credibilidad del líder del PP. Para el líder del PSOE era inevitable que "surgiera el asunto más turbio que tiene a sus espaldas: su relación con el narcotraficante Marcial Dorado". Porque considera que en cualquier otro país de Europa le habría impedido presentarse a unas elecciones.

"Habla mal del PP que le acogieran para dirigir el partido con tanto entusiasmo, sabiendo que carga con ese fardo", afirma. "Se trata de un problema muy serio, no menor. En muchos países, incluso europeos, existe verdadera preocupación por cómo el crimen organizado amenaza las estructuras del Estado. Feijóo nunca ha sido capaz de dar una explicación plausible de su relación con el narcotraficante", añade. 

Sánchez critica las excusas peregrinas que ha dado Feijóo cuando se le ha preguntado. "La realidad es que todos en Galicia sabían quién era Dorado, incluido el presidente actual de la Xunta, que así lo confirmó aquellos días cuando la prensa le preguntó", añade. Por ello considera el presidente que "la mendacidad es un rasgo de la personalidad política de Feijóo que quedó desenmascarado durante la campaña". Algo que comenzó en el mencionado debate mintiendo en un tema tan sensible como las pensiones.  

Respecto a su relación con la vicepresidenta segunda, ministra de Trabajo y líder de Sumar, Yolanda Díaz, Sánchez destaca la "complicidad" que se puso de manifiesto la noche del debate electoral que compartieron con Santiago Abascal. "No fue algo impostado, sino un reflejo de nuestra manera de trabajar a lo largo de la legislatura: algo así no se improvisa", afirma. 

"Con nuestras discrepancias y las diferencias de nuestros proyectos políticos, trabajamos bien juntos y eso se vio aquella noche. Yolanda Díaz hizo, por su parte, una buena campaña, muy meritoria habida cuenta de las enormes dificultades que hubo de sortear. Creo que nuestra sintonía y nuestra acreditada capacidad para alcanzar acuerdos es muy valorada por los ciudadanos", sentencia Sánchez. 

El libro se completa con algunas anécdotas sobre la participación en programas de televisión o formatos como el podcast La Pija y la Quinqui durante la campaña electoral y el acierto que supuso. La segunda mitad de Tierra firme sienta las bases también de sus prioridades como presidente, entre las que destacan asuntos como el cambio climático o la desigualdad. 

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