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Giuseppe Tornatore: "La vida se vive arriesgándose, manchándose las manos"

El cineasta siciliano denuncia en el thriller 'La mejor oferta', protagonizado por Geoffrey Rush, la confusión emocional de esta sociedad

BEGOÑA PIÑA

Casi cada día, algún canal de la televisión italiana programa, más de treinta años después de su estreno, Cinema Paradiso. Aquella declaración de amor por el cine que hizo Giuseppe Tornatore cuando solo tenía 29 años tuvo tal éxito que hoy es imposible hablar, pensar en este cineasta y no acudir a aquella historia.

Hoy, con 57 años y siete largometrajes más tarde, ha hecho su primera película digital y ha dado, de esta forma, la espalda al legendario proceso fílmico que le inspiró aquella obra.

Con La mejor oferta, un thriller protagonizado por el australiano Geoffrey Rush, ha conquistado seis premios David di Donatello, de la Academia de Cine de Italia, y ha iniciado un nuevo ciclo en su carrera. 'Es dolorosísimo, pero si hubiera rodado en 35mm. no podría estar seguro de que la película tuviera exactamente el color y la luz que yo hubiera establecido'.

Así, con el tono preciso que él estableció, se estrena La mejor oferta, historia del descubrimiento del amor de un tipo solitario y prepotente que siente que está por encima de cualquier necesidad emocional. Él es un experto tasador y subastador de obras de arte, un especialista en distinguir lo original de las falsificaciones, excepto cuando se trata de sentimientos, donde carece absolutamente de talento. Sylva Hoeks, Donald Sutherland y Jim Sturgess completan el reparto de este drama, tratado como un thriller y con el que el cineasta siciliano reflexiona acerca de varias cuestiones. La música es, como en sus títulos anteriores, del mítico Ennio Morricone.

¿El contraste del personaje, entre su experiencia para detectar falsificaciones en el arte y su impericia emocional, intenta alertar del peligro de esto último?

Sí, ésa era la intención. Me parecía muy interesante contar la historia de un hombre que es un especialista en su vida profesional, pero que en su vida diaria no sabe distinguir entre lo verdadero y lo falso. Y me interesaba mucho contar la transformación de este hombre, un tipo que tiene una relación pésima con la vida porque se cree que es suficiente con tener una buena relación con el arte. No sabe amar, rechaza los sentimientos, casi tiene una actitud de desprecio respecto del resto del mundo, tanto que incluso produce rechazo. Pero descubrir el amor hace que todo cambie en su vida. Entonces descubre que no se puede vivir sin sentimientos, que la vida se vive arriesgándose, manchándose las manos.

¿Es un personaje reflejo de la sociedad en que vivimos?

Un poco sí. Vivimos una época en la que todo lleva a una inhibición de sentimientos, a vivir esos sentimientos de una forma completamente distinta a como se vivían antes. Nos relacionamos a través de internet, queremos conocernos sin habernos visto la cara... Hoy tenemos una idea falsa de lo que es un sentimiento verdadero.

El personaje descubre belleza en el arte, pero para él es también dinero. ¿En esa doble vertiente del arte, producto mercantil y obra cultural, está ganando la primera?

El arte siempre ha tenido ese equívoco y el cine de modo particular, ¿es arte o solo comercio? Espero que mi película empuje a reflexionar sobre este tema, pero sobre todo espero que ayude a entender lo importante que es el arte, y dentro del arte, el cine también. Y espero que se entienda que el arte no puede sustituir a la vida.

Parece paradójico que el director de Cinema Paradiso haya hecho una película en digital...

No me ha quedado más remedio.

Lo sé, pero ¿qué no tiene su película que hubiera tenido si la hubiera rodado en 35 mm?

Mi respuesta va a ser muy triste. Es dolorosísimo, pero si hubiera rodado en 35 mm. no podría estar seguro de que la película tuviera exactamente el color y la luz que yo hubiera establecido. Ya no se sabe hacer la elaboración de 35mm. Además, no en todos los cines se podría proyectar a foco, porque se está perdiendo el arte de la proyección. La verdad es que con digital, la película es la que yo quería, con la luz y el color que quería. Esto es algo que me disgusta mucho, pero es inevitable, y si pudiera organizaría cursos para conservar en el tiempo la figura de profesionales capaces de manejar el arte del 35mm. Me temo que lo olvidaremos rápidamente.

¿La forma de trabajar en rodaje ha cambiado al hacerlo en digital, sin la necesidad de pensar en los metros de película que tiene?

La relación con los actores es más o menos la misma, pero sí te quita esa angustia de los metros  de película que te quedan. Y cuando ves a un actor con problemas no das al stop, le dejas seguir a ver qué pasa.

Usted es para todos los espectadores del mundo el director de Cinema Paradiso, película en la que piensan cada vez que usted estrena una nueva. No van a encontrar ni un solo resto de aquella en La mejor oferta, ¿le da miedo cómo pueda reaccionar el público?

Me parece normal, el éxito de Cinema Paradiso fue descomunal, tanto que esto es normal. Habrá mucha gente que vaya pensando que va a ver una película parecida y ésta es completamente distinta, pero eso puede deparar sorpresas positivas. Habrá otros que nunca pensarían que La mejor oferta es una película hecha por el mismo director que hizo Cinema Paradiso.

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