El papa Benedicto XVI denunció hoy, durante la celebración del rezo del Angelus, que "aún" se sigue persiguiendo y asesinando a las personas por ser católicas.

Benedicto XVI explicó que hoy se celebra San Esteban, primer mártir de la Iglesia católica, que murió invocando el perdón para sus perseguidores.

Y por ello recordó a quienes siguieron su ejemplo "desde la primera persecución de Jerusalén, a la de los emperadores romanos" hasta llegar "a la lista de mártires de nuestros tiempos".

"Nos llegan a menudo noticias desde las diferentes partes del mundo sobre misioneros, sacerdotes, obispos, religiosos, religiosas y fieles laicos que son perseguidos, hechos prisioneros, torturados, y privados de su libertad por ser discípulos de Cristo", dijo el Papa.

Asimismo añadió que "a veces se muere por la comunión con la Iglesia y la fidelidad al Papa".

Entonces el Pontífice pidió que los católicos aprendan "a amar a los enemigos, siguiendo el ejemplo de San Esteban, que muriendo rezó por sus perseguidores".

"Qué la virgen nos ayude a ser testigos creíbles del Evangelio respondiendo a los enemigos con la fuerza desarmarte de la verdad y la caridad", exclamó.

El Papa señaló que en su última encíclica Spe salvi (Salvados en la esperanza) cuenta la experiencia del mártir vietnamita Paolo Le-Bao-Thin (que murió en 1857), cuyo ejemplo demuestra que "el sufrimiento puede convertirse en alegría mediante la fuerza de la esperanza que procede de la fe".

Según el Pontífice, "el martirio es exclusivamente un acto de amor hacía Dios y hacia los hombres, incluidos los perseguidores" y añadió que "el mártir cristiano actualiza la victoria del amor sobre el odio y sobre la muerte.