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34 Premios Goya

La fiesta de los veteranos

El Goya de Honor para Marisol y los muy posibles premios para Antonio Banderas y Julieta Serrano convertirán la noche en la fiesta de los veteranos. Pocas mujeres nominadas y la presencia del presidente del Gobierno después de 15 años marcarán esta edición.

Mesa con los premios Goya, 2018.
Mesa con los premios Goya, 2018.

La gala de los Goya da siempre algunas sorpresas más allá de los premios. Una magnífica sería la presencia de Pepa Flores ‘Marisol’ en el Palacio de Deportes Martín Carpena de Málaga este sábado por la noche para recoger el Goya de Honor. Otra, ésta sería una auténtica conmoción, que el Goya a la Mejor Película lo ganara O que arde, de Oliver Laxe. Sería merecido.

La familia de Marisol estará en la gala, pero de ella todavía no se sabe nada, excepto que ha aceptado agradecida el galardón. No debería, sin embargo, asombrar demasiado si decidiera no acudir, sobre todo después de decenios de retiro voluntario y de conocerse que en su infancia en el cine fue víctima de abusos en los que, al parecer, personajes de la industria próximos al franquismo fueron cómplices. En cuanto a la posibilidad de que la película independiente gallega se alce con el máximo galardón, las probabilidades son escasas.

Marisol
La cantante y actriz Pepa Flores 'Marisol' en una manifestación anti OTAN en el año 1986.

Antonio Banderas y Julieta Serrano

La batalla este año está entre Dolor y gloria (Pedro Almodóvar), La trinchera infinita (Jon Garaño, Aitor Arregi y José Mari Goenaga) y Mientras dure la guerra (Alejandro Amenábar). Las tres cuentan con el respaldo de la mayoría de la crítica y del público. La de Almodóvar tiene, además, a su favor su paso por Cannes y las nominaciones a los Oscar (Película Extranjera y Actor). La trinchera infinita se presenta avalada por los premios en San Sebastián y en los Forqué. Y la de Amenábar, a la vista de las 17 nominaciones conseguidas, es una gran favorita de los académicos.

Para el lector despistado, habría que recordar que no todos los académicos han visto todos los trabajos nominados y, mucho más importante, las filias y fobias en ‘la gran familia del cine’, que en realidad no es tan grande, cuentan mucho a la hora de votar. Además, por supuesto, de las campañas que cada uno de los equipos hayan hecho antes de las votaciones. Ello quiere decir, y este año más que nunca, que es una verdadera incógnita cuál será el resultado.

El runrún en círculos cinematográficos insiste en que la vencedora será La trinchera infinita. Es casi unánime la sensación de que Antonio Banderas subirá a recoger el Goya al Mejor Actor y que la veterana Julieta Serrano se alzará con el de Mejor Actriz de Reparto. Enric Auquer y Benedicta Sánchez son los nombres más probables en las categorías de actores revelación.

Antonio Banderas, en un fotograma de la película 'Dolor y gloria'. EFE
Antonio Banderas, en un fotograma de la película 'Dolor y gloria'. EFE

Solo el 21,5% de los nominados son mujeres

La 34 gala de los Premios Goya será, por otra parte y una vez más, el escaparate de la desigualdad en el cine español. Ni una sola mujer nominada en Dirección, Guion Original, Fotografía, Dirección Artística, Música Original y Película de Animación. Solo el 21,5% de los aspirantes a premio son mujeres (hay varios trabajos compartidos con hombres).

A pesar de esta mínima presencia, hay unas cuantas cineastas que encabezan las quinielas de los Goya. Una de ellas es Belén Funes que con su ópera prima La hija de un ladrón aspira a la Mejor Dirección Novel. Otra sería la veterana e incuestionable Teresa Font, montadora de Dolor y gloria. Y la directora Nata Moreno, autora de Ara Malikian, una vida entre las cuerdas, nominada a Mejor Película Documental.

Y hablando de Película Documental ha habido pequeños sonrojos por la presencia de algunos títulos entre los finalistas, especialmente Historias de nuestro cine, una serie de conversaciones de Antonio Resines con intérpretes españoles, la mayoría académicos en activo. Aquí, por ejemplo, sí cuenta, y mucho, lo de las filias y las fobias.

eduard fernández
Un instante en 'La hija de un ladrón'.

"Defender el cine español"

La 34 gala de los Premios Goya podría, por otra parte, revivir la noche en que el cine español se convirtió, gracias a la campaña que hizo el Partido Popular, en el ‘mantenido’ del gobierno, ¡como si ningún otro sector del país recibiera subvenciones! Entonces todo empezó por la oposición del colectivo cinematográfico a la guerra. Hoy, en medio de un clima político de revanchas e insultos, la presencia confirmada de Pedro Sánchez, primer presidente del Gobierno que irá después de quince años de ausencia, y el recuerdo de la Guerra Civil presente en dos de las películas favoritas podrían alentar de nuevo bulos y ataques contra el cine.

"Hay que defender y proteger el cine español, intentar impulsarlo", ha dicho en rueda de prensa la ministra de Hacienda y Portavoz del Gobierno María Jesús Montero. La respuesta de Sánchez aceptando la invitación de la Academia y la presencia también confirmada de José Manuel Rodríguez Uribes, ministro de Cultura, y de Alberto Garzón, ministro de Consumo, solo puede dar alas a esta derecha tan agresiva para resucitar el fantasma de ‘los intelectuales de la ceja’.

Por su parte, Juan Moreno Bonilla, presidente de la Junta de Andalucía, e Inés Arrimadas, sucesora de Rivera en Ciudadanos, se van a sentir muy solos sin su socio Santiago Abascal, que ha declinado la invitación de la Academia de Cine para asistir a la gala, al parecer todavía dolido porque no se acordaron de él el pasado año, aunque Vox aún no tuviera representación parlamentaria, única circunstancia que decide a qué políticos se invita a la ceremonia, además de las protocolarias.

Los presentadores, Silvia Abril y Andreu Buenafuente, productores y autores también del guion, repiten y vuelven a dirigir la gala del cine español. Ello significa que se exponen a la ya tradicionales críticas por la calidad y la extensión de la ceremonia, en las que, por cierto, nadie recuerda nunca que es un trabajo por el que se cobra bastante menos de lo que marcan los cachés profesionales. Feliz noche de los Goya y que los académicos repartan suerte.

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