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"La comparación con Messina me estimula"

Xavi Pascual, entrenador del Barcelona

NOELIA ROMÁN / MIGUEL ALBA

En su segunda temporada completa al frente del Barcelona, Xavi Pascual (Gavà, Barcelona, 1972) asume el fabuloso reto de conducir al equipo hacia la segunda Copa de Europa de su historia, la que le adeuda París, con la experiencia fallida del curso pasado, el del estreno, y el ánimo de endulzar el amargo regusto que le dejó Berlín 2009.

Han tenido dos semanas de preparación para esta Final Four'. ¿Demasiado?

Si lo haces gradualmente, no. Hecho el trabajo en la ACB, podíamos dedicarnos al objetivo final con la boca grande no con la boca pequeña.

Habla del objetivo final. ¿Es el gran objetivo del curso?

Es el siguiente objetivo. Nosotros siempre estamos pasando momentos decisivos de la temporada. Con la Supercopa, que luego pareció como si no existiera, llegó el primer momento importante del curso, luego el primer tramo de la Euroliga, cuando jugamos en la pista del Madrid, el Top 16, en Atenas, etc... Este es otro gran momento que podemos vivir porque hemos hecho las cosas bien.

¿Condiciona que Messina ya no entrene al CSKA?

No condiciona nada. Pashutin ha sabido conducir a su equipo a esta gran final, con un gran equipo que, desde el Sant Jordi [2003], no pierde un partido en semifinales; que los últimos cinco años tiene el mismo grupo de jugadores, con un altísimo nivel y un control de partido extraordinario: meten tiros igual en el primer segundo que en el último. Esperamos poder cambiar esta racha.

¿Algunas de las cosas que no hicieron bien el año pasado les pueden servir para ganar este?

Aunque la gente no lo recuerde, tengo cinco jugadores nuevos y los cinco de mucho peso, y tampoco no hicimos muchas cosas mal. Para muchos jugadores fue una situación un poco nueva, que hizo que no estuvieran al mismo nivel que durante la temporada, otros sí que lo estuvieron, pero nos faltó lo que ellos sí tienen: tranquilidad para encontrar canasta en momentos complicados. El momento de presión que sientes en una Final Four no lo vuelves a sentir, es algo muy especial y pasional que pasa una vez al año; anímicamente es una situación inigualable. Te lo juegas todo a un día y la suerte también cuenta.

¿Este Barça es más compensado que aquél?

Este es un gran equipo, pero el del año pasado, también. Supimos sacarle un gran rendimiento a las piezas que teníamos y ahora también vamos por el camino correcto. Intentamos hacer un buen grupo, que la gente esté a gusto dentro y fuera de la pista, y aprovechar al máximo las características de los jugadores.

Como entonces, son de nuevo favoritos.

Lo asumimos. Siempre que nos dan la etiqueta de favoritos a mí me hace sentir satisfecho: eso significa que la gente valora el trabajo que estamos realizando. Por otro lado, esa etiqueta no te sirve para nada: tienes que ir al campo convencido de que tienes que hacer las cosas bien, con confianza y aplomo en los momentos de debilidad; eso es lo importante. Sabemos lo que queremos y cómo lo queremos y vamos a ver si nos sale bien.

Se dan varios paralelismos con la temporada en la que el Barça ganó el triplete [2002-03]. ¿Animan, presionan o molestan?

El equipo que consiguió el triplete no tenía nada que ver con este y no deja de ser curioso lo siguiente: somos favoritos aunque no llevamos siete años sin ganar una y la única que ganamos fue en Barcelona. También cuando jugamos el play off contra el Madrid se hizo el paralelismo con el Caja Laboral del año pasado y todo el mundo se empeñó en que el Madrid era el nuevo Barça y nosotros el Caja Laboral. Esas comparaciones con el pasado sirven de muy poquito.

¿No cree que se valora la trayectoria y la calidad de la plantilla?

Sí, pero no afecta en nada. Nos tenemos que centrar en el día siguiente porque, cuando tengamos enfrente a Langdon, no va servir de nada lo que en su momento hizo Bodiroga. Nos tenemos que centrar siempre en el presente, en la siguiente acción, en la siguiente defensa, en el siguiente ataque. Lo más importante es controlar lo que depende de nosotros. Es lo que desde el primer día intentamos que los jugadores sientan: que lo más importante es el siguiente rebote, no la repercusión del siguiente rebote. No podemos ir a París pensando en lo que significaría ganar, sino en qué hacer para poder ganar.

¿Vivieron su momento más extraño en los dos primeros partidos del play off' contra el Madrid?

Es muy jodido abrir un play off de la Euroliga en casa. El primer partido tuvo el guión exacto de partidos así: si no lo rompes, llegas hasta el final con la obligación de ganarlo, mientras que el rival tiene la tranquilidad de que puede ganar cualquiera de los dos. Y ganamos, pese a que en algunos medios no lo pareció. En el segundo partido, el Madrid jugó mejor y nosotros hicimos uno de nuestros peores partidos, estuvimos muy desacertados. La interpretación fue que perdimos el ritmo del partido.

¿Le molestó?

Desde el primer día ha habido la intención de que, cuando el Barça perdiera el primer partido, no sería haber metido o no, sino por no haber encontrado el ritmo de partido, porque tácticamente le falta algo. Ha habido esta sensación. Creo que esta crónica estaba escrita desde la Supercopa, pero en la Supercopa no se pudo sacar, en la Liga regular tampoco, en la Copa del Rey tampoco y, entonces, salió en el momento en que nos ganaron un partido.

¿Le tienen ganada la batalla psicológica al Madrid?

Hasta ahora, hemos ganado la psicológica y la no psicológica, pero eso no significa que mañana la vayamos a ganar. Esto es deporte y somos dos grandiosos equipos. Quizá nos volvamos a encontrar más adelante, pero primero nos lo tenemos que ganar los dos y luego veremos qué pasa.

El Madrid sí está muy pendiente de ustedes.

Son un equipo con mucha experiencia y un gran entrenador, que los va a conducir hacia el camino adecuado. Si hacen fichajes, es porque los consideran oportunos.

¿La comparación con Messina le ha estimulado más que molestado, o al revés?

Estimulado, aunque intento estar un poco al margen de estas cosas. Cuando empiezan las series no leo nada. A veces, leo al final, cuando ya ha terminado. Y es bastante curioso.

Pero le comparan desde que se sentó en el banquillo.

Sí, pero eso forma parte de lo nuestro y estoy tranquilo. El entrenador de un club grande, como el Barça, no puede estar pendiente de lo que se opine de él ni tampoco de espaldas a la realidad de lo que la gente diga de él. Hay que encontrar un cierto equilibrio, pero nunca ser dubitativo en las decisiones.

¿Su favorito entre Olympiacos y Partizan?

No hay favoritos, aunque se dé al Olympiacos con una ventaja, a priori, por plantilla y presupuesto. Partizan está ahí por méritos propios, ha hecho un muy buena competición y será un rival muy complicado. Es difícil anotarles, tienen un perfil defensivo muy interesante. Creo que el partido se moverá por debajo de los 70 puntos y con un marcador ajustado; cualquiera puede ganar.

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