El Banco de Inglaterra avisa que "no dudará" en subir más los tipos de interés para frenar el desplome de la libra

Los cambios políticos que se están produciendo en Reino Unido están "asustando" a los mercados. La reciente nombrada primera ministra, Liz Truss, anunció una rebaja histórica en los impuestos, lo que ha supuesto una devaluación de la libra. Ante esta situación, el Banco de Inglaterra ha adelantado que "no dudará" en modificar los tipos de interés "lo que sea necesario" para controlar la inflación y estabilizar la divisa.

El banco central británico ha informado sobre una reunión programada para noviembre, en la que se pondrán sobre la mesa nuevas medidas en materia de política monetaria. Los mercados especulan con una subida de los tipos de interés tras la caída del valor de la libra. Esto se produjo después de que el nuevo ministro de Economía, Kwasi Kwarteng, anunciara un importante recorte de los impuestos valorado en 45.000 millones de libras

Antes del anuncio de Kwarteng, la libra cotizaba por encima de 1,12 dólares. Tras ello, la divisa cayó hasta 1,03 dólares, el mínimo histórico en los registros, antes de volverse a estabilizar en torno a los 1,08 dólares. El comité de política monetaria, explica el Banco de Inglaterra, hará un análisis del impacto en la demanda y la inflación de los últimos avisos del Gobierno inglés. 

Dicho comité "no dudará en modificar los tipos de interés lo que sea necesario para retornar la inflación al objetivo del 2% de manera sostenida en el medio plazo", explicita el Banco de Inglaterra. En paralelo, el ministro de Economía ha avanzado que el 23 de noviembre presentará un plan fiscal para asegurarse de que "el endeudamiento decrece en relación al PIB en el medio plazo".

El Ministerio de Economía desveló un incremento adicional de la deuda pública para este ejercicio de 72.000 millones de libras. Con esta subida del déficit, Truss pretende financiar tanto el recorte de impuestos como sus medidas para frenar el encarecimiento de la factura de la luz. 

El recorte fiscal del Ejecutivo llegó un día después de que el Banco de Inglaterra decidiera incrementar en 0,50 puntos porcentuales los tipos de interés en el Reino Unido, hasta un 2,25 %. Una subida inferior a los 75 básicos que incrementó la Reserva Federal estadounidense en su última reunión.