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La UE asegura que no
se rebajará ninguna normativa por el tratado comercial con EEUU

Bruselas dice que todavía no hay una decisión sobre el blindaje a las multinacionales

El jefe negociador europeo del TTIP UE-EEUU, el español Ignacio García Bercero (i), y el jefe negociador estadounidense, Dan Mullaney (d). EFE/Olivier Hoslet

MANUEL RUIZ RICO

BRUSELAS.- La Unión Europea (UE) y Estados Unidos han asegurado que el Tratado de Libre Comercio (el TTIP, en sus sigas en inglés) que ambos están negociando desde julio de 2013 “en ningún caso rebajará las protecciones de las legislaciones europeas sobre seguridad, medioambiente, sector público o consumidores”, según ha explicado hoy el jefe del equipo negociador europeo, el español Ignacio García Bercero.

El jefe negociador de EEUU, Dan Mullaney, se manifestó en la misma línea que García Bercero y quiso recalcar que “en ningún caso los Estados verán reducida su soberanía para legislar y tomar decisiones en los sectores clave”.

García y Bercero y su homólogo estadounidense han comparecido hoy ante la prensa en la Comisión Europea durante una hora para dar explicaciones sobre la octava ronda de negociaciones que comenzó el pasado lunes en la capital belga.

Ente los asuntos discutidos esta semana no se ha encontrado el polémico mecanismo ISDS, es decir, la fórmula de blindaje a las multinacionales cuando entren en conflicto con un Estado. “La postura oficial sobre este mecanismo”, señaló García Bercero, “aún tiene que ser decidida por la Comisión Europea, de modo que ha estado fuera de las negociaciones de esta semana”.

Sin embargo, más allá de lo asegurado por García Bercero y Mullaney, o de lo que acabe diciendo el acuerdo final del TTIP, todo podrá cambiar si al final el ISDS forma parte del texto, puesto que este mecanismo de blindaje a las multinacionales podrá comprometer la hegemonía de los países.

De hecho, el mecanismo ISDS implica que una multinacional puede denunciar a un Estado ante un tribunal internacional y obligarlo así a cambiar una legislación si la empresa se ha visto perjudicada. Y no es una teoría sino que ha ocurrido no pocas veces. Canadá, sin ir más lejos, ha tenido que cambiar su legislación sobre aditivos de la gasolina tras una demanda a un tribunal internacional de la empresa Ethyl. Esta petrolera le reclamaba una compensación de 251 millones de dólares.

Otro de los asuntos clave abordado esta semana es el llamado Consejo Transatlántico de Cooperación Reguladora, un organismo en el que se tratarán, una vez aprobado el TTIP, las diferencias o conflictos entre las regulaciones de EEUU y la UE. Sin embargo, los colectivos y organizaciones contrarias a este Consejo aseguran que éste podría emplearse también para dar privilegios a las grandes corporaciones a fin de hacer regulaciones a la carta por encima de los intereses y las demandas ciudadanas.

Preguntado por esta cuestión, García Bercero ha querido quitar hierro al asunto asegurando que “el Consejo será un órgano en el que EEUU y la UE aborden temas concernientes a las diferencias regulatorias entre ambos y será también un foro para dar voz y escuchar a todos los actores sociales, desde las empresas a los sindicatos pasando por otros colectivos”, pero garantizó que “en ningún caso servirá para conceder privilegios regulatorios”.

Sin embargo, no parece que esta fórmula convenza a la sociedad civil. De hecho, 160 organizaciones han firmado un documento contra la creación de este organismo en el marco del TTIP. “Su objetivo es anteponer los intereses de las grandes corporaciones a los de los ciudadanos, los trabajadores y el medioambiente”, asegura una declaración de CorporateEuropeObservatory, la ONG que investiga la acción de los lobbies en Bruselas y una de las organizaciones firmantes del documento.

Un nuevo impulso en 2015

Tanto los responsables de negociar el TTIP por parte de la UE como de EEUU han asegurado además que ambos tienen el objetivo compartido de que en 2015 “se produzca un fuerte impulso a las negociaciones sobre el TTIP”.

Por este motivo, uno de los elementos cruciales en las negociaciones de esta semana en Bruselas ha sido diseñar un ambicioso calendario de trabajo hasta el próximo verano.

“Haremos otras dos rondas antes del verano y multitud de encuentros sectoriales entre rondas”, detalló García Bercero. “Hasta ahora, las partes importantes del trabajo se hacían en las rondas de negociaciones, como la que ha tenido lugar esta semana en Bruselas, pero a partir de ahora nuestro compromiso es que el grueso del trabajo se realiza entre las rondas”, añadió Mullaney. “Tenemos el mandato para hacer que el TTIP tenga todo el avance posible este año”, apostilló.

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