Este artículo se publicó hace 4 años.
Crisis económicaCharles Michel propone reducir el presupuesto de la UE para contentar a los halcones del euro
El presidente del Consejo mantiene el tamaño del plan anticrisis de la Comisión, aunque prevé un endurecimiento en los criterios de acceso.
Irene Sánchez Artero
Bruselas-Actualizado a
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha presentado este viernes la nueva propuesta de cara a la cumbre europea que líderes celebrarán a la semana próxima. Michel propone un Fondo de Recuperación de 750.000 millones de euros, manteniendo el equilibrio entre préstamos y transferencias propuesto por la Comisión Europea. Hasta aquí ningún cambio. Sin embargo, para intentar contentar a los nórdicos, ha puesto encima de la mesa un presupuesto para los próximos siete años de 1,074 billones de euros, un montante ligeramente inferior al planteado por el Ejecutivo comunitario.
En la propuesta que ha puesto encima de la mesa el presidente del Consejo, se mantiene el tamaño del fondo anticrisis propuesto por Bruselas. Así, respeta el equilibrio entre transferencias y préstamos, de 500.000 millones y 250.000 millones de euros, respectivamente. Un punto que no gustará a los autodenominados frugales (Holanda, Dinamarca, Austria y Suecia), que prefieren evitar las subvenciones.
Michel, como buen belga, ha insistido en que respeta la opinión de todos los socios del bloque y ha pedido responsabilidad a sus colegas para alcanzar un acuerdo en la mayor brevedad posible. Así, ha señalado que el hecho de apostar por los préstamos es "ayudar a aquellos países para los que la deuda puede suponer un problema, que podría desencadenar en consecuencias para el mercado único". "Nadie tiene interés en que aumente la disparidad dentro del mercado único", ha añadido.
El Presidente del Consejo Europeo ha propuesto también cambios en los criterios para acceder al fondo anticrisis
Para no tocar el tamaño del Fondo de Recuperación de la Comisión Europea, destinado principalmente a sacar del atolladero a las economías que más están sufriendo las consecuencias de la pandemia (España e Italia), el Consejo ha hecho algunas concesiones a los halcones del euro. Además de reducir ligeramente el presupuesto para los próximos siete años, ha propuesto cambios en los criterios para acceder al fondo anticrisis.
La idea de Michel es ejecutar el 70% del plan entre 2021 y 2022, y guardarse el 30% restante para 2023, a la espera de conocer los efectos de la pandemia sobre las economías europea. De este modo, los frugales esperan que el dinero quede más repartido, aunque implique una inyección a las economías mucho más lenta. Además, han propuesto adelantar dos años el momento en el que la Unión Europea empiece a devolver la deuda que emita para financiar el plan anticrisis.
Entre los puntos importantes de esta propuesta está que el Consejo se ha auto otorgado mayor poder para aprobar o rechazar los planes nacionales que cada país envíe para acceder a las ayudas del plan anticrisis. Según ha propuesto Michel, basándose en la idea de la presidencia alemana, el Consejo aprobará los programas nacionales de reforma por mayoría cualificada. Una vez aprobada, el dinero llegará por tramos.
Los estados miembros podrán acceder a las ayudas anticrisis a condición de que cumplan lo dictado en el Semestre Europeo
Tal y como propuso la Comisión Europea, la condicionalidad para acceder a estas ayudas estará basada en el cumplimiento de las recomendaciones del Semestre Europeo. Así, el ex ministro belga ha avanzado que quiere que el 30% del dinero que pidan los Estados miembros vaya destinado a la transición climática.
Cuando en Europa todavía se hablaba de gripe para referirse al coronavirus, los líderes mantuvieron una cumbre de 30 horas para definir el tamaño del Marco Financiero Plurianual o presupuesto de la UE, sin alcanzar un acuerdo. Era febrero y, en aquel entonces, los Estados miembros no se pusieron de acuerdo en dar luz verde a los 1,095 billones de euros. Los países del norte de Europa pedían que el presupuesto no superase el 1% de la renta nacional bruta de la Unión Europea, mientras que los amigos de la cohesión exigían un presupuesto más generoso. Bruselas proponía 1,11% y el Parlamento 1,3%. Ahora, el presidente del Consejo ha rebajado la cifra que se negociaba en febrero y propone a los socios un paquete de 1,074 billones.
Michel ha informado que tiene previsto trabajar en base a tres principios: convergencia, resiliencia y transformación. Ha subrayado la importancia de amplificar la convergencia en el plano europeo, reforzar la capacidad de reacción del bloque ante futuras crisis y apostar por una Europa más verde y robusta, con la lucha contra el cambio climático y la transformación digital como bandera.
Charles Michel (Consejo Europeo): "Es el momento de actuar y decidir"
A pesar de que el Consejo ha hecho auténticos malabares para presentar esta caja de negociación, el presidente ha aventurado que "durante la cumbre tendremos debates difíciles y cuento con la valentía política". "Es el momento de actuar y decidir", ha subrayado.
Charles Michel también intentará que los jefes de Estado y de Gobierno aprueben la puesta en marcha de una tasa sobre el plástico a partir del año próximo, así como una tasa digital a la entrada de carbón.
La vicepresidenta Nadia Calviño ha evitado pronunciarse sobre la propuesta del presidente del Consejo tras la reunión con sus homólogos europeos. Sin embargo, la primera ministra finlandesa, Sanna Marin, sí lo ha hecho. Según ha publicado en su perfil de Twitter, considera que los cambios presentados por Charles Michel no son suficientes y ha instado a sus colegas a recortar el plan anticrisis y reducir las subvenciones, para dar más peso a los préstamos.
Ahora arrancan las llamadas y reuniones online bilaterales, para que a la semana que viene los líderes puedan avanzar en la negociación de estas partidas, tan importantes para superar los estragos del virus, y que deben de aprobarse por unanimidad.
La canciller alemana, Angela Merkel, espera que haya fumata blanca antes de dar el pistoletazo de salida a las vacaciones de verano. Sin embargo, cabe recordar que sin la luz verde del Parlamento Europeo, no habrá plan anticrisis ni presupuesto de la UE. El presidente de la Eurocámara, David Sassoli, ha repetido en las últimas semanas por activa y por pasiva que la institución no aceptará una reducción del tamaño propuesto por la Comisión Europea.
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