Siria libera a varios activistas detenidos las últimas semanas

La represión violenta de las manifestaciones en Siria no impide que las autoridades de Damasco impulsen de tanto en tanto alguna medida de gracia dirigida a la oposición. Tanques y concesiones se suceden con la intención de acabar con las protestas que comenzaron hace casi ocho semanas y que han costado la vida a más de 600 personas, según varias organizaciones locales de derechos humanos.

Las noticias provenientes de Damasco señalan que el lunes por la noche las autoridades comenzaron a liberar a varios activistas en un nuevo intento de acercamiento dirigido a una oposición que no está articulada ni organizada y a la que las protestas han cogido tan por sorpresa como al Gobierno.

La agencia Reuters informó de que los primeros activistas en ser liberados han sido Hassan Abdel Azim, de 81 años, y Hazem al-Nahar, que abandonaron la prisión el lunes por la noche. Otros personajes notables de la oposición saldrán de la cárcel en cuanto se pongan en orden sus papeles.

Según el activista Louay Hussein, la consejera de Asad se mostró "positiva"

Bouthaina Shaaban, consejera de Bashar al Asad, ha recibido instrucciones del propio presidente para establecer un diálogo constructivo con ciertos activistas y miembros de la oposición. Shaaban ya se ha reunido con varios de ellos y concedió una entrevista a The New York Times, en la que se mostraba bastante condescendiente.

Shaaban manifestó que en el plazo de una semana el diálogo con algunas figuras de la oposición será más amplio. El régimen ha prometido medidas de apertura que probablemente están relacionadas con la presión de la comunidad internacional. No está claro hasta dónde puede llegar la apertura sin que el régimen se suicide.

Según el activista Louay Hussein, que asistió al encuentro de Shaaban, la consejera de Asad se mostró "positiva". La misma liberación de algunos activistas indica que el Gobierno está cambiando el paso. Los opositores pidieron a Shaaban que el Ejército deje de atacar a la población y se permita la entrada de los periodistas en las ciudades donde tienen lugar las protestas.