Trump despliega la Guardia Nacional en Chicago en su cruzada contra las ciudades demócratas
El alcalde de Chicago declara los espacios públicos "zonas libres de ICE" y advierte a los agentes federales que si violan las normas locales incurrirán en un "delito penal" y "deberán rendir cuentas".

Cerca de la mitad de los 200 soldados de la Guardia Nacional de Texas enviados al estado de Illinois para proteger a agentes federales llegaron este martes al área de Chicago, según informaron CNN y The New York Times, citando este último fuentes militares "familiarizadas con el despliegue".
El resto de esas tropas, autorizadas a trasladarse por el gobernador texano Greg Abbott bajo órdenes del presidente Donald Trump, llegarán dentro de unas horas y se movilizarán en varios puntos de la ciudad "el miércoles a más tardar", agrega la cabecera neoyorquina.
Además, en su testimonio ante el Comité Judicial del Senado, la fiscal general de EEUU, Pam Bondi, declaró que el director del FBI, Kash Patel, y el fiscal general adjunto Todd Blanche se dirigen a Chicago junto con las tropas de la Guardia Nacional.
"Ojalá amaran a Chicago tanto como odian al presidente Trump; actualmente la Guardia Nacional está de camino a Chicago porque no protegen a sus ciudadanos", contestó Bondi a la pregunta de Dick Durbin, senador demócrata por Illinois, en el mencionado comité sobre la movilización de las tropas en su estado.
Por el momento, el juzgado federal del sur de la ciudad de Chicago y el centro de detención Broadview, donde se han reunido manifestantes en las últimas semanas y hubo algunos enfrentamientos con las autoridades, permanecen en calma.
El despliegue ordenado por Trump ocurre en medio de crecientes protestas contra las redadas migratorias en Chicago. La ciudad está envuelta desde hace casi un mes en la operación Midway Blitz, liderada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EEUU (ICE), que, amparados en "garantizar la seguridad", han intensificado las detenciones de personas de origen latino, principalmente con el objetivo de deportarlas.
Los agentes de la Patrulla Fronteriza incluso llegaron a abrir fuego este pasado sábado en el área de South Side, hiriendo a una ciudadana estadounidense.
Por su parte, el propio Trump intervino este martes desde el Despacho Oval junto al primer ministro canadiense, Mark Carney, para volver a cargar contra el gobernador de Illinois, J. B. Pritzker, y el alcalde de Chicago, Brandon Johnson -ambos del Partido Demócrata-, resaltando su "incapacidad" en la gestión de "asuntos de delincuencia".
No obstante, estadísticas oficiales sobre criminalidad del Departamento de Policía de Chicago muestran descensos interanuales, con una reducción de los homicidios del 28% respecto al mismo período del año pasado y de casi el 50% respecto a hace cuatro años.
Este lunes, Trump dijo que consideraría invocar la Ley de Insurrección —una normativa de 1807 que otorga al presidente poderes de emergencia para desplegar tropas en territorio estadounidense— como una forma de eludir las recientes sentencias judiciales que han bloqueado sus esfuerzos por desplegarlas en otras ciudades estadounidenses.
Experiencia en la frontera con México
Los efectivos que la Guardia Nacional de Texas ha desplegado en el área de Chicago tienen experiencia en la frontera sur de Estados Unidos, según aseguró este martes el gobernador, Greg Abbott.
En una entrevista con la cadena Fox News, el republicano defendió su decisión de enviar a los militares hacia otro estado para apoyar la campaña de arrestos y deportaciones de migrantes del Gobierno de Donald Trump.
"Tanto el alcalde como el gobernador de Illinois tienen que enfrentar el hecho de que no están haciendo su trabajo de mantener la seguridad de los agentes federales y hacer cumplir la ley federal", indicó Abbott.
La Guardia Nacional de Texas ha sido acusada por organizaciones en defensa de los derechos humanos de uso excesivo de fuerza y abusos contra los migrantes.
Las denuncias van desde el uso de proyectiles de gas pimienta contra personas que no representaban un riesgo, incluyendo mujeres y niños, hasta abusos físicos contra los migrantes, como golpizas o empujarlos contra los alambres de concertina, según recogen Human Rights Watch y la oficina de Washington para Latinoamérica (WOLA).
Zonas libres de ICE en Chicago
Por su parte, el alcalde de Chicago, el demócrata Brandon Johnson, abogó este martes por imputar a los agentes federales que infrinjan su orden ejecutiva que establece zonas libres de operativos migratorios ante la llegada de tropas estatales ahora federalizadas por orden del presidente Donald Trump.
En una rueda de prensa, Johnson advirtió que si los agentes federales violan las normas locales incurrirán en un "delito penal" y vaticinó que habrá "gente en los tribunales", pero reconoció que está "explorando" las autoridades a su alcance que le "permitan hacer cumplir la ordenanza" que firmó este lunes.
La orden está dirigida únicamente a los operativos de los agentes del ICE y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, en inglés), y les prohíbe utilizar estacionamientos y terrenos propiedad de la ciudad o controlados por ella.
Preguntado por las consecuencias de que los agentes federales violen la orden de ICE Free Zones (Zonas libres de ICE), que ha sido criticada duramente por la Casa Blanca, Johnson afirmó que "deberían ser imputados con un delito" por la "entidad que están violando: la ciudad de Chicago".
Johnson, que arremetió repetidamente contra el Gobierno de Trump y el ICE, transmitió un mensaje de "calma", instó al civismo e incidió en que está utilizando las "herramientas" disponibles a nivel local para proteger a los residentes de Chicago, que tiene una de las mayores poblaciones mexicanas del país.
Precisamente señaló que espera que unos 3.000 corredores mexicanos participen en la Maratón de Chicago, que tendrá lugar este domingo, y dijo desear "que vengan todos" y que rija la normalidad, pese a entender el "miedo" de la comunidad inmigrante ante la escalada en los operativos y las protestas.
"Entiendo el miedo, pero les pido no tenerlo", agregó, remitiendo a su normativa para proteger los espacios públicos de las redadas, y a otras medidas "a largo plazo" que baraja "para que las familias se sientan seguras".
Sostuvo, además, que si los ciudadanos ven a alguien enmascarado, como suelen lucir algunos agentes federales en los operativos migratorios, deben saber que "eso no es un policía local", porque son identificables.
"Lo que la Administración Trump está haciendo para escalar la violencia en Chicago y otras ciudades es reprensible. Ha declarado la guerra a Chicago, algo que me resulta desconcertante", opinó el alcalde, quien condenó las acciones gubernamentales como dirigidas a la clase trabajadora y no blanca en general.



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