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40ª Congreso Federal de PSOE Sánchez tiene alfombra roja en el 40º Congreso para sumar más de una década al frente del PSOE

El líder socialista ha hecho un partido de afines y no hay actualmente el menor sector crítico, salvo en temas puntuales, que le pueda disputar la Secretaría General. Su objetivo es una amplia renovación de la Ejecutiva Federal contando con los territorios y con dirigentes dedicados exclusivamente al partido.

De izquierda a derecha, Oscar Puente, Cristina Narbona, Pedro Sánchez, Adriana Lastra, José Luis Abalos, José Luis Rodríguez Gómez de Celis y Carmen Calvo, durante el acto de clausura del Congreso Federal del PSOE. /EFE
De izquierda a derecha, Oscar Puente, Cristina Narbona, Pedro Sánchez, Adriana Lastra, José Luis Abalos, José Luis Rodríguez Gómez de Celis y Carmen Calvo, durante el acto de clausura del 39º Congreso Federal del PSOE. /EFE.

No ha causado demasiada expectación en el PSOE la convocatoria del 40º Congreso Federal del partido para la segunda quincena de octubre, aunque supere en cuatro meses el mandato de cuatro años que se fija en los estatutos del partido y cree algún inconveniente a las federaciones socialistas que deberán retrasar sus respectivos congresos.

Y no sólo porque las circunstancias de la pandemia puedan justificar el retraso o porque aún falte mucho tiempo para pensar en el cónclave socialista, sino porque en el partido se da por hecho que Pedro Sánchez volverá a ser elegido como secretario general del partido y no se espera ninguna oposición interna ni a algún otro candidato alternativo a la Secretaría General del PSOE, aunque las primarias oficialmente sí tendrán que ser convocadas.

Sánchez, con la lección bien aprendida de su primera etapa al frente del partido (2014-2016), ha hecho un PSOE a su medida, sólo de afines y apartando de cualquier puesto de relevancia política a todas las voces críticas o a los dirigentes de otras etapas.

Ni los más viejos del lugar recuerdan un secretario general con menos contestación interna, y algunas discrepancias procedentes de algunos barones históricos como Emilia García-Page o Javier Lambán se dan por amortizadas y no suponen ningún desgaste a su liderazgo.

Aunque algún conciliábulo de importantes exdirigentes del partido se mantiene periódicamente, no existe ninguna intención de plantear batalla en el 40º Congreso, al menos, de momento.

Con este escenario resuelto, los otros dos temas claves de un Congreso parecen cosas de menor calado: el cambio de la dirección en el partido y el programa político.

Cambios en la dirección

Sobre la renovación en el PSOE, fuentes consultadas apuntan que Sánchez hará un importante cambio en su actual Ejecutiva, de la que saldrán la mayoría de sus actuales miembros.

El líder socialista quiere más gente dedicada al partido, ya que desde que llegó al Gobierno prácticamente desmanteló Ferraz y la mayoría de los miembros con áreas importantes en la dirección están trabajando en La Moncloa.

Para ello, consultará a los territorios e incorporará algunos nombres que se le propongan pero, según apuntan fuentes cercanas al secretario general, Sánchez tiene ahora un conocimiento más amplio del partido y sabe con quién quiere contar.

Aunque el objetivo sigue siendo finalizar la legislatura, no hay nada garantizado y, en cualquier caso, 2022 ya es un año preelectoral de cara a las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2023, por lo que quiere volver a tener un partido engrasado a nivel federal y territorial (lo congresos regionales no acabarán hasta el verano de 2022) y con los liderazgo y las estructuras consolidadas.

El debate sobre la monarquía

En cuanto al programa político, sólo hay un escollo que puede alterar un Congreso que se antoja plácido: el debate de monarquía o república. Sánchez ya ha advertido que el PSOE seguirá defendiendo el actual modelo de Estado, intentando zanjar de antemano dicho debate interno. Sin embargo, en el partido aumentan las voces que ven la necesidad de plantear este asunto.

Tradicionalmente, hay una enmienda en este sentido de las Juventudes Socialistas que, con alguna tensión que otra, siempre decae en cada Congreso. El tema es si los "cachorros" del PSOE encuentran algún otro aliado territorial que se sume a su propuesta. La propia presidenta de Navarra y secretaria general del PSN, María Chivite, ya indicó que si se abre la reforma Constitucional el PSOE tiene que posicionarse en este asunto. 

Lo que sí opinan algunos dirigentes socialistas consultados por Público es que va a ser difícil obviar el debate y algunos proponen posturas intermedias que, sin llegar a cuestionar el modelo de Estado, sí avance en otros posicionamientos del partido en torno a la monarquía.

En el resto de temas, en principio, se esperan pocas novedades ya que el programa socialista está casi en su integridad en el acuerdo con Unidas Podemos para formar el Gobierno de coalición, aunque habrá novedades en materias de políticas sociales, sobre todo.

De momento, ni Sánchez ni el PSOE tienen en la cabeza el 40º Congreso, sobre todo, porque todavía quedan muchos meses y se tiene más que comprobado que las circunstancias cambian de modo vertiginoso. Aunque, en principio, Sánchez acude para pasearse por la alfombra roja y con el camino despejado para poder estar más de una década al frente del PSOE.

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