La crisis de los cribados de cáncer de mama ha revelado los jirones en el tejido del sistema público de salud en Andalucía. El presidente, Juan Manuel Moreno Bonilla (PP), ha cesado como consecuencia de los fallos a su consejera de Salud, Rocío Hernández, y ha colocado en el cargo a su lugarteniente principal, el consejero de Presidencia Antonio Sanz, con la idea de lanzar un mensaje político: la sanidad es una prioridad.

Entre los diversos planes anunciados por ambos con la idea declarada de mejorar el sistema público está un plan, de momento un anuncio, para la contratación de decenas de radiólogos (65 es el objetivo), quienes se ocupan de analizar las imágenes del interior del cuerpo y juegan un papel clave en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, y especialistas de otras disciplinas (hasta 178). 

Estos planes de contratación de médicos, empero, está por ver que se puedan cumplir, o como mínimo desarrollarse con agilidad. Los médicos, sindicatos sanitarios y mareas llevan muchos años reclamando mejores condiciones y alertando de las fugas de profesionales. Cada año, según recogen los informes que cada año publica el Consejo Andaluz de Colegios de Médicos, más de 500 colegiados se marchan de Andalucía. Y desde el fin de la pandemia lo hacen con mayor intensidad. En los últimos tres años, han sido 1.784 quienes se han ido.

"Prefieren seguir en la privada o irse fuera de Andalucía. ¿Quién se va a venir con las condiciones precarias que les ofrecen: menos retribuciones, menos tiempo y peores condiciones de desarrollo profesional? Contratos a tiempo parcial, por meses, cambiando de sitio cada equis tiempo…..", describen fuentes de UGT. "Las severas carencias de profesionales y las retribuciones, más bajas que en otras comunidades autónomas, permiten explicar la marcha de profesionales a otras regiones", abundan en CCOO.

Médicos hay: los datos que recopilan los colegios de médicos revelan que aumenta el número de colegiados en activo, incluyendo los profesionales de la pública junto con los de la privada y quienes compatibilizan ambos sistemas. 

Así lo exponen en su informe del año 2024: "El número de colegiados total, el de los activos y la tasa por 1.000 habitantes crece en los últimos años. Estos datos desmienten que falten cada vez más médicos en nuestra tierra, y confirma que las condiciones en que trabajan y sus sueldos son las causas de esa escasez. Debemos seguir aumentando las plazas MIR como se viene haciendo en los últimos años".

En 2024, según los colegios, se adjudicaron 1.371 plazas MIR en Andalucía, de las 1.437 plazas convocadas. En 2025 está previsto la adjudicación de 1.921 plazas, 484 plazas más que en 2024. Cifras por encima de las salidas anuales.

"El año pasado —agrega el trabajo de los colegios de médicos— quedaron vacantes 66 plazas MIR en todas las provincias de Andalucía, con la excepción de Sevilla. Si se aumentan sin parar las plazas MIR sin analizar por qué quedan vacantes sin elegir, sobre todo en MFyC (Medicina de Familia y Comunitaria), no avanzaremos en mejorar la sanidad pública. Hay que mejorar sus condiciones laborales y retributivas [o] será todo inútil".

La necesidad de contratar más médicos que aseguren la calidad del sistema es crucial, además, si se atiende también al siguiente dato, que aporta el colegio: "El 33% de los médicos andaluces en activo tienen más de 55 años y es previsible que se jubilen en los próximos 10 años, lo que supone la necesidad de convocar más plazas MIR en los próximos años para incrementar el número de médicos especialistas".

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El consejero Antonio Sanz es consciente, según manifestó esta semana en rueda de prensa, de todo ello: "No podemos renunciar a ningún profesional. Tenemos que hacer atractivo el sistema andaluz, cuesta mucho dinero formar a profesionales sanitarios. Cuesta mucho formar a un profesional. Sí tendremos que tomar medidas para que los MIR se queden y hacer atractivo que gente que salió vuelva. No es solo cuestión de dinero, pero es necesario incentivar".

Los salarios

Sobre salarios, la Fundación Centro de Estudios Vicente Matas y el Sindicato Médico de Granada publican estudios al respecto. En los últimos, referidos al año 2024 y la evolución desde 2009, exponen que las retribuciones en Andalucía que se ofrecen a los MIR y a los médicos de Atención Primaria están por debajo de la media española y en la franja baja de todas las comunidades. Los datos revelan además fuertes diferencias entre ellas.

En el caso de los MIR, según el trabajo, "las diferencias brutas entre máximos y mínimos van desde los 266 euros al mes (el 20,42%) para los residentes de primer año hasta los 302 euros brutos/año (el 16,82%) para los de quinto año". "Las diferencias en el neto llegan hasta el 23,50% en el residente de primer año. Las diferencias entre el mínimo y la media llegan al 7,89% y superan el 4,98% en todos los casos", agrega el estudio. En Andalucía, el salario bruto del primer año como MIR es de 1.320 euros al mes y en Madrid, por ejemplo, de 1.459, según este estudio. La media del Estado es de 1.382 euros.

Y en el de los médicos de cabecera, expone el informe, "después de mucha formación, esfuerzo y tiempo, si el médico tiene suerte y consigue trabajo, tendrá unas retribuciones que varían mucho de unos [lugares] a otros y más después del recorte medio de los empleados públicos del 5% en 2010 (que fue de superior al 8-9% para los médicos) y los recortes adicionales del año 2012: recortes progresivos que no se compensarán nunca, con los incrementos lineales que se están realizando estos años", agrega el informe. En Andalucía, un médico de cabecera interino eventual o sustituto puede ganar, según este trabajo, 3.981 euros brutos. La media española es de 4.180. 

Miles de médicos más

La tarea que tienen Moreno y Sanz por delante, si van en serio con sus proclamas a favor de la sanidad pública y su intento de que la crisis de los cribados provoque de algún modo una suerte de catarsis de la que el sistema salga reforzado, es ingente. Los datos oficiales confirman que en la sanidad pública de Andalucía, la comunidad autónoma más poblada, hay menos médicos en el sistema público que en otras comunidades en términos relativos y también en términos absolutos. 

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En Andalucía había en el año 2023, según la última estadística oficial disponible en la web del ministerio de Sanidad, 26.721 profesionales de la medicina trabajando en el sistema público de salud. Por delante, se sitúan Catalunya, con 29.062 y Madrid con 26.644. Traducido, la ratio de médicos por cada 1.000 habitantes, de 3,1, era entonces la menor de las 17 Comunidades Autónomas. En Catalunya, tienen una tasa de 3,6 y en Madrid de 3,9. La media del país está en el 3,7.

"Andalucía ocupa las últimas posiciones, lo que muestra el importante déficit en materia de recursos humanos que sufrimos. Para igualar la tasa estatal necesitaríamos 5.400 profesionales [más] de la medicina. La COVID trajo al sistema nuevos profesionales que, de haber continuado, hubiera permitido que Andalucía contara con unas ratios más dignas y, desde ahí, alcanzar las que los ciudadanos de un Estado del bienestar merecen", analizan en CCOO.

Políticas eficaces y ofertas fracasadas

Hace escasas fechas, Moreno y Sanz se sentaron con la directiva del colegio de médicos y allí hablaron de los planes al respecto de la sanidad. El colegio planteó al Gobierno un decálogo de medidas a tomar para "dignificar" su labor. De ellas, tres están directamente relacionadas con la mejora de las condiciones económicas. 

Así, por un lado, plantearon "contratos transparentes, estables y dignos, reactivación de la bolsa de empleo temporal y medidas para retener médicos recién titulados", por otro, una "igualdad retributiva entre médicos de hospital y de Atención Primaria, reactivación de la carrera profesional y reconocimiento de méritos docentes y asistenciales", y, también para las llamadas "zonas de difícil cobertura", donde la sanidad se acerca al colapso, "incentivos económicos, dotación de medios y vivienda para asegurar atención médica en áreas rurales o con menor acceso a servicios, incluyendo la sanidad penitenciaria".

Además, los médicos plantearon también otras medidas que tienen que ver con cómo llevan a cabo su labor, en qué condiciones. Así, reclamaron "planes de verano en zonas con incremento poblacional, desdoblamiento de cupos en centros saturados, actualización de plantillas, eliminación de burocracia innecesaria y garantía de cobertura y sustitución de ausencias para el correcto funcionamiento de los servicios". Y "facilitar tiempo y recursos para formación, investigación y desarrollo profesional dentro del sistema sanitario andaluz".

La delegación en Sevilla del Sindicato Médico Andaluz ha manifestado en un comunicado de prensa que "el déficit de plantilla más grave es precisamente el de facultativos" y "a juzgar por los antecedentes de contratación de los últimos años, es muy probable que los contratos para médicos queden en su mayoría vacantes, en especial si, como tememos, las ofertas son temporales". 

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"De hecho —añaden— desde hace años las ofertas de trabajo que el SAS ofrece a los médicos que terminan la especialidad son un fracaso. Si nuestros temores se confirman, los 101 millones de euros que el SAS va a destinar a estos planes de choque acabarán reforzando las plantillas de personal no facultativo, en lugar de ir dirigidos a mejorar las condiciones de trabajo de los médicos y atraerlos así al sistema público". 

"El déficit de médicos se agravará y, como consecuencia, las demoras asistenciales crecerán de manera generalizada. Pero el SAS no tendrá dinero para solucionar el problema porque lo habrá gastado en medidas ineficaces. Este es, de hecho, el resumen de la gestión que ha hecho el SAS en los últimos años", remacha el sindicato médico.