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Catalunya Aragonès buscará apoyo en los comunes para reclamar un referéndum a Sánchez

El presidente de la Generalitat asegura que persistirá hasta conseguir el referéndum de autodeterminación y una ley de amnistía que absuelva a todos los encausados por el procés.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), recibe en el Palacio de la Moncloa al president de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonès, a 29 de junio de 2021, en Madrid (España)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), recibe en el Palacio de la Moncloa al president de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonès, a 29 de junio de 2021, en Madrid (España). Ricardo Rubio / Europa Press

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha avisado este miércoles que no renunciará a un referéndum de independencia para Cataluña, aunque el PSOE se niegue a aceptarlo, y ha anunciado que próximamente citará a los partidos soberanistas, entre los que cuenta a En Comú Podem, para que le apoyen en su demanda.

Después de que los dos presidentes se reunieran el martes durante más de dos horas y media en la Moncloa sin llegar a ningún acuerdo, hoy han hecho aún más evidentes sus discrepancias sobre cómo hay que resolver el conflicto catalán.

El primero en fijar su postura ha sido Sánchez, que en el Congreso ha cerrado la puerta a que el PSOE avale una votación sobre la independencia de Cataluña. "No habrá referéndum de autodeterminación salvo que quienes lo defienden consigan convencer a las tres quintas partes de esta Cámara para que se modifique el artículo 2 de la Constitución y los españoles ratifiquen ese cambio mediante referéndum. Ya les digo, que el PSOE nunca jamás lo aceptará", comentaba.

Aragonès invita a Sánchez a tener una mentalidad abierta sobre el referéndum

Tras esa afirmación, Aragonès ha replicado en declaraciones a La Sexta que su gobierno "persistirá" hasta conseguir el mencionado referéndum. En este sentido, ha invitado a Sánchez a "tener una mentalidad abierta" y a explorar otras vías para facilitar la convocatoria del referéndum sin implicar a las Cortes Generales; por ejemplo, transfiriendo a la Generalitat las competencias en esta materia, tal y como ya se planteó en 2014.

Pese a estas diferencias, Aragonès se ha mostrado convencido de que la mesa de diálogo con el Gobierno, que ayer se acordó que se reúna la tercera semana de septiembre, justo después de la Diada, puede servir para acercar posiciones.

Antes de la cita, el presidente catalán ha anunciado en Catalunya Ràdio que buscará la complicidad de partidos y entidades soberanistas para fijar una postura "de país" alrededor de las demandas de un referéndum de autodeterminación y una ley de amnistía que absuelva a todos los encausados por el procés.

En primera instancia, ha detallado Aragonès, citará a los partidos que apoyaron su investidura, ERC, JxCat y CUP, como grupo impulsor de un "Pacto nacional por la amnistía y la autodeterminación", y en una segunda fase buscará cómo sumar a entidades y partidos soberanistas, como En Comú Podem, que también forman parte del Gobierno a través de Unidas Podemos.

Diálogo con los partidos catalanes

Precisamente, la líder de En Comú Podem en el Parlament, Jéssica Albiach, ha pedido al president que antes de que se reanuden los trabajos de la mesa de diálogo convoque la mesa de partidos para escuchar la opinión de todos los partidos catalanes. En la misma línea se ha manifestado el líder del PSC en el Parlament, Salvador Illa, que ha advertido a Aragonès que el diálogo "nacerá cojo" si la mesa con el Estado no se complementa con otra dentro de Cataluña.

Los socialistas, que fueron quienes promovieron la mesa de partidos en la anterior legislatura, presentarán en el próximo pleno una iniciativa para que sea el Parlament quién reclame al Govern que active el diálogo entre catalanes. Aún sobre relaciones con el Estado, Aragonès ha apuntado que "a día de hoy" no tiene previsto participar en la próxima conferencia de presidentes autonómicos porque quiere priorizar la negociación bilateral.

Y todo esto mientras sigue la polémica por los 5,4 millones de euros de fianza que el Tribunal de Cuentas exige a ex altos cargos de la Generalitat por, presuntamente, haber usado dinero público para promocionar el referéndum del 1-O en el extranjero.

Uno de los afectados, el exconseller Andreu Mas-Colell, a quien se piden 2,8 millones, ha instado al Govern a desvincular esta causa de la reivindicación de la amnistía y a buscar un acuerdo "rápido y táctico" con el Estado para "neutralizar" el impacto que la liquidación de estos depósitos puede tener en la vida de las personas investigadas.

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