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Conflicto entre Rusia y Ucrania Albares defiende el diálogo sobre Ucrania y asegura que "no estamos en el escenario de un conflicto militar"

El ministro de Exteriores ha subrayado en el Congreso que existen "otros medios diferentes a los militares para defender la legalidad" y, pese a enmarcar la disuasión en el proceso negociador, ha rehusado dialogar con Rusia "bajo la amenaza".

25/01/2022.- El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, antes de comparecer hoy martes en el Congreso tras la sesión extraordinaria de la Comisión de Asuntos Exteriores para tratar la tensión entre Rusia y Ucrania
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, antes de comparecer este martes en el Congreso. Kiko Huesca / EFE

El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, ha acudido este martes al Congreso con el objetivo de informar de manera urgente sobre la actuación de España en el conflicto entre Rusia y Ucrania en plena escalada de tensión donde todos los escenarios están abiertos, incluida la amenaza militar.

Con el ánimo de exponer la situación de "manera clara" y "sin alarmismos", Albares se ha dirigido a los portavoces de Exteriores de las diferentes fuerzas políticas del arco parlamentario para encontrar en la Cámara Baja "la unidad" expresada en la reunión que mantuvo este lunes con sus homólogos de la UE y de la OTAN. Una unidad que no ha encontrado, entre otras cosas, por las divergencias existentes entre las diferentes formaciones a la hora de definir la estrategia a seguir.

En este sentido, tras detallar que se trata de una cuestión "grave" que afecta a Europa y a la legalidad internacional, Albares ha subrayado la posición del Gobierno de coalición: diplomacia, distensión y desescalada, pero también disuasión, unos términos incompatibles a tenor de lo expuesto por la mayoría de los portavoces de los grupos de izquierda. 

El ministro de Exteriores ha ensalzado el "diálogo" como "única vía que se contempla para salir de esta situación" al mismo tiempo que ha apostado por la "disuasión", siempre con el plácet, según ha reiterado, de los países comunitarios y el resto de integrantes de la Alianza Atlántica. "Toda intervención militar tendrá consecuencias económicas masivas y altos costes", ha avisado en relación a las sanciones previstas para Moscú ante una hipotética invasión en Ucrania.

Asimismo, a pesar de desatacar que hay "otros medios diferentes a los militares para defender la legalidad", sin querer desvelar en qué consisten esas sanciones en favor de la disuasión, Albares ha subrayado que la pelota está en el tejado del Kremlin. "Los siguientes pasos dependerán de las decisiones que tome Moscú. No es una situación que hemos buscado, pero tendremos que hacer frente", ha sostenido además de remachar que no se puede negociar con Rusia "bajo la amenaza".

En esta línea, ante los reproches de los representantes de ERC, EH Bildu, Junts, la CUP y BNG, que han exigido una "posición activa de la neutralidad" en caso de que el asunto aboque a un conflicto militar, el ministro ha dejado claro que ni España ni el resto de aliados "están en ese escenario". "Nuestro único escenario es el diálogo", ha zanjado para responder a estas quejas a pesar de haber sostenido previamente que el "Gobierno está coordinado y preparado para cualquier eventualidad, junto a nuestros socios y aliados".

Los socios exigen más claridad ante una posible guerra

Minutos antes, la portavoz de ERC en la Comisión de Exteriores, Marta Rosique, ha mostrado sus dudas en torno a la posible participación de las tropas españolas ante una situación de guerra. "Nos preocupa que el Gobierno no defienda que no va a posicionarse entrando directamente en un conflicto militar", ha reflexionado 

Y es que, estos grupos, además de Unidas Podemos, entienden que el adelanto del envío de la fragata Blas de Lezo de la Armada al Mar Negro y la presencia del caza Meteoro en Bulgaria, pese a estar enmarcados en misiones de la OTAN ya programadas y aprobadas, deberían de haberse revertido dado el contexto actual. "No entendemos esa carrera belicista, de Guerra Fría 2.0, en la cual España no pinta nada. Es tiempo de bomberos, no de pirómanos. La disuasión no puede ser enviar tropas a una zona en tensión", ha apostillado el diputado de la coalición abertzale Jon Iñarritu.

En este sentido, el parlamentario del grupo confederal Antón Gómez-Reino ha querido coger el testigo de la diplomacia, pero ha pedido sustituir la disuasión por la "desmilitarización de zonas de Europa". Más rotundo se ha mostrado el diputado del BNG, Néstor Rego: "Si se quiere trabajar por la paz, no vale apostar por la guerra".

Frente a estas posturas, el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, ha defendido la necesidad de que Europa muestre una actitud de firmeza ante lo que considera "expansionismo" de Rusia que se viene manifestando, no sólo en las antiguas repúblicas soviéticas, sino en otros puntos del planeta como Siria o ahora en Burkina Fasso, y en actuaciones como las amenazas con el gas o los ataques de hackers.

También, la diputada de Cs Mari Carmen Martínez ha respaldado la posición del Gobierno en el marco de las acciones acordadas en el seno de la UE y la Alianza Atlántica para garantizar la soberanía de Ucrania toda vez que el PP ha confrontado con Albares por la ausencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la llamada del presidente de EEUU, Joe Biden, a los líderes europeos.

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