Las elecciones municipales supondrán un cambio en la alcaldía de Girona
Tras un mandato manchado por la pandemia y el temporal Gloria, los comicios pondrán a prueba la continuidad de Junts al frente de la capital gerundense con la exconsellera de Universitats Gemma Geis como candidata. Los dos principales partidos de la oposición, Guanyem Girona y el PSC, y ERC, que forma parte del gobierno desde el 2020, confían en incrementar el número de concejales y conseguir la alcaldía.
Andrea López Pastor
Girona-Actualizado a
Girona va a cambiar de alcaldía este año con toda probabilidad. La actual alcaldesa, Marta Madrenas, no opta a la reelección, tras un mandato en minoría de Junts en el que ha tenido que lidiar con conseguir diferentes pactos, intentar combatir los efectos de la pandemia y el temporal Gloria y sacar adelante proyectos como el nuevo hospital Trueta. Lo que faltará saber es si la formación independentista seguirá al frente de Girona, como lleva haciendo desde hace 12 años, o si el Ayuntamiento cambiará de color. Y también si el resto de consistorios de la comarca seguirán la tendencia de la capital.
En las pasadas elecciones municipales, los gerundenses optaron por un gobierno continuista, que ha necesitado alianzas para sacar adelante proyectos de ciudad importantes. Lo mismo ha ocurrido en otras poblaciones de la provincia, como Figueres, donde la actual alcaldesa, Agnès Lladó (ERC), llegó al cargo en sustitución de Jordi Masquef —que vuelve a presentarse este año pero encabezando la lista de Junts— con el apoyo de PSC, Guanyem Figueres y Canviem. Parece que habrá que recurrir de nuevo a los pactos para hacerse con la vara de alcalde de cara a este 2023. Y de momento, los partidos que optan a gobernar no han puesto líneas rojas a la hora de pactar.
Junts, el precedente gerundense
La herencia reciente de Girona es claramente convergente. La victoria de Carles Puigdemont en 2011 supuso una ruptura con el pasado socialista de 32 años en la ciudad, marcado por la alcaldía de Joaquim Nadal (1979-2002), seguida de la también socialista Anna Pagans (2002-2011). Significamente, mientras ahora Nadal es conseller del Govern en solitario de ERC en la Generalitat, Pagans apoya el proyecto de Guanyem Girona, liderado por el miembro de la CUP Lluc Salellas.
En 2019, la actual alcaldesa, Marta Madrenas, ganó su primera candidatura como cabeza de lista, aunque ya llevaba tres años ocupando el cargo tras la salida de Puigdemont para relevar a Artur Mas como presidente de la Generalitat y la efímera etapa de Albert Ballesta. Con más de un 30% de los votos, Junts se convirtió en la fuerza más votada de la ciudad de Girona, con un total de 9 concejales de los 27 que conforman el consistorio.
Como segunda fuerza, un partido de nueva creación, Guanyem Girona -que se autodefine como una candidatura ciudadana que integra a la CUP, socialistas independientes, comunes soberanistas y candidaturas independientes-, que con sólo un año de trayectoria obtuvo 6 concejales. Por detrás, el PSC, también con 6, ERC con 4 y Ciutadans con 2.
Marta Madrenas pone así punto final a su etapa al frente de la ciudad de Girona, cargo que ha compaginado con el de diputada del Parlament de Catalunya desde enero del 2018. Durante este periodo, Madrenas ha necesitado primero el apoyo del PSC de Silvia Paneque y después de Esquerra Republicana, con quien ha formado un gobierno de coalición desde 2020. Una formación liderada por Quim Ayats, quien durante estos años ha ejercido como vicealcalde y concejal de Cultura del Ayuntamiento de Girona y que vuelve a presentarse como alcaldable, con la voluntad de convertirse en el primer alcalde de Esquerra de la ciudad de Girona desde la Segunda República.
Una situación que no se mimetiza en muchos ayuntamientos de la comarca, que tienen al frente a representantes republicanos que optan a la reelección, como Agnès Lladó en Figueres, Jordi Viñas en Salt, Enric Marquès en La Bisbal o Àngel Canosa en Blanes.
"El cambio que Girona necesita"
Para mantener la alcaldía, Junts apuesta ahora por una lista renovada -con sólo dos candidatos que repiten- y un nuevo nombre al frente, el de Gemma Geis, tras la renuncia de la arquitecta Assumpció Puig, que fue elegida en las primarias. Pese a ser la única recién llegada con posibilidades de gobernar, Geis cuenta con la experiencia de haber sido consellera de Universitats durante poco más de un año y también vicerrectora de la Universitat de Girona.
Una candidatura que quiere aportar aire fresco y que se fundamenta en los "valores y talento" para una Girona "más conectada" en todos los ámbitos, especialmente en seguridad, limpieza y movilidad. Principios que también han sido los que han despertado más críticas durante estos años por parte de los partidos de la oposición y algunas asociaciones de vecinos, y que también son el punto fuerte de la campaña electoral de Junts en otros lugares gerundenses, en particular el de seguridad, como es el caso de Jordi Masquef en Figueres.
Los dos principales partidos de la oposición de Girona, Guanyem Girona y el PSC, coinciden en que la ciudad necesita un cambio, no sólo de cara visible, sino de rumbo. La principal fuerza de la oposición durante estos cuatro años, liderada por Lluc Salellas, no sólo confía en ampliar el número de concejales obtenidos en las pasadas elecciones, sino que se ve con opciones de conseguir la alcaldía. El PSC, por su parte, cuenta con el alcaldable con más años de experiencia como concejala, Silvia Paneque, con el objetivo claro de ganar las elecciones y ser alcaldesa de la ciudad.
La caída de la derecha españolista
El quinto partido que obtuvo más representación en el consistorio y que, parece poco probable que pueda decir lo mismo este año, es Ciudadanos. La formación naranja sacó 2 concejales hace cuatro años y durante este tiempo ha estado marcado por turbulencias internas, con una guerra abierta entre Daniel Pamplona —alcaldable en 2019, que fue expulsado del partido en 2021 y que ahora apoya al PSC de Silvia Paneque— y Míriam Pujola, la otra concejala, que recientemente ha anunciado de forma repentina la decisión de no presentarse como alcaldable por "motivos de salud"
La cara visible del partido es así Camino Fernández, diputada en el Parlament por Girona entre 2018 y 2020. Aun así, cabe destacar que, durante estos cuatro años de mandato, ha sido un partido clave para poder sacar adelante muchas de las inversiones que se han llevado a cabo en la ciudad.
El gran perjudicado de las elecciones de hace cuatro años fue el PP, que perdió al único concejal que tenía dentro del consistorio. Este año, encabeza la lista de los populares Jaume Veray, hermano de Concepció Veray y presidente del partido en el ámbito provincial. El objetivo es claro: aprovecharse de la caída de Ciutadans para recuperar la representación en el consistorio.
Y de la misma forma, también hay listas que aspiran a rascar votos del espacio postconvergente y reducir los del partido que actualmente gobierna Girona. En particular, destaca Ara Girona, una formación encabezada por el exconcejal de Junts Carles Ribas que se define como de "centro catalanista" y que suma PDeCAT y PNC. O también el partido Girona x Girona, liderado por Quim Oliva, que se centra en la ciudad y sus barrios.
En todas las combinaciones posibles, se prevé una necesidad casi obligada de tejer pactos para gobernar y liderar una ciudad que iniciará el mandato sin presupuestos.
Vox irrumpe en Salt
Igualmente, también destacan como candidaturas sin representación, pero con opciones de entrar en el consistori gerundense, Eugenia Pascual por En Comú Podem, Francisco Javier Domínguez por Vox o Xavier Cuadrado por Valents, la plataforma unionista que nació de la mano de Manuel Valls en Barcelona.
Otro punto clave de ese 28M, y muy cercano a la capital, es Salt. Los republicanos lideran el consistorio desde hace ocho años, con Jordi Viñas al frente, pero como su vecina Girona, cuenta con un gobierno conjunto entre ERC y Junts.
En las elecciones de 2019, Salt destacó particularmente por ser el único municipio de Catalunya en obtener representación de Vox, con tres concejales, y convirtiéndose en la cuarta fuerza más votada. Un municipio con un alto porcentaje de personas migradas -de los más altos de Catalunya-, pero con poca incidencia política por no tener derecho a voto. Estas elecciones servirán para conocer si el auge del partido de extrema derecha es una tendencia creciente en la ciudad, o un efecto llamada temporal de la entrada del partido de Santiago Abascal en la política catalana.
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