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Las encuestas dan la razón al viraje comunicativo del PSOE

Los populares han frenado su crecimiento en los sondeos y los socialistas mejoran ligeramente, aunque la distancia sigue siendo amplia en favor del partido de Feijóo. Varios expertos analizan para 'Público' los cambios en Moncloa y en las filas socialistas y cómo los percibe la ciudadanía. 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el pasado jueves en La Moncloa a un grupo de jóvenes españoles que van a participar en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27).
Pedro Sánchez, el pasado jueves en La Moncloa a un grupo de jóvenes españoles que van a participar en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27). Fernando Calvo / Pool Moncloa

Durante la primavera pasada recorría el ambiente de Moncloa una preocupación. A la ciudadanía no le llegaban las medidas políticas que estaba aprobando el Gobierno. Las encuestas, además, le otorgaban al PSOE cada vez una posición más lejana del "nuevo" y disparado PP de Alberto Núñez Feijóo. Las elecciones en Andalucía, con el peor resultado histórico de los socialistas, terminó por encender todas las alarmas. El golpe de timón comunicativo y estratégico se fue concretando especialmente desde el mes de julio con el debate de estado de la nación. Luego, con cambios en la dirección de Ferraz. ¿Se notan los cambios realizados? 

A tenor de las últimas encuestas publicadas parece que la tendencia efectivamente se ha revertido. Los populares han frenado su crecimiento y los socialistas mejoran ligeramente, aunque la distancia sigue siendo amplia en favor del partido de Feijóo. Hace un par de meses, según el análisis de Key Data para este medio, se veía cómo la estrategia de confrontación directa con el dirigente gallego y el giro a la izquierda de Sánchez había conseguido en cierta manera frenar a la derecha en los sondeos. 

El giro social se materializó especialmente en el debate del estado de la nación con medidas como los nuevos impuestos a las entidades financieras y las empresas eléctricas. Sánchez puso luego al PSOE en modo electoral y abordó unos cambios en el partido para conectar mejor Moncloa con Ferraz. "Toca meter una marcha más", les dijo a los suyos a finales de julio.

Así, tras la dimisión de Adriana Lastra como vicesecretaria general, salieron también de sus puestos los portavoces de la dirección y del Congreso, Felipe Sicilia y Héctor Gómez. María Jesús Montero, Pilar Alegría y Patxi López son ahora las "nuevas caras". Además, en el PSOE también cuentan con un nuevo director de comunicación, Ion Antolín, procedente de la Secretaría de Estado de Comunicación. 

En el mes de mayo, Público realizó un artículo con las valoraciones de diferentes expertos en comunicación política. Casi seis meses después, volvemos a preguntarles si notan esa mejoría. Los tres especialistas consultados coinciden en que algo ha cambiado. Eduardo Bayón, politólogo y experto en comunicación política, destaca que "el punto de inflexión sí se está produciendo". "El Gobierno sí está vendiendo bien sus políticas, sobre todo porque está obteniendo unos resultados materiales", destaca Bayón, que pone como ejemplo el asunto de la excepción ibérica para el precio del gas. 

Comparte esa visión Paloma Piqueiras, doctora en Comunicación e integrante de la Asociación de Comunicación Política (ACOP). "Hace seis meses parecía que costaba más comunicar los logros porque eran más visibles los errores o pequeños problemas que surgían en el día a día. Y no acababan de engancharse a ese discurso positivo que les permitiera sacar pecho. Ahora las medidas empiezan a tener unos resultados", reflexiona. Desde su punto de vista, el Gobierno ha puesto más interés comunicativos en dos focos, principalmente.

"Se empiezan a ver cómo las políticas que se han puesto en marcha van dando resultados"

Uno de ellos, al igual que destaca Bayón, es el asunto energético. "Comparativamente con el resto de Europa, el hecho de ser excepción ibérica ha empezado a rentabilizarse comunicativamente ahora, cuando se ve esa diferencia entre lo que nos cuesta a nosotros el gas y lo que cuesta en Europa". Y el otro foco de refuerzo comunicativo es el tema del desempleo. "La reforma laboral que se adoptó empieza a tener ahora datos palpables en una serie histórica. Ya podemos ver que la bajada del paro no es solo cuestión estival o que los datos de este mes han sido positivos. Se están empezando a rentabilizar medidas que ya eran positivas pero que no tenían datos con los que comunicarlas", afirma Piqueiras. 

"Se empiezan a ver cómo las políticas que se han puesto en marcha van dando resultados. Vemos que el paro desciende, la inflación parece que desde septiembre se encamina hacia la baja. De esas políticas que se pusieron en marcha en primavera ahora vemos que surten resultados. Y el Gobierno está poniendo en valor lo que les está saliendo bien", destaca al respecto también la politóloga Cristina Monge. 

Se desvanece el efecto Feijóo

Los tres expertos coinciden en analizar que el llamado efecto Feijóo también se está desvaneciendo. Esa luna de miel previa al verano y tras su llegada se ha agotado. Es otros de los factores de relevancia a la hora de interpretar las encuestas. "Feijóo ya esta en la palestra y eso supone que no todo es una luna de miel. El PP está en otro plano en el que conviene más hablar poco para no fallar", destaca Piqueiras. "El poder desgasta pero también desgasta al que no lo tiene en esta situación en particular. Se debe en parte también a que el PP hizo el cambio de liderazgo sin resolver los problemas estratégicos que tenía", añade Bayón. 

La confrontación directa y la estrategia de desgaste del PSOE y Moncloa hacia Feijóo se ha ejemplificado con los debates en el Senado. Especialmente el primero, con aquel "lema" acuñado por Sánchez de "insolvencia o mala fe". Es frecuente también en Ferraz el uso de píldoras audiovisuales en redes sociales para demostrar ciertas incoherencias o contradicciones del líder popular. Un intento por demostrar su poca fiabilidad y su falta de proyecto. 

"Se está buscando una estrategia más de confrontación con el PP. Es algo bastante lógico, hace meses el que tenía la batuta era el PP, con críticas constantes y buscando que el Gobierno flaquease. Seis meses después, con Feijóo instalado, la estrategia ha dado un vuelco. A Feijoo le interesa no salir tanto al escrutinio público porque cuando más te expones cerca de las elecciones más posibilidades hay de incurrir en errores e incongruencias. Él está menos combativo y ahora es el momento de que el PSOE le busque un poco las cosquillas. Esto sí que se ha visto clarísimo", reflexiona Piqueiras. 

Piqueiras: "Feijóo está menos combativo y ahora es el momento de que el PSOE le busque un poco las cosquillas"

El reflejo de esta estrategia y su utilidad se ha visto también en la dialéctica parlamentaria del propio Sánchez. "Las encuestas se han dado la vuelta y le ha cogida la medida a Feijóo. Cuando llegó al poder, cundió un poco el pánico en el PSOE porque podía responder al perfil de buena imagen, tenía un aurea de conciliador, etc. Hubo un cierto momento de inquietud. Creo que ya van viendo que Feijóo no responde a ese perfil y se van relajando", afirma Monge al respecto. 

Para Bayón, Sánchez tiene momentos de "gustarse muchísimo", dicho en tono positivo, en sede parlamentaria y en ocasiones veces parece que va sobrado de confianza en este ámbito. Destaca también en este sentido el cambio de portavoz. "El hecho de colocar a una figura tan potente como Patxi López está siendo ya de éxito, con intervenciones muy aplaudidas. De cara a los meses que vienen es fundamental", afirma. 

Para Piqueiras, el presidente siempre ha tenido ciertas habilidades para comunicar. Pero sí destaca que desde la llegada de Feijóo, con los cara a cara sí que se le ha visto "más envalentonado" y "sacando un poco más de pecho". Es algo que para esta especialista tiene el objetivo de "reforzar su idea de líder solvente" y además basada en datos. "Necesita forzar un poco al otro para ver qué movimientos toma y eso pasa por mostrarse seguro ya que tiene que venderse", añade. 

Próximos retos

Las encuestas, en todo caso, siguen siendo beneficiosas para el PP. Queda poco más de un año para las generales. Pero antes, en mayo, vendrán unas importantes municipales y autonómicas. "El PSOE tiene dos frentes de cara al ambiente electoral. Por un lado sigue teniendo electorado desmovilizado. Y por otro sigue habiendo transferencia de voto al PP, aunque en estas últimas encuestas ya se ha visto que se está empezando a reducir. Sí tiene necesidad de insistir sobre todo en esa movilización de votantes más ideologizados en la izquierda y lo que pueda atraer del espacio de UP pero sin descuidar al otro grupo", afirma Bayón. 

La necesidad de equilibrio es defendida también por Monge. "El afín socialista necesita reafirmarse, y que le den argumentos para defender a su partido. Luego hay otro público que el partido tiene que conquistar. En el caso del PSOE es tanto a su derecha como a su izquierda", destaca la politóloga. Recuerda Monge que hay una bolsa importante de votantes que tradicionalmente basculaba, al menos hasta 2015, entre PP y PSOE. "Un sector de población poco ideologizada, de nivel de renta media-alta que en cuestiones culturales y derechos individuales están en la izquierda pero que en la parte económica quieren estabilidad y garantías de que van a formar parte de una vida cómoda y estable", afirma. 

A ese grupo de gente, opina Monge, esa réplica continua en redes sociales no les seduce, buscarían estabilidad. "Tienen que combinar ambas cosas, esa política de munición para los suyos y al tiempo plantear políticas de Estado que hablen más de estabilidad y seguridad", añade. En este contexto, aunque considera que los cambios en las portavocías tienen más que ver con cuestiones internas que externas, sí que reconoce que un perfil como el de Patxi López responde a ese perfil de "hombre maduro con experiencia en la gestión, firme pero sosegado" con el que se están dirigiendo al grupo que busca estabilidad y experiencia. 

Otro factor que tendrá mucha relevancia, en opinión de Piqueiras, es la gestión de las diferencias en el seno del Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos. Desde su punto de vista, en mayo se veía claro cómo las desavenencias con la coalición eran más palpables. "Estaban prácticamente todo el día a la gresca con cuestiones internas que deberían zanjar en privado. Ahora eso ha cesado un poco, parece que la comunicación va a un poco más de la mano o al menos han buscado más de estrategia de coalición y no de dos partidos por separado", percibe. Cuestiones pendientes como el resultado de la ley trans, la ley de vivienda o la ley mordaza serán un buen termómetro de cómo resuelve ahora los problemas internos el Ejecutivo. 

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