Este artículo se publicó hace 2 años.
Feijóo, líder de la oposición sin escaño en el Congreso: alternativas para confrontar con Sánchez
Aunque no pueda tomar la palabra en el hemiciclo, epicentro de la vida política a nivel estatal, el nuevo presidente del PP tiene entre sus principales retos proyectar su imagen como presidenciable desde otras esferas más allá de la Cámara Baja.
Pilar Araque Conde
Madrid-
La reunión de este jueves entre el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el nuevo presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, fue el pistoletazo de salida de la nueva etapa en las relaciones entre los dos partidos más votados en las últimas elecciones. Con un Pablo Casado que ya es historia de la formación conservadora, el todavía presidente de la Xunta de Galicia aterriza en Madrid con la principal tarea de liderar la oposición desde otras esferas más allá del Congreso, donde su papel será a priori muy reducido al no tener escaño, pues no podrá intervenir en las sesiones de control al Gobierno de los miércoles.
Aunque no pueda tomar la palabra en el hemiciclo, epicentro de la vida política a nivel estatal, desde la dirección del grupo popular destacan que podrá acudir a la Cámara Baja a hacer declaraciones ante los medios, ser el presidente del grupo parlamentario y hacer uso de un despacho. Asimismo, su condición de jefe de la oposición le concede un trato protocolario que le situaría como décimo quinta autoridad del Estado, según el Real Decreto 2099/1983.
De hecho, en la actualidad, sucede algo similar con Juan Espadas, secretario general del PSOE-A, y líder de la oposición al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. El exalcalde de Sevilla, sin asiento en el Parlamento autonómico, suele acudir cada semana y realiza declaraciones ante los micrófonos, además de participar en múltiples actos por toda la comunidad.
Alternativas a su papel más allá del Congreso
A falta de que el nuevo líder de los populares presente "en las próximas semanas" su dimisión al frente de la Xunta y decida su sustituto, todo apunta a que Feijóo será senador por designación autonómica y alcanzará la portavocía, quedando a un lado el actual portavoz del PP en la Cámara Alta, Javier Maroto. En ese caso, tendrá la oportunidad de preguntar al presidente del Gobierno una vez al mes, salvo que el jefe del Ejecutivo no pueda acudir por cuestiones de agenda.
En el Senado, esta liturgia parlamentaria se celebra los martes por la tarde y tanto el Ejecutivo como los grupos tienen intervenciones de siete minutos. Si bien, no suele tener tanto foco mediático como en el Congreso, donde los tiempos de cada formulación están mucho más acotados. En este sentido, la politóloga Verónica Fumanal pronostica que la presencia de Feijóo en la Cámara Alta trasladará la tensión informativa a esta institución. "Los medios están donde está la información y la noticia", señala.
Asimismo, la presidenta de la Asociación de Comunicación Política señala que Feijóo tiene un espejo en el que mirarse: el actual líder del Ejecutivo, que retomó el liderazgo de la oposición en 2017, y en 2018 su moción de censura tumbó a Mariano Rajoy. Todo ello después de haber dejado su escaño en el Congreso ante la decisión del Comité Federal del PSOE de abstenerse a la investidura de Mariano Rajoy en 2016.
Con este ejemplo en la retina, Carlos Fernández, profesor de Derecho Constitucional en la UNED, destaca la posibilidad de que el PP presente una moción de censura en la que el candidato alternativo fuera Feijóo, aunque no se den las mayorías para que prospere. Y es que esta iniciativa da pie a un debate parlamentario "muy mediático para captar la atención y podría servir para proyectar su imagen como presidenciable, como pasó con Pedro Sánchez", apostilla.
Además de este "escenario perfecto", el también secretario del centro de estudios de partidos políticos de la UNED habla de otra opción para el nuevo líder de la oposición pueda intervenir desde la tribuna de oradores del Congreso, que es defender una proposición de ley de las Comunidades Autónomas. Aunque para eso, explica Fernández, Feijóo no podría dejar el escaño en el Parlamento gallego (en este caso, la regulación autonómica permite compatibilizar el cargo de diputado autonómico y senador en representación de dicha comunidad).
Por otro lado, el precedente de Antonio Hernández Mancha hace descarrilar la posibilidad de que el presidente del PP pueda lograr un cara a cara con Pedro Sánchez en el debate del estado de la nación, una práctica parlamentaria que no se celebra desde 2015 y que se convocará previsiblemente en el primer semestre de este año, según confirmó el ministro de la presidencia, Félix Bolaños. Y es que la Mesa del Congreso impidió en 1987 que el entonces senador y líder de Alianza Popular participara en este debate con Felipe González como presidente del Gobierno.
El bagaje de su carrera como presidente de la Xunta
Al margen del papel que pueda asumir en la esfera parlamentaria a nivel estatal, Verónica Fumanal destaca el rol desempeñado como presidente autonómico desde 2009 tras obtener cuatro mayorías absolutas consecutivas. "Dentro de esa institucionalidad que se busca en un jefe de la oposición, Feijóo la lleva de serie".
En estos términos se pronuncia el politólogo Eduardo Bayón, aunque incide en que el actual y todavía líder de la Xunta "tiene que desarrollar su liderazgo en el territorio nacional". Es decir, "los votantes saben quién es, pero necesitan verlo como un líder nacional con serias posibilidades de ser presidente del Gobierno", remarca.
Su presencia en los medios de comunicación
Asimismo, Bayón entiende que su acción en la Cámara Alta "tendrá que ser compensada con una intensa presencia pública, especialmente, en medios de comunicación". Según añade Marta Marcos, consultora de comunicación de GAD3, esto es lo que le permitiría "solventar el problema" de no poder intervenir en las sesiones de control en el Congreso, "ya que tendría menos exposición pública".
En este sentido, destaca el papel de oposición que pueda jugar a partir de ahora la portavoz del PP en el Congreso y nueva secretaria general del partido, Cuca Gamarra, encargada de los cara a cara de los miércoles contra Sánchez. "Está por ver si consigue mantener la voz de su formación frente al PSOE y, sobre todo, frente a Vox", apostilla.
Fumanal cree que, a diferencia de su antecesor, Pablo Casado, y otros líderes, como Albert Rivera o Pablo Iglesias, Feijóo "va a ralentizar el ritmo de los tiempos políticos", al estilo de Mariano Rajoy, "lo que considera un pecado que puede jugar en su contra" porque "la respuesta continua o estar presente en los medios es muy importante". "Aunque pueda acudir al Congreso y realizar declaraciones, no va a ir tanto porque va a tener otros tiempos y va a jugar a otra política", señala esta politóloga.
Marta Marcos añade que, aunque le pueda "venir bien" su presencia en los medios de comunicación, "no hay que olvidar que su papel no es en el campo de batalla, como acostumbramos a ver últimamente a políticos de la talla de Isabel Díaz Ayuso". "Feijóo tiene un perfil solvente, es buen orador y transmite seguridad al elector en un momento de incertidumbre", justo lo que "necesita ahora mismo el PP", argumenta.
El ciclo electoral, otro espectro para impulsar su imagen
Tampoco hay que obviar el contexto del ciclo electoral que se iniciará previsiblemente con las elecciones andaluzas, una oportunidad que servirá de escaparate público al líder del PP para presentarse como alternativa a Sánchez en las diferentes comunidades y municipios antes de las elecciones generales, en principio previstas para finales de 2023.
"El Partido Popular tiene el viento a su favor. Los sondeos les han sido favorables de un tiempo a esta parte, y, pese a la crisis interna que han vivido, la figura de Feijóo ha logrado recuperar ese resultado de Pablo Casado. La diferencia entre ambos es que Alberto Núñez Feijóo ahora probablemente tenga más capacidad de crecimiento electoral, por lo que en el PSOE tendrán que estar alerta", pronostica la consultora de comunicación GAD3.
Por otra parte, Eduardo Bayón considera que el liderazgo de Feijóo "no resuelve por sí mismo el principal problema del PP, que es qué quiere ser y cómo se relaciona con Vox" en la puja por liderar el bloque de la derecha, "algo que ya se ha visto en Castilla y León y se seguirá viendo en los demás territorios", con la ultraderecha, que ya será socio de gobierno. En este sentido, augura que si no define una estrategia cara en este sentido, "tarde o temprano se evidenciarán sus contradicciones" a pesar de que ofrezca acuerdos puntuales con los socialistas.
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