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Igualdad Moncloa, el último techo de cristal de la política española

No ha habido todavía una sola mujer que haya sido candidata a la presidencia del Gobierno en España, entre los principales partidos en liza. Y así seguirá en las elecciones del 10-N: los líderes de las principales formaciones son todos hombres.

Todos los candidatos a la Presidencia del Gobierno son hombres.

Los últimos cinco años han dado para mucho en la política española: han surgido nuevos partidos y nuevos líderes, se han multiplicado las voces y los mensajes y se ha pasado de un bipartidismo imperfecto a un multipartidismo total, con hasta seis partidos y sus respectivos candidatos compitiendo a nivel nacional por captar el voto de los ciudadanos. Pero hay algo que aún no ha llegado a la política española: no ha habido todavía una sola mujer que haya sido candidata a la presidencia del Gobierno. Tampoco la habrá en las próximas elecciones de noviembre, en las que los cabezas de cartel de las principales fuerzas políticas serán todos hombres.

Los avances en igualdad han sido muy notables en los últimos años y la política no ha sido ajena a este fenómeno. Valga como ejemplo que en los últimos 40 años, desde1979 a 2019, el Congreso de los Diputados ha pasado de tener un 5% de mujeres parlamentarias a tener un 47% en esta última y fallida legislatura –39,4% en el Senado–.

Hay incluso datos más alentadores en ese sentido: en 2018 España constituyó por primera vez en su historia un Gobierno con más mujeres que hombres, algo que de lo que muy pocos países pueden presumir, y a principios de 2019 la ONU certificó que España está a la cabeza del mundo en la presencia de las mujeres en las instituciones públicas.

Sin embargo, a pesar de todo ello, a pesar de que el Congreso surgido en la última legislatura ha sido el más feminizado de la historia, con la socialista Meritxell Batet como presidenta y otras seis presentes en la Junta de Portavoces, a pesar de que tener presidentas de Comunidad Autónoma, alcaldesas y ministras ya es algo a lo que el ciudadano medio español se ha acostumbrado, aún falta por romper un techo de cristal, quizá el último que queda por quebrar en la política española: ver a una mujer entrar como presidenta en el Palacio de la Moncloa.

Aún faltan varios días para cerrar las listas electorales, pero es previsible que en las elecciones del 10 de noviembre solo dos mujeres, Ana Oramas, de Coalición Canaria, y Laura Duarte, del Partido Animalista (PACMA), vuelvan a ser las únicas mujeres que encabecen la candidatura de su partido, algo que ya ocurrió el pasado el 28 de abril.

Uno de los principales candidatos el 10-N, Pablo Iglesias, reconocía en una reciente entrevista con Público esta carencia de la política española, pero aventuraba cambios: "Por desgracia ha sido lo habitual en los últimos 40 años de la democracia española, pero creo que no va a ocurrir más, creo que de hecho ya es excepcional en el momento presente".

Algo está cambiando, sí, pero no será en 2019. Sin embargo, ver a una mujer como presidenta de Gobierno está cada vez más cerca. Soraya Sáenz de Santamaría y Susana Díaz estuvieron a punto de derrotar a Pablo Casado y Pedro Sánchez en las primarias de sus partidos. De haberlo hecho, ahora ocuparían su lugar. Por eso, Pablo Iglesias apuesta por que después de 2019 habrá al menos una mujer encabezando una candidatura a la Moncloa: "En el futuro, en las próximas elecciones [después de 2019], habrá muchas más mujeres encabezando las listas y quién sabe si en cuatro u ocho años no tendremos a varias mujeres como candidatas ", dijo el secretario general de Podemos a Público. 

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