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Ayuso La 'Ayusización' del PP: Casado instruye a los suyos a seguir la estela de la presidenta madrileña

Pablo Casado planea vivir de las rentas de la arrolladora victoria de Isabel Díaz Ayuso todo lo que dure la legislatura. Sin embargo, diversas voces del PP creen que su tirón no es extrapolable al líder del PP.

Pablo Casado planea vivir de las rentas de la arrolladora victoria de Isabel Díaz Ayuso todo lo que dure la legislatura. El líder del Partido Popular reivindica como propio el resultado en las elecciones del pasado 4 de mayo y ya vaticina un cambio de ciclo que, a su juicio, le llevará hasta La Moncloa desbancando al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Por ese motivo ha instruido a todos los cargos de peso del PP a copiar el "modelo" de Díaz Ayuso en toda España. 

La pasada semana la dirección nacional ya dio instrucciones a los diputados y senadores del PP para que trasladaran, a través de ruedas de prensa, que el PP "ha vuelto"  gracias a la victoria de Díaz Ayuso y que Sánchez "tiene los días contados". En ese sentido el incontestable resultado de la presidenta madrileña —obtuvo 65 escaños, a 4 de la mayoría absoluta— supone un refuerzo mucho mayor para Casado que la del otro barón con más peso en el PP, Alberto Núñez Feijóo. "Quiere que todos cerremos filas en torno a ella", asegura una diputada a Público.

Casado se siente más cómodo con el modelo de gestión de Díaz Ayuso, más laxo con las restricciones para hacer frente a la covid-19, que con los del resto de sus presidentes autonómicos. "Es el modelo que el hubiera exportado a nivel estatal", aseguran fuentes populares, aunque destacan que también "respeta" las decisiones de Feijóo y de presidente castellanoleonés, Alfonso Fernández Mañueco, por el envejecimiento de su población. 

Según voces de Génova, para Casado la clave de la victoria de Ayuso se basa en tres factores clave: su política aperturista en los restaurantes y bares, lo que le ha granjeado un apoyo casi unánime entre la hostelería madrileña, su choque frontal con Sánchez "al estilo tabernario" que le ha permitido "capitalizar el descontento de la pandemia" y trasmitir un mensaje "muy emocional" y "natural", aunque sea a base de ocurrencias.

Casado quiere que se reconozca al PP por ser el "partido de la libertad" frente a las restricciones, aunque otros de sus presidentes autonómicos, como el citado Feijóo, sí apostara por el cierre total de la hostelería en plena tercera ola en la región. Una política similar a la impulsada por Mañueco, que también cerró comercios y restaurantes e incluso llegó a adelantar el toque de queda pese a no tener aval jurídico para hacerlo. Pese a todo y siguiendo con este plan de 'ayusización', el líder del PP ya ha tomado partido y ha defendido la postura de la presidenta madrileña este lunes: "Un confinamiento en Madrid hace que la gente se contagie más", ha dicho en Telecinco.

"No es una victoria del PP; es una vitoria de Ayuso"

El PP se ha encargado de difundir durante la jornada de este lunes algunas encuestas que les sitúan en la primera plaza ante unas hipotéticas elecciones generales, que Pedro Sánchez ya ha dicho que no tiene ninguna intención de convocar. Es más, el presidente del Gobierno ha asegurado que antes se celebrarán unas nuevas elecciones en la Comunidad de Madrid —deben repetirse en 2023— que unas generales, programadas para final de ese año.

Diversos cargos consultados tienen claro que la victoria de Díaz Ayuso se produce por el auge de su figura, ante una izquierda "perdida y dividida" liderada por Ángel Gabilondo, que ha acabado 'sorpassado' por Mónica García, de Más Madrid. "Ayuso ha ganado las elecciones por sí misma, no es una victoria del PP", sintetiza un alto cargo popular. "Se está ejerciendo una suerte de patrimonialización que no nos corresponde", prosigue. "Cuando intentas hacerte fuerte con el resultado de otro, es señal de debilidad", reflexiona. 

Otra voz en el partido explica que "la tendencia hacia el PP es de ir hacia arriba" y la del PSOE "hacia abajo", pero que "dos años en política es mucho tiempo" y esa situación puede revertirse cuando se complete la vacunación y lleguen los fondos anticrisis de la Unión Europa para España. "El 'efecto Ayuso' se difuminará. Dentro de unas semanas ya estaremos hablando de otra cosa. Así de líquida es la política", vaticina.

Lo cierto es que la presidenta madrileña ha tenido autonomía plena para planificar su agenda y mensajes —después de que la elaboración de las listas creara ciertas fricciones entre la dirección nacional y el gabinete de la presidenta madrileña— y ha protagonizado una campaña profundamente personalista, evitando cualquier tutela de la dirección nacional, y en la que las siglas del PP han quedado desplazadas por la figura de Ayuso, como bien se ha encargado ella de repetir. "Me presento yo. El proyecto lo encabezo yo. La Comunidad me la he echado a las espaldas yo. Y así pienso seguir haciéndolo", dijo en plena campaña.

Las incoherencias del PP respecto a las medidas anti-covid

Casado ha tratado de normalizar estas diferencias de liderazgos dentro de sus propias filas aludiendo a los "acentos del PP" en cada región. Sin embargo, en la dirección tienen claro que todo el partido se debe regir por los mismos criterios: "Si queremos tener una oportunidad, debemos actuar igual en todos los territorios", explican. Es por ese motivo que ninguno de los presientes autonómicos del PP ha reclamado mantener el toque de queda. Es más, el andaluz Juanma Moreno Bonilla ha ido un paso más allá que el resto y ha apostado por abrir las discotecas hasta las dos de la madrugada.

Siguiendo esta lógica, Casado negó recientemente en una entrevista en El Mundo que hubiera presidentes autonómicos que quisieran aumentar este estado de alarma, necesario para tener cobertura legal respecto a la limitación de movimientos. Sin embargo, el propio presidente andaluz ha pedido este mismo lunes que ese toque de queda se pueda recuperar. "¿Qué hubiera costado alargar un mes más o cinco semanas hasta tener una inmunización más alto?", ha planteado. 

Por lo que respecta al líder del PP no ha sido capaz de articular un discurso coherente por lo que se refiere al estado de alarma, que decayó el pasado día 9. En octubre, Pablo Casado defendía que el estado de alarma durase ocho semanas en lugar de seis meses. Dos días después de haber terminado, vuelve a culpar al Gobierno, del que dice que es "el único responsable del plan C del caos". "Si hay una quinta ola el responsable será Pedro Sánchez", ha apostillado. 

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