Este artículo se publicó hace 4 años.
Crisis del Covid-19La lucha contra el coronavirus tiene nombre y apellidos: Valentina Cepeda inspira al Congreso
El Congreso ha dedicado un aplauso este miércoles a Valentina Cepeda, trabajadora encargada de desinfectar los micros de la tribuna del hemiciclo después de la intervención de cada diputado. La presidenta de la Cámara también le ha agradecido su trabajo.
Madrid-
"Si alguien dudaba sobre si existe la sociedad, sí, existe, reclamando la fortaleza de lo público, de lo colectivo, resistiendo". El presidente del Gobierno acudió este miércoles al Congreso para dar explicaciones sobre el estado de alarma decretado para hacer frente a la crisis sanitaria del Covid-19. Allí, desde la tribuna, lanzó un mensaje de rechazo del individualismo, de su extensión liberal más 'ultra' que aborrece lo colectivo; desde allí apeló a la comunidad, a la sociedad, al común de individuos que resisten, desde el gesto más grande hasta el detalle más pequeño.
Tras finalizar su discurso, volvió a su escaño y una trabajadora de la Cámara subió a la tribuna para desinfectar a conciencia los micrófonos que el líder del Ejecutivo había utilizado para llamar a la unidad y explicar los decretos con los que el Gobierno quiere hacer frente al coronavirus.
La imagen de Valentina Cepeda limpiando la tribuna inspiró a sus señorías en las horas más duras y los pocos diputados que acudieron a la comparecencia de Sánchez encumbraron su labor y terminaron por dedicarle un aplauso; menos sonoro que el que se brinda a algunos discursos en días ordinarios, pero más potente, si se tiene en cuenta la ausencia de manos.
Valentina Cepeda se había convertido, sin quererlo, en la imagen de la comunidad que inspiró la intervención del presidente del Gobierno, en un reflejo de los trabajadores sanitarios que doblan turnos para paliar el colapso de hospitales y centros de salud, de los trabajadores de supermercados que atienden demandas desmedidas y de todos aquellos ciudadanos que mantienen en pie al país en una de las mayores crisis que se recuerdan.
La trabajadora oyó discursos sobre la "patria", la "resistencia", los "presupuestos para la recuperación social"... Y cada vez que terminaba una intervención subía a desinfectar los micrófonos de la tribuna que servía de altavoz a la "política con mayúsculas". Ella era la cara visible de los trabajadores que acudieron este miércoles al Congreso para hacer posible la sesión plenaria. Ella desinfectaba y otros le llevaban el agua a sus señorías, mientras el resto se encargaba de la seguridad, de la limpieza de otras zonas o de las fotografías del hemiciclo.
Pedro Sánchez, Meritxell Batet o Gabriel Rufián, entre otros, quisieron poner en valor y agradecer la labor de Valentina Cepeda. "Gracias Valentina, y por extensión quiero agradecer a todos los trabajadores y trabajadoras del Congreso su presencia aquí hoy para poder celebrar este Pleno", dijo el presidente del Gobierno. "Si alguien merece hoy un aplauso, es ella", añadió Rufián.
Valentina Cepeda subió y desinfectó los micros hasta el último turno de palabra, con una mascarilla y unos guantes frente a una pandemia global que ha colapsado el mundo. Hizo su trabajo, como lo ha hecho en los 29 años que lleva trabajando en el Congreso, posibilitando la celebración de una sesión plenaria extraordinaria; como ella y sus compañeros hacen con cada sesión ordinaria, como los servicios sanitarios, los empleados de supermercados y el resto de trabajadores mantienen viva la comunidad que este miércoles inspiró a Sánchez en las horas más duras.
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