El Museo del Holocausto, un espejo en el que mirarse para Cuelgamuros: claves del concurso del Gobierno
El Gobierno trabaja con un presupuesto de 26 millones de euros para la rehabilitación y las tareas de construcción, además de una partida de cuatro millones para los honorarios de la propuesta ganadora.

Madrid-
El Gobierno publicará en los próximos días las bases para el "concurso internacional" que busca convertir el Valle de Cuelgamuros en "un gran centro de resignificación". El Ministerio de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes ha cerrado un acuerdo con la Iglesia para intervenir la basílica –salvo el altar mayor–, la explanada y el enclave desde una triple dimensión: artística, arquitectónica y paisajística. Eso sí, los benedictinos podrán permanecer en el recinto. Este era uno de los puntos más polémicos de la negociación; los monjes llevaban cuatro años y cuatro meses viviendo ilegalmente en la abadía. "La idea era buscar soluciones que pudieran tener permanencia en el tiempo, soluciones lo más consensuadas posible, que permitan a su vez la resignificación del lugar", señalan fuentes de la cartera.
El concurso se enmarca en los actos por el 50 aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco y pretende "atraer las mejores propuestas de todo el mundo" para "ofrecer una nueva mirada crítica e informada sobre la historia de nuestro país", todo ello "desde el rigor hisrótico y científico, sin tergiversar la realidad de lo que allí ocurrió". El Gobierno trabaja con un presupuesto de 26 millones de euros para la rehabilitación y las tareas de construcción, además de una partida de cuatro millones para los honorarios de la propuesta ganadora y más de medio millón para los premios que recibirán los distintos finalistas.
El Gobierno ha deslizado que el concurso "engloba tres encargos": resignificar el complejo monumental en clave arquitectónica, artística y paisajística; construir un centro de interpretación en la explanada que da acceso a la basílica y musealizar el espacio "para explicar de manera rigurosa su pasado". El Monumento al Holocausto de Berlín, la casa de Mussolini en Roma y el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos en Santiago de Chile son algunos de los referentes con los que trabaja el Ejecutivo español.
El Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática y el Ministerio de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes participarán de manera activa en el proceso, además de una comisión interministerial que implicará a otras seis carteras. El objetivo no sólo es la resignificación del lugar, también dotarlo de un carácter "lúdico, cultural y social", reactivar, en definitiva, "una plaza que siempre está vacía" y convertirla en un "referente internacional para la memoria y la reconciliación", según han detallado fuentes de los tres departamentos.
Las bases del concurso se publicarán en los próximos días y habrá dos fases iniciales para seleccionar los proyectos. La primera será abierta y concluirá en septiembre. La segunda tiene una duración prevista de otros seis meses y sólo podrán participar las diez propuestas que hayan obtenido la mejor valoración. Las obras se licitarán antes de que termine el año. Fuentes del Ministerio de Vivienda han confirmado que "una vez estén licitadas, no se podrán paralizar", independientemente de los procesos electorales que puedan entrometerse por el camino.
"La selección de la mejor propuesta será objeto de un proceso abierto; tendremos un resultado creativo, riguroso, fruto de un proceso participativo, pero también con una visión multidisciplinar", han insistido las mismas voces. Los equipos presentarán sus propuestas de forma anónima y contarán con historiadores, artistas, paisajistas y expertos en museografía. El jurado será independiente y estará integrado por "profesionales de reconocido prestigio" y representantes de los distintos ministerios, así como de la Iglesia. El Gobierno prevé premios de 60.500 euros para cada uno de los diez finalistas y otros 60.500 euros para el ganador, que se detraerán de los honorarios finales del contrato.
El Monumento al Holocausto no sólo es una referencia por su significado, también por su planteamiento artístico y arquitectónico. En este sentido, las fuentes consultadas no descartan que "la parte del centro de interpretación" pueda ser subterránea e incluso tenga "acceso directo a la basílica". El Gobierno no descarta realizar sucesivas intervenciones en el recinto para la rehabilitación de los desperfectos puramente estructurales que tiene tras haber permanecido "congelado" tanto tiempo.
Los benedictinos seguirán en el Valle
Lo que sí está garantizado es la continuidad de los benedictinos en Cuelgamuros; una decisión que ya ha despertado las primeras críticas. Izquierda Unida ha defendido la "desacralización" del complejo y reclama una "solución integral y directa" sobre un recinto que "se ha convertido en un lugar de peregrinaje para todos los fascistas del mundo". Las asociaciones memorialistas tampoco comprenden la continuidad de los religiosos en el Valle. "No tenemos nada en su contra. Hemos conseguido un acuerdo con la Iglesia para la resignificación del lugar", insisten desde el Ejecutivo.
Desde Política Territorial y Memoria Democrática recuerdan que "resignificar es explicar de una manera rigurosa la simbiosis entre religión y política, que no es otra cosa que el nacionalcatolicismo", así como dar cuenta de todo lo que ha ocurrido en Cuelgamuros durante más de tres décadas. Las mismas fuentes insisten, además, en que el proceso de resignificación no arranca ahora, sino que lleva un tiempo encima de la mesa, desde "el cambio de nombre" hasta las exhumaciones de los fascistas y sus víctimas. El Gobierno reforzará este año, coincidiento también con el 50 aniversario de la muerte del dictador, los mecanismos para hacer cumplir la Ley de Memoria y retirar la simbología franquista en los municipios donde persiste.

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