Este artículo se publicó hace 3 años.
Pablo HasélLa indignación por el encarcelamiento de Pablo Hasél estalla en Barcelona
Unas 1.700 personas se han manifestado este martes por la tarde para mostrar el apoyo al rapero detenido por orden de la Audiencia Nacional. Hacia el final de la concentración se han provocado varios disturbios.
Paula Ericsson
Barcelona-
La manifestación de Barcelona en apoyo a Pablo Hasél, que ha sido detenido este martes por la mañana por orden de la Audiencia Nacional, ha generado varios disturbios pero también solidaridad en contra de la represión que ha sufrido rapero. Casi dos miles de personas se han concentrado en la Plaça Lesseps, a pesar de que la manifestación ha acabado entre los callejones de Gracia. Durante el transcurso de la protesta, los enfrentamientos entre manifestantes y Mossos d'Esquadra han acabado en como mínimo dos personas heridas, presumiblemente por pelotas de foam. La policía catalana ha confirmado 15 detenciones, 17 agentes y 16 manifestantes heridos en Barcelona.
La línea verde dirección a Plaça Lesseps ya iba llena antes de las 19:00h. La concentración de Barcelona, encabezada por una pancarta donde se podía leer "muerte al régimen español", ha empezado en la Plaça Lesseps, que se ha quedado pequeña, llena de centenares de personas en un ambiente festivo y combativo, pese a la pandemia.
Allí había manifestantes de todas las edades, con muchas pancartas y pocas banderas, entre ellos una pareja de 59 años, Anna y Albert. "Estamos aquí en apoyo a Pablo Hasél para no perder las libertades que parecía que teníamos adquiridas", ha protestado Anna por encima de las ojeras. Anna, quien ha negado que el actual Gobierno español "sea el más progresista de la historia" por consentir el encarcelamiento del rapero, ha asegurado que hay que protestar pese a la covid-19. "Si no, la gente lo dará todo por normal, y esto no se puede normalizar", ha apuntado Albert. "Las injusticias continúan pasando con pandemia o sin", protesta por su parte Lidia, una estudiante de periodismo de la UAB. Por otro lado, Jordi, de 22 años, ha opinado como Lidia. "Es una muestra más de la lucha de clases: si la lucha de clases es fuerte, ellos se debilitan. Si tiramos para atrás, ellos se nos comen", ha asegurado.
De Plaça Lesseps, donde había círculos para rapear en contra de la monarquía, y donde había personas de la izquierda independentista, pero también partidarios de una República española, los manifestantes han avanzado hacia el centro de la ciudad por la Vía Augusta. Mientras que al principio la manifestación transcurría con normalidad, antes de llegar a la Diagonal ya se han producido varios disturbios, entre ellos algunas pintadas y destrozos a oficinas bancarias, pero también cargas policiales que han acabado con como mínimo dos chicas heridas, que han recibido la ayuda de un equipo de Sanitarios por la República.
En esta manifestación ha habido 14 voluntarios que han velado por los manifestantes y las cargas policiales, que podrían haber provocado heridas graves a alguno de los manifestantes. De hecho, ha habido un momento donde la batalla campal ha provocado que una chica recibiera, supuestamente, un impacto de bala de foam en la ceja, y ha contado con el apoyo de varias voluntarias que han pedido una ambulancia.
Con el sonido del helicóptero cada vez más cerca y con el fuego de los contenedores quemando, la tensión ha rebajado cuando ha llegado el cuerpo de los Bomberos, que ha empezado a apagar los fuegos distribuidos por Vía Augusta. Los manifestantes, a gritos de "anticapitalismo", "Vergüenza me haría ser policía" o "Libertad Pablo Hasél", también han causado disturbios en alguna oficina bancaria de la Diagonal, pero el otro punto de tensión ha llegado en la calle Mallorca con Paseo de Gracia.
Ha estado allí cuando unos veinte manifestantes ha reventado un oficina del Ibercaja y ha echado todo el mobiliario fuera para hacer una barricada contra los Mossos d'Esquadra, que estaban en Mallorca con Pau Claris. De hecho, las motos de alquiler de Acciona también han servido para bloquear el paso de la policía catalana entre Aragó y Pau Claris. Además del lanzamiento de objetos, también de botellas de vidrio, ha habido al menos una decena de contenedores quemados en el marco de una manifestación que ha concentrado a 1.700 personas, según el Ayuntamiento de Barcelona.
Pese a algunas carreras arriba y abajo de Passeig de Gràcia, y cierta tensión en de Gràcia, donde los manifestantes han hecho varias barricadas para frenar el paso de la policía, la tensión ha ido rebajando cuando se acercaba el toque de queda. Aun así, el fuego de algunas barricadas era tan grande que algunos vecinos han tirado agua desde los balcones, u otros han bajado con una tranquilidad pasmosa a apagar el fuego con un cubo de fregar. Antes de entrar en la Plaça de Gal·la Placídia, los manifestantes han impedido el paso a la prensa, pero después de ciertos insultos y protestas, han acabado dejando pasar a los periodistas. Aun así, los ánimos ya habían bajado mucho y ya no había mucho más que contar.
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