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Parlamento de Andalucía Vox se hace la víctima en Andalucía con la complicidad de PP y Ciudadanos

Después de perseguir a los trabajadores y trabajadoras contra la violencia machista y de criminalizar a los emigrantes, con su presidente de baja hasta septiembre, el partido ultra pretende blanquear su trayectoria con una PNL

Juan Marín, vicepresidente, y Juanma Moreno, presidente, en el Parlamento de Andalucía

raúl bocanegra

Después de meses de que distintos dirigentes de Vox hayan atacado los discursos feministas y a las mismas personas que reivindican la igualdad entre hombres y mujeres; de socavar los acuerdos de Estado contra la violencia machista; de perseguir a los trabajadores y trabajadoras que se ocupan de las víctimas de los malos tratos; de criminalizar a los emigrantes y a las personas que se ocupan de ellos, con su presidente, Francisco Serrano, dos veces candidato a la presidencia de la Junta, de baja hasta septiembre tras publicar unas impresentables reflexiones en su cuenta de facebook, el partido de ultraderecha Vox presentó una Proposición No de Ley (PNL) en el Parlamento de Andalucía que pretende blanquear su trayectoria y que fue rechazada por la izquierda, PSOE y Adelante Andalucía, y avalada, enmienda de la derecha mediante, por Vox, Ciudadanos y el PP.

Con la PNL, con la que persiguen que se olvide todo lo que han hecho y dicho, y que se les proteja y se “condenen y rechacen todos los actos de violencia verbal o física, y cualquier tipo de acoso que hayan podido sufrir los integrantes de cualquier formación política escogida democráticamente en las urnas, que están siendo señalados por sus convicciones políticas, sociales o religiosas”, singularmente “el asedio constante y constatabable que vienen sufriendo quienes defienden pública, privada o mesiánicamente a Vox”.

En la exposición de motivos de la PNL, en la que defienden la libertad de expresión y la tolerancia, dejan un par de perlas. Por un lado, afirman: “Es muy peligrosa la tendencia de “acribillar” a todo el que se resista a ser un borrego social”. Y, por otro, aseguran: “El miedo a pensar libremente en una sociedad está escrito en las páginas más negras de la historia de la humanidad y quienes han lapidado esta posibilidad tienen nombre y rostros y serán por siempre recordados por dictadores o supremacistas”.

El portavoz de Ciudadanos, el diputado Enrique Moreno, que defendió la posición de su grupo al respecto de la PNL, tras arremeter contra el PSOE y Adelante Andalucía, acusó también a Vox de tener “un problema de autocrítica”. “Traen una PNL en términos defensivos, intentando victimizarse cuando desde su grupo se han proferido insultos”. Moreno recordó el tuit de Vox en el que se respondía con insultos -“dile al acojonado y sinvergüenza de tu jefe que se deje de cordones sanitarios, de lamerle el culo a Macron y que os permita sentaros en una mesa…”- a otro del secretario de Organización de Ciudadanos, Fran Hervías, y lo tachó de “escenario intolerable”.

“Esto es una auténtica burrada. Es una burrada, una falta de respeto y de educación. Insultando no se arregla España ni Andalucía. Les insto desde hoy mismo a cumplir con su PNL. Suban aquí, pidan disculpas y retráctense de estos insultos”, dijo Moreno. Cuando terminó de pronunciar, se escuchó un murmullo. Y se escuchó a Moreno afirmar: “He vuelto a oír lameculos”. La presidenta de la Cámara, Marta Bosquet, instó a proseguir con el debate.

En el cierre de su intervención, el portavoz de Vox, Alejandro Hernández, ciertamente un orador mucho más sutil que Serrano, aunque compartan el fondo ideológico, le pidió disculpas al portavoz de Ciudadanos de este modo: “Señor Moreno Madueño. Creo que le traslado el sentir de mi grupo. No estamos orgullosos. Por parte de mi partido se han dado aclaraciones. No es el camino. Y por lo que a mí respecta le pido disculpas”.

Hernández, con lenguaje sutil, intencionado y en un tono sosegado, rechazó que Vox tenga pulsiones autoritarias: “Queremos hablar con mesura y respeto, [con un tono] que nos comprometemos a mantener, y, lógicamente, vamos a pedir a las demás fuerzas. Rechazamos ese calificativo de ultraderecha, no es una mera descripción en un arco político. Se quiere asociar con partidos del presente y del pasado que obviamente no se han distinguido por su respeto al juego democrático. ¿En qué parte de nuestros estatutos está el ataque al sistema democrático? Yo no lo veo por ningún sitio”, dijo.

Luego Hernández habló de inmigración y reiteró, eso sí, con habilidad retórica, las posiciones de su partido. “Nos dicen xenófobos y racistas. Hablamos de migración posible, que pueda ser acogida por los países que reciben a estas personas, de darles las prestaciones en paridad a sus nacionales pero siempre que eso no suponga un menoscabo para los nacionales. [Hablamos de una] inmigración que respete, muestre, en fin, su respeto y gratitud por el patrimonio espiritual del país que los acoge. […] No debemos hacer políticas que hagan efecto llamada que se traducen en muertos en el mediterráneo”.

También lo hizo sobre maltratadores y cuestionó todo el sistema de protección y educativo. “Que todo el peso de la ley caiga sobre ellos. No nos parece positivo que los recursos se destinen a las mujeres maltratadas se destinen a otro tipo de fines que tienen mas que ver con el adoctrinamiento político y no con la protección de las mujeres. Decía la consejera esta mañana que se detecta un aumento de las conductas machistas de los jóvenes. ¡Pero si llevamos décadas educando en igualdad! Yo tengo 55 años. Cuando yo era pequeño, me enseñaron que a las chicas no se les pegaba. No sé qué mensajes se están lanzando con ocasión de la pretendida igualdad”.

Y sobre el movimiento LGTBi dijo: “Las banderas, la única que nos representa es la de España. No vemos procedente ninguna bandera, salvo la de España. Ustedes les conceden una representatividad que no tienen”.

En su segunda intervención, manifestó: “Había venido con la mano tendida. Lo que más une es el odio. Es la primera vez que les veo aplaudir a los de aquí y a los de allí. No nos victimizamos. Tenemos la piel dura. Consideran odio, llaman odio a todo lo que es una manera de pensar diferente de la suya. Si decimos que la violencia no tiene género, tienen que respetar eso”.

Alzar la voz frente a los ataques

La diputada del PSOE, Ángeles Férriz, manifestó al respecto de la PNL que “el verdugo se quiere hacer pasar por víctima”. Luego, añadió: “Leer es una experiencia tragicómica. Dan tantas ganas de reír como de llorar. Luego, siempre les traiciona el subconsciente. Que no se insulte a nadie, pero hablan de borregos sociales…. Es una iniciativa narcisista. Rechazamos todo tipo de violencia. Todo eso lo vamos a defender. Pero también vamos a alzar la voz cuando se ataque a los docentes, a las mujeres, a los inmigrantes: esos sí que han sido acosados y acribillados”.

María García, parlamentaria de Adelante Andalucía, arremetió con dureza contra la PNL e interpeló directamente a sus diputados: “Tolerancia y respeto solo para ustedes, ¿no? ¿Al resto se nos puede menospreciar? ¿A nosotros y a los colectivos? Se les intenta definir, no insultar. Decir que Vox es ultraderecha es lo que sois ¿Qué es violencia? Cuando Serrano habla de prostitución, eso es violencia. Llamar planchabragas a Antonio Maíllo, ¿eso no es violencia? Violencia es detener a Miguel el bombero ¿Lo vais a defender o criticar? A Carola, por defender la vida de los sin voz”.

“Ellos merecen -prosiguió García- el respeto de esta cámara. Violencia es que Queipo de Llano esté en la Macarena. Ustedes se mofan de las víctimas de la represión llamándolas “buscahuesos”. Violencia es negar la propia violencia que sufrimos las mujeres. Violencia es el acoso en el Instituto del Andévalo. Violencia es el acoso contra trabajadores y trabajadoras unidades de violencia. Por lo tanto, voy a terminar: ¿Qué es violencia? Y tú me lo preguntas. Violencia eres tú”.

Toni Martín, del PP, prosiguió con la línea que ha mantenido su partido desde la irrupción Vox: la de normalizar su discurso reaccionario. “Todos los grupos deberíamos ser capaces de elevarnos por encima del sectarismo. La violencia es incompatible von la democracia y la persecución por motivos ideológicos. Los andaluces decidieron que somos cinco partidos en esta Cámara y todos igualmente legítimos. No vamos a participar de actitudes que denigran esta cámara. Mi partido defiende la libertad con mayúsculas. No puede haber cordones sanitarios contra ningún representante elegido. Lo que a mí no se me ocurriría nunca es votar no a una iniciativa independientemente a una iniciativa por que la presenta Vox. Eso es caer en el sectarismo más salvaje”.

Esta PNL se debate una semana después de otra del PSOE que era un torpedo directo contra el partido de ultraderecha y que acabó en bronca. En esta ocasión, el debate transcurrió por unos derroteros diferentes. Y Vox logró lo que perseguía. PP y Ciudadanos acabaron por aprobar la PNL de su socio y la votaron a favor. Para ello, después de colocar el mensaje, el partido ultra le compró al PP una enmienda en la que se eliminaba la referencia explícita a Vox. Así, se votó “condenar y rechazar todos los actos de violencia verbal o física que hayan podido sufrir los integrantes de cualquier formación política escogida democráticamente en urnas, que estén siendo señalados por sus convicciones políticas, sociales y/o religiosas”.

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