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Pegasus Moncloa refuerza a Robles pese a las críticas de los aliados del Gobierno

La ministra de Defensa coloca a una de sus personas de máxima confianza al mando del CNI. Fuentes del Gobierno consideran que el gesto debe servir para calmar las aguas ante la tensión generada con ERC y el Govern de la Generalitat de Catalunya. 

La ministra de Defensa, Margarita Robles, comparece ante los medios después del Consejo de Ministros, este martes en Moncloa, Madrid
La ministra de Defensa, Margarita Robles, comparece ante los medios después del Consejo de Ministros, este martes en Moncloa, Madrid. Emilio Naranjo / EFE

"Hay que pasar página", señalaban este martes por la tarde diferentes fuentes gubernamentales. Por la mañana, el Consejo de Ministros oficializó la salida de la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban. La ministra de Defensa, Margarita Robles, fue la protagonista total y absoluta de las explicaciones de Moncloa. Esquivó, en todo caso, vincular lo que llamó "sustitución" en los servicios de inteligencia, con el espionaje del 'caso Pegasus' pese a reconocer que ha podido haber "errores". El resultado de la decisión del Ejecutivo de Pedro Sánchez está todavía por determinar. Especialmente si va a servir para aliviar algo la tensión con ERC y el Govern de la Generalitat de Catalunya. Con el nombramiento de Esperanza Casteleiro, Robles coloca a una de sus personas de máxima confianza en el CNI y sale reforzada tras las furibundas críticas hacia ella. 

Robles había sido una de las máximas defensoras del papel de Esteban. Dijo de ella la semana pasada, en su comparecencia en el Congreso, que estaba "aguantando estoicamente" y que se le estaban realizando imputaciones indebidas. En paralelo, Moncloa deslizaba que su dimisión no estaba descartada. "Cada momento tiene su afán", destacó entonces la ministra portavoz, Isabel Rodríguez. La ministra de Defensa no tuvo ni un solo matiz de crítica a la ya ex directora del CNI al anunciar su "sustitución". Todo lo contrario. Solo elogios.

El pulso se saldó con la cabeza de Esteban pero a cambio ha entrado una de las personas de la máxima confianza de Robles. Casteleiro fue ampliamente ensalzada en varias ocasiones por Robles. Dijo estar "absolutamente encantada" con el nombramiento y negó cualquier tipo de desavenencias con el resto del Gobierno en la decisión. "¿A quién ha nombrado? Con eso está todo dicho", apuntó respecto a si Sanchez estaba de acuerdo con la nueva directora. 

Fuentes del Gobierno reconocen a Público que "la situación no está siendo fácil". Pero que ahora están "muy tranquilos" con el devenir de los próximos acontecimientos. Sobre el hecho de no vincular de forma directa la salida de Esteban con el espionaje a los móviles de Sánchez, Robles y también Fernando Grande-Marlaska, las mismas fuentes apuntan a que "hay argumentos que no hace verbalizar".

En este sentido, justifican el lenguaje cauto de Robles por todas las implicaciones que tiene con el propio CNI. Y rematan sobre el cambio en inteligencia: "es algo que había que hacer". Esperan que el gesto, sumado a la Comisión de secretos de la semana pasada, "sirva" para encauzar la situación con ERC y el Govern de la Generalitat de Catalunya. Robles, por su parte, insistió en que todos los procedimientos de investigación a líderes independentistas se han hecho respetando la legalidad, al tiempo que se mostraba partidaria de desclasificar las informaciones que sean necesarias cuando sea posible. 

En el camino de "transparencia" que defiende el Gobierno quedan pendientes algunas cuestiones. Una de las más inmediatas debería ser la reunión entre Sánchez y el president de Catalunya, Pere Aragonès. Moncloa asegura que todavía no está fijada la cita entre ambos. Por su parte, desde ERC se vieron diferentes tonos en sus declaraciones de reacción a la salida de Esteban.

En el Congreso, su portavoz, Gabriel Rufián, advirtió: "Si creen que esto es para contentar a ERC se equivocan", dijo. Pero en todo caso rebajó los decibelios mostrados en días anteriores sobre Robles: "No se trata de pedir cabezas, sino plantear la realidad: aquí ha habido una brecha que hace insostenible la situación de algunos altos cargos del Gobierno. Por otra parte, Robles representa a una parte del PSOE color caoba, por lo que es difícil que caiga", afirmó. 

En el Senado, donde se realizaron varias preguntas al Gobierno sobre el 'caso Pegasus', la republicana Mirella Cortés, insistió en que la salida de la directora del CNI no era suficiente. Siguió reclamando "responsabilidades políticas". "Las instituciones del Estado están en una democracia plena. Usted tiene más información que yo sobre lo que está pasando. Su portavoz parlamentario tiene toda la información. En este país se respetan los derechos y libertades y cuando cree que se han visto vulneradas, hace lo que ha hecho este Gobierno, ir a tribunales", le contesto Rodríguez. 

Las responsabilidades también las reclamó desde Catalunya la portavoz del Govern, Patrícia Plaja. La dirigente catalana advirtió que el cambio no resolvía ni cerraba el tema. "Quien piense eso, se equivoca", dijo. Sin embargo, el martes amanecía con una entrevista del presidente de ERC, Oriol Junqueras, en El País, en la que evitaba señalar directamente a Robles, como sí hiciera Aragonès hace unos días. A esas declaraciones se remitían fuentes del Gobierno para justificar también que las aguas deberán calmarse. 

Robles presume del apoyo de Sánchez

El discurso de Robles en la rueda de prensa del Consejo de Ministros dejó también otros detalles y mensajes lanzados tanto a la interna como a la externa. La ministra de Defensa dijo que "tiene la plena confianza del presidente", ya que lleva muchos años trabajando con él. "Es alguien a quien conozco, admiro y respeto, y eso no me lo va a quitar nadie", añadió.

Durante los últimos días se había destapado una pugna interna entre la ministra de Defensa y el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, que ambos intentaron cortar rápidamente. La semana anterior, la estrategia usada en el Congreso por Robles, no había sido vista con buenos ojos desde determinadas posiciones del Gobierno, también con Bolaños como centro de operaciones. "Por supuesto", dijo Sánchez hace unos días sobre si apoyaba el papel de Robles. De momento, al menos, parece que lo ha corroborado.

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