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El PP usa la ley trans para agravar las diferencias del Gobierno y se abre a apoyar enmiendas del PSOE 

Feijóo se ha reunido este jueves con una plataforma contraria a la ley trans que le ha pedido llevar el texto al Tribunal Constitucional si se aprueba de forma definitiva. En Génova se sienten "tremendamente cómodos" con sus postulados.

Feijóo
Alberto Núñez Feijóo reunido en la sede de Génova con representantes de la Alianza contra el Borrado de las Mujeres . PP/Tarek

Mientras el Congreso debatía la ley trans, Feijóo recibía en Génova a una plataforma de asociaciones contrarias a la norma. El presidente del Partido Popular contraprogramó así la discusión en el Parlamento con un encuentro con las voces más críticas con Irene Montero para ahondar en la herida abierta entre un sector del PSOE, alineado con las tesis de la exministra Carmen Calvo, y la ministra de Igualdad. Es más, Génova reivindica ahora la figura de la exvicepresidenta del Gobierno como un referente del "feminismo tradicional" con el que Feijóo se sentiría más cómodo. El objetivo: hacer sangre y arrastrar al PSOE a un enfrentamiento con su socio de coalición. 

Feijóo está en contra de la ley trans, que este jueves ha superado las enmiendas a la totalidad presentadas por PP y Vox en el Congreso, y su postura se alinea con los postulados de la extrema derecha- y de un sector del movimiento feminista- que consideran que la norma supone el "borrado" e "involución para las mujeres".

Por eso, y porque sabe que es una cuestión que ha enfrentado a los partidos del Gobierno, ha apurado una reunión en la sede de Génova con la Alianza contra el Borrado de las Mujeres de la que salió una nota de prensa remitida por el PP en la que suscribían bulos como que con la ley se "diluyen la especificidad de la violencia contra la mujer, algo extremadamente grave que puede provocar que muchos acosadores se refugien en esta ley para evitar ser acusados y juzgados".

Además, según ha podido saber Público, las portavoces de las asociaciones que acudieron al encuentro con líder del PP le trasladaron dos peticiones concretas: que su partido "corrija" los "errores" del texto en la tramitación parlamentaria y que, si logra salir adelante de forma definitiva, lleve la ley al Tribunal Constitucional. "No salimos con ningún compromiso firme pero fue una reunión muy amable en la que le vimos muy interesado", explica a este medio una de las presentes en el encuentro. Desde Génova aseguran sentirse "tremendamente cómodos" en las posiciones de esta plataforma.

Sobre la primera exigencia, el PP presentó una enmienda a la totalidad que el Parlamento rechazó este mismo jueves y el texto está ahora en la Comisión de Igualdad, presidida por Carmen Calvo, donde se podrán presentar enmiendas parciales. "Nosotros haremos nuestro trabajo ahí", explican fuentes parlamentarias populares, "pero el problema lo tienen en el PSOE", señalan. Y el PP quiere aprovechar esta grieta. 

Una parte del socialismo, con Carmen Calvo a la cabeza, está en contra del texto y piden cambios de calado en algunos artículos. Entre las cuestiones más señaladas está la autodeterminación de sexo. Calvo llegó a afirmar en una entrevista en el diario El Mundo, que la ley trans "puede destrozar" la legislación en materia de igualdad en España

Repiten estrategia

Así, aun con el respaldo del Consejo de Ministros a la ley, los socialistas no le han dado un 'sí' rotundo al texto en el Congreso porque creen que se puede "mejorar" en la tramitación parlamentaria. Es decir, a través de enmiendas parciales que, con tota probabilidad, intentarán girar la norma hacia los postulados del sector socialista alineado con Calvo. Y el PP, que pone en valor a la líder del PSOE, está dispuesto a apoyarlas sin van en la línea que ha defendido hasta ahora, confirman a Público diversas fuentes parlamentarias. 

Algo similar sucedió con la enmienda que el PSOE presentó a la ley del 'solo sí es sí'  para avanzar en la abolición de la prostitución. Todos sus socios rechazaban la propuesta pero los socialistas, parecía entonces, contaban con un histórico respaldo del PP. Al final, se vieron obligados a retirar la enmienda in extremis porque los apoyos no estaban atados y ponían en riesgo la tramitación de la ley.

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