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Presupuestos Generales Cs no se borrará de la negociación de los PGE pese al malestar interno y la reticencia de Podemos y ERC

Desde la dirección de Ciudadanos denuncian que una parte del Ejecutivo se resiste a que ellos participen en las negociaciones, por lo que tratan de tenderles "trampas" para que "se enfaden" y renuncien a estar en la negociación.

Delegaciones del Gobierno y de Ciudadanos mantuvieron hoy su primera reunión para negociar los presupuestos de 2021.
Miembros de la Ejecutiva de Ciudadanos presidida por Inés Arrimadas. Pedro Ruiz / Cs

marta monforte

Ciudadanos no se borra de la negociación de los Presupuestos, pese a los problemas —internos y externos— que genera su acercamiento al Gobierno. Este jueves el núcleo duro de Inés Arrimadas ha mantenido su primera reunión con la ministra de Hacienda y portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, y el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, como representante de Unidas Podemos. La reunión ha durado aproximadamente una hora y parte de la ronda de consultas del Gobierno de coalición con el resto de grupos políticos como paso previo a presentar las Cuentas Públicas en la Cámara Baja.

El portavoz adjunto en el Congreso, Edmundo Bal, ha asegurado en rueda de prensa que los 'naranjas' han puesto encima de la mesa dos propuestas en esta reunión inicial. Una dirigida a que no haya límite de gasto en la sanidad pública en estas cuentas, y otra destinada a ayudas directas a pequeñas empresas y autónomos: una partida que Cs cifra en 7.700 millones de euros, un 0,7 del Producto Interior Bruto (PIB) de España, y que saldría de la partida de "ayudas a fondo perdido" aprobadas por la Unión Europea.

Explican fuentes de Cs presentes en la reunión que a sus interlocutores les han "sorprendido" estas dos medidas, aunque ambos las han recibido de buen grado, puesto que van en consonancia con lo que plantea el Ejecutivo: subir el gasto para hacer frente a la crisis sanitaria y económica. "Hemos dicho que queremos invertir más, creo que no se lo esperaban", apuntan. "Igual se pensaban que queríamos una excepción del IRPF o bajar los impuestos, pero no". Los naranjas defienden que estamos ante una "situación excepcional" de pandemia que requiere de medidas contundentes avaladas por el Estado.

Desde la dirección de Ciudadanos denuncian que una parte del Ejecutivo —en la que se encuentran los dirigentes de Unidas Podemos y también otros del PSOE— se muestra más reticente a que ellos participen en las negociaciones, por lo que, a su juicio, tratan de tenderles "trampas" para que "se enfaden" y renuncien a estar en la negociación. Citan como una de ellas la enmienda aprobada por PSOE, UP y Esquerra Republicana para que en la nueva ley educativa el castellano no sea lengua vehicular en la educación española.

Inés Arrimadas ha asegurado que su formación recurrirá al Tribunal Constitucional esta decisión y también lo denunciará en la Unión Europea y ante el Defensor del Pueblo. "Se consuma la infamia para blindar este atropello", ha señalado a través de su cuenta de Twitter. En privado los dirigentes de Cs aseguran que, pese a que esta medida va en contra de "los genes" de su formación, están atados de pies y manos. No pueden exigir al Gobierno que retiren esta enmienda porque entonces ya le estarían dado una excusa al líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, para apartarlos de la negociación. 

La presidenta de Ciudadanos y su núcleo duro llevan meses repitiendo que el Gobierno tiene que elegir socios para sacar adelante las cuentas: o ERC o ellos porque sus apoyos son "incompatibles". Sin embargo, a medida que avanza la negociación desde el entorno de Arrimadas señalan que no es "imposible" sumarlos a ambos. "Si no estuviéramos nosotros, seguro que ERC sacaría muchas partidas al Gobierno: pedirían más porque se verían imprescindibles", reflexionan. 

Tensiones internas tras el acercamiento al PSOE

El acercamiento al Gobierno de PSOE y Podemos no ha sido bien recibido por todos en Cs,  especialmente críticos han sido aquellos que formaron parte de la formación en el pasado, aunque la dirección trata de no dar ninguna importancia a dichos movimientos. Xavier Pericay, uno de los fundadores de Cs, comunicó el sábado que se daba de baja como afiliado. "Pericay se ha ido 6 veces", ironiza un dirigente de Cs. "Antes decía que teníamos que acercanos más al PSOE y ahora que nos acercamos se vuelve a ir. Un poco de seriedad".

También lo hizo la exdiputada Patricia Reyes, que 'fichó' por el Real Madrid a principios de año. Tras la renuncia del diputado Marcos de Quinto —que también dejó Cs por el acercamiento al Gobierno tras dar su apoyo a las diversas prórrogas del estado de alarma—, Reyes tuvo la oportunidad de volver a la política activa tras quedarse no conseguir escaño el pasado 10 de noviembre, pero renunció a ello. "Patricia ya decidió que no quiso ser diputada", indican en Cs a modo de justificación.

Estos movimientos se producen en respuesta al voto favorable que dieron los 10 diputados de Ciudadanos al estado de alarma de seis meses que propuso el Gobierno la pasada semana y del que el presidente Pedro Sánchez solo rendirá cuentas cada 60 días. La diputada Marta Martín también mostró su rechazo a esta decisión a través de su cuenta de Twitter, donde reveló que había votado favorablemente "por disciplina de voto". "Confío en que acertemos y en que no me vuelva a pasar", escribió. Un mensaje que acabó borrando al cabo de media hora después de una conversación con Edmundo Bal.

Desde la dirección del partido niegan que haya malestar interno con la hoja de ruta. "La Ejecutiva está tranquila, tenemos el aval del Comité para negociar y después se debatirá cuando tengamos que votar los presupuestos", señalan, aunque no se comprometen a que haya una votación al respecto.

Cs negociará con el Gobierno "hasta el final"

Los naranjas consideran que el Ejecutivo de coalición dejó de lado algunas cuestiones que facilitan que hayan sentado a negociar, como el hecho de que no se haya producido una subida del IVA en la educación concertada, ni en la Sanidad privada, que las subidas se impuestos se limitan a las rentas más altas (300.000€), y que se haya incluido un Plan de Lucha contra el Fraude. Desde la dirección destacan que, aunque finalmente voten en contra a los Presupuestos, ya están "satisfechos" de que estas demandas no se hayan incluido.

También aseguran que han llegado a un acuerdo con el Gobierno para que retire, vía enmienda, el impuesto al diésel que se incluye en los PGE, aunque admiten que no han tenido ninguna conversación con la ministra Montero a este respecto, tampoco este jueves, puesto que sus conversaciones se han producido directamente con el gabinete de presidencia. Sin embargo, dan por hecho que el Ejecutivo cumplirá con este punto.

Los dirigentes de Cs se muestran convencidos de que negociarán "hasta el último momento" para tratar de dar utilidad a sus 10 diputados en el Congreso siguiendo "una estrategia de hormiguita". "Si tuviéramos 30 diputados podríamos ser más contundentes. Con 10...tenemos la fuerza que tenemos". Ponen de manifiesto que la clave la tiene el Gobierno y que, a día de hoy, hay un 50% de posibilidades de sumarles a ellos. Los PGE van a salir igual, lo que podemos hacer es que sean más moderados o más extremistas", zanjan.

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