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El primer secretario de Estado de Seguridad de Rajoy desvela los motivos de su cese: "No podía ofrecer al ministro maniobras arteras"

Ignacio Ulloa acaba reconociendo en la Comisión de investigación sobre la operación 'Kitchen que su marcha se debió al cariz político que el ministro del Interior, Fernández Díaz, dio a la Secretaría de Estado.

Ignacio Ulloa Rubio, ex secretario de Estado de Seguridad, en la comisión del Congreso sobre la operación Kitchen.
Ignacio Ulloa Rubio, ex secretario de Estado de Seguridad, en la comisión del Congreso sobre la operación Kitchen. Congreso de los Diputados

Ignacio Ulloa Rubio, secretario de Estado de Seguridad entre enero de 2012 y enero 2013, y actual jefe del Gabinete del Presidente del Tribunal Constitucional, ha comenzado advirtiendo este jueves, en la comisión del Congreso que investiga la operación 'Kitchen', que los motivos que le llevaron a pedir su cese obedecieron a motivos personales que no va a desvelar. Ha recordado que la operación 'Kitchen' arrancó en julio de 2013 y que, por lo tanto, "no puedo hablar de lo que no sé". Sin embargo, 'Kitchen' es el desenlace de una trama previamente constituida, le ha recordado el portavoz socialista.

Ha negado Ulloa haber conocido al comisario Villarejo y ciertamente de las agendas del policía se puede desprender que así fue, lo que no significa que el ex secretario de Estado de Seguridad no aparezca en los apuntes de Villarejo, según ha podido comprobar Público. Desde el mes de junio de 2012 aparecen varios apuntes en las agendas que indican el recelo de Francisco Martínez, por entonces jefe del Gabinete del Ministro del Interior, hacia Ignacio Ulloa. Finalmente Martínez se convirtió en secretario de Estado de Seguridad en enero de 2013 cuando Ulloa cesó.

Ha comenzado negando malas relaciones en el seno del ministerio, entonces dirigido por Jorge Fernández Díaz, imputado en la causa 'Kitchen', pero ha acabado refiriéndose a que "yo no podía entender de conspiraciones. La zancadilla nunca ha sido mi estilo", ha manifestado. "Yo tenía muy claro que cuando iba a la Secretaría de Estado uno sale o a la cárcel o a la gloria y yo no quería ir a la cárcel sino simplemente cumplir con mis obligaciones".

Fue Ulloa el que destituyó al comisario José Luis Olivera, imputado en la investigación judicial por la operación de espionaje a Bárcenas, como jefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía y lo nombró director del Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CICO), "porque era un hombre idóneo para ese puesto", ha dicho Ulloa, negando que se tratara de apartarle de la investigación del caso 'Gürtel', como aseguró Olivera en la misma comisión del Congreso, el pasado mes de mayo. Desde el comienzo de su mandato, Ulloa quiso destituir a Olivera, según las agendas de Villarejo, en las que consta que el secretario de Estado se planteaba destinarle al Banco de España en febrero de 2012.

Ulloa se ha presentado como un hombre "honrado", que tenía un proyecto para la Secretaría de Estado en un momento clave, cuando el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil se separaron y recuperaron su autonomía. "Me dijeron que tenía que recortar un 20% del presupuesto y yo quería que eso no repercutiera en la tasa de criminalidad. Eran 160.000 hombres armados y 7.000 millones de euros de presupuesto. Había que gestionar un monstruo. Yo quería que esa secretaría de Estado funcionara bien para garantizar los derechos fundamentales".

Ignacio Ulloa ha apuntado finalmente una de las causas de su marcha al año de ser nombrado. "Quería impartirse un ritmo más político a esa Secretaría de Estado y yo lo único que podía ofrecerle al ministro eran mis conocimientos técnicos. Yo no podía ofrecerle ni política, ni maniobras arteras, ni ningún género de actuación que no fuera el estricto cumplimiento de la ley, el respeto a los derechos fundamentales".

Ha concluido su comparecencia en la comisión de investigación explicando que "desde el minuto uno constituí un gabinete con una calidad excelente, pero cuando una de las partes no puede cumplir con el compromiso...Yo no tenía esas cualidades de estar en el candelero político, no era un hombre para estar en los medios. Yo lo entendí así y el ministro también. Fue como la resolución de un contrato de mutuo acuerdo", ha dicho en relación a su marcha del ministerio, la cuestión que ha copado la mayor parte de su intervención.

  

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