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La resaca del 2-D Vox ha recibido casi dos millones de euros en donaciones desde su nacimiento

Sólo en 2014, poco después de su creación, el partido ultra recibió 964.000 euros de origen hasta ahora desconocido. En la formación de Santi Abascal defienden que sus cuentas cumplen estrictamente la legalidad.

El líder de Vox, Santiago Abascal, durante una rueda de prensa en la sede del partido en Sevilla, un día después de las elecciones al Parlamento de Andalucía del 2-D. REUTERS/Jon Nazca

El reloj marcaba la 1.20 de la madrugada. El domingo electoral en Andalucía ya era historia. Desde un hotel de Sevilla, el responsable de Prensa de Vox enviaba un nuevo mensaje vía whatsapp a varios periodistas. Allí lanzaba un juramento de cara a la próxima campaña electoral que tenga que afrontar este partido de extrema derecha. “Os prometemos que para la próxima contaremos con más personal de comunicación y podremos tener una relación más fluida”, adelantaba.

En efecto, Vox va a crecer. Sus cuentas, también. Los doce diputados que se incorporarán al Parlamento de Andalucía  repercutirán económicamente a favor de esta formación, cuya financiación sigue dando lugar a todo tipo de dudas y acusaciones cruzadas. ¿De dónde sale el dinero que permite mantener al partido en pie? ¿Hay apoyos desde más allá de España?

Las cuentas presentadas por el partido demuestran que hay bolsillos extremadamente generosos. A lo largo de 2014 (su nacimiento se produjo a finales de 2013), Vox recibió 964.892 euros en concepto de “donaciones y legados”. En 2015 la cifra fue de 462.712 euros, mientras que en 2016 bajó a los 216.697 euros. El último dato disponible señala que en 2017 hubo donaciones por 189.763 euros. En total, a lo largo de esos años recibieron la friolera de 1.834.064 euros.

El cabeza de lista del partido ultraderechista Vox, en las elecciones al Parlamento de Andalucía del 2_D, el exjuez Francisco Serrano, junto al presidente de la formación Santiago Abascal, en la rueda de prensa al día siguiente de las elecciones. REUTERS/

El cabeza de lista del partido ultraderechista Vox, en las autonómicas de Andalucía, el exjuez Francisco Serrano, junto al presidente de la formación Santiago Abascal. REUTERS/Jon Nazca

El ex vicepresidente de Vox, Juan Jara, llegó a afirmar a través de una carta que tales ingresos (se refería concretamente al medio millón de euros recibidos en 2015) eran “deliberadamente genéricos y ambiguos y no cumplen con la ley de partidos políticos en materia de donaciones en cuanto a transparencia”. Jara acabó fuera del partido y hoy es uno de sus principales críticos.

A falta de conocer las cuentas de 2018, conviene apuntar un dato: este año, Vox sumó el apoyo del magnate estadounidense Steve Bannon, ex asesor del presidente estadounidense Donald Trump. El reconocido estratega ultraconservador está interesado en promover movimientos xenófobos en Europa, y Vox es su apuesta en España.

“No tenemos créditos bancarios”

En plena resaca tras las elecciones andaluzas, fuentes de la formación de ultraderecha indicaron a Público que allí no se admiten donaciones opacas y que no hay nada irregular. “Vox acredita sus cuentas y las presenta al Tribunal de cuentas sin necesidad de hacerlo por ley”, remarcaron. Del mismo modo, aseguraron que a día de hoy no tienen ningún crédito bancario.

Simpatizantes de Vox celebran los resultados de la formación en las elecciones al Parlamento de Andalucía. REUTERS/Marcelo Del Pozo

Simpatizantes de Vox celebran los resultados de la formación en las elecciones al Parlamento de Andalucía. REUTERS/Marcelo Del Pozo

A finales de 2017, el activo del que disponía este partido era de 141.528 euros. Por entonces, los ingresos en concepto de afiliación alcanzaban los 272.275 euros. De acuerdo a sus propios datos, el año pasado contaban con 4.528 militantes de carnet, mientras que a día de hoy, en pleno boom ultra, alcanzan ya los 14.020. La cuota ordinaria es de nueve euros al mes, aunque también existe la posibilidad de pagar 15, 25 o 30 euros (las denominadas cuotas “plus”, “contributiva” o de “generosidad”).

Del mismo modo, hay cuotas especiales (para lo cual debe adjuntarse “documentación acreditativa”) dirigidas a estudiantes, parados o jubilados (cinco euros), menores de 23 años (tres euros) o personas con “situaciones económicas especiales”, algún tipo de discapacidad o simplemente “simpatizantes”. En esos casos, el abono mensual es más simbólico que otra cosa: apenas un euro.

Náuseas y vómitos

Además de afiliarse, los seguidores del partido ultraderechista también pueden hacer donaciones online, para lo cual deben rellenar un formulario disponible en su página web.

“Vox no es ni será nunca una industria de la subvención ni una banda de golfos apandadores. No entendemos que españoles con unas ideas, las que sean, tengan que financiar con sus impuestos iniciativas políticas contrarias a lo que piensan; y al igual que a ti nos ponen entre la náusea y el vómito los negocios cerrados al calor de la política en los reservados de los restaurantes o en la sordidez del cuarto de baño de alguna gasolinera. Nuestra vocación es la de servir y nuestro sitio cualquiera donde haya luz y taquígrafos”, puede leerse en el texto que acompaña al formulario, donde por defecto aparece una cifra a modo de donativo (que puede ser modificada por el usuario): 50 euros.

¿Ibex 35?

El domingo a la noche, mientras Santiago Abascal y los suyos preparaban los festejos en el hotel Ayre de Sevilla, el programa 360º de ETB2 (Televisión Pública Vasca) emitía un reportaje especial que incluía, entre otros aspectos, las interrogantes sobre la financiación de la marca ultra. Carlos Aurelio Caldito, ex vicepresidente del partido en Badajoz, apuntó directamente hacia “gente del Ibex 35” que estaría aportando dinero. También habló de los “lobbys cubanos en Norteamérica”, con los que mantiene muy buenas relaciones la dirigente de Vox Rocío Monasterio, nacida en aquella isla y feroz militante anticomunista.

Por su parte, Santiago Abascal negó ante las cámaras cualquier irregularidad en las cuentas de su formación y aseguró que sus habituales demandas judiciales (la más sonada, contra los políticos independentistas catalanes) son cubiertas mediante el sistema de micromecenazgo y gracias al patriotismo desinteresado de sus abogados, que no cobran por llevar esos casos. Allí habló además de la estructura austera del partido en sus orígenes, con “solo seis liberados durante tres años trabajando en un proyecto nacional”. Según distintas informaciones, el sueldo de Abascal ronda los 3.500 euros mensuales.

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