El Hospital de Torrejón acumula pérdidas de 76,45 millones de euros desde 2022, por lo que ha necesitado que sus accionistas le prestaran millones para continuar operativo. Según revela la sociedad que lo gestiona, Torrejón Salud SA, en las cuentas depositadas en el Registro Mercantil, también reclamó tres veces a la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid lo que se conoce como "reequilibrio económico" de la concesión: que le subiera la cantidad que el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso le paga por la asistencia sanitaria prestada en el hospital. En caso contrario, advertía en su informe de gestión, la empresa no descartaba "ejercer otras medidas contempladas en el Pliego de Cláusulas Administrativas Particulares, incluso la referente a la resolución del contrato" firmado con el Ejecutivo madrileño en 2009.

La primera reclamación a Sanidad la cursó en diciembre de 2022. Y la actualizó en marzo de 2023. La exigencia se sustentaba, según Torrejón Salud, en la desviación entre el ingreso per cápita previsto en el plan de negocio –la cápita o cantidad que Sanidad le paga por cada habitante adscrito al área del hospital– y "el ingreso real percibido", inferior por culpa del "índice de actualización estipulado en el contrato concesional".

La empresa pidió por tercera vez una compensación en enero de este año, a fin de conseguir "la viabilidad a medio y largo plazo" del hospital, "o bien, en su defecto, una resolución y liquidación ordenada de la concesión".

Público ha preguntado tanto a Ribera Salud, el grupo al que pertenece el Hospital de Torrejón, como a Sanidad si se le concedió esa subida. La consejería asegura que el consejo de gobierno aprobó en julio un pago de 32,78 millones de euros para el hospital madrileño. "La Comunidad de Madrid, como siempre hace con las concesiones, establece controles exhaustivos en las auditorías, que también luego, lógicamente, pasan por la Cámara de Cuentas", explica. Ribera Salud asegura que se le "reequilibró" el precio porque se produjo "una variación en el catálogo de prestaciones sanitarias especializadas", se introdujeron "nuevas tecnologías" en los servicios sanitarios y aumentaron los medicamentos de diagnóstico hospitalario. Así lo recogen los pliegos de la concesión, apuntan, para el caso de que "circunstancias extraordinarias o imprevisibles" como las mencionadas "alteren significativamente la economía del contrato".

El Ministerio de Sanidad investiga si se ha vulnerado el derecho a la protección de la salud de los pacientes después de que El País revelara que el consejero delegado de Ribera Salud, Pablo Gallart, había instado a los directivos del Hospital de Torrejón a rechazar pacientes y operaciones que no fueran rentables para conseguir un beneficio de cuatro o cinco millones de euros.

Las reclamaciones se hicieron al mismo tiempo que Torrejón Salud intentaba reestructurar su deuda con los accionistas de la empresa: Primero Salud SLU, la matriz del grupo Ribera Salud en España, y Concessia Cartera y Gestión de Infraestructuras, integrada por Caixabank, Banco Sabadell, Kutxabank, BBVA, Ibercaja y Hill International, la tercera mayor empresa de gestión de proyectos y construcción de Estados Unidos. La matriz poseía entonces el 89,47% del capital y Concessia, el 10,53% restante.

A fecha de 31 de diciembre de 2023, el Hospital de Torrejón mantenía una deuda de 130,57 millones de euros con ambos socios. Se trataba de un préstamo de 123,91 millones que le habían concedido Primero Salud y Concessia, y que había vencido el 31 de diciembre de 2022, más 6,65 millones en intereses. Sólo esa deuda representaba el 72,7% del pasivo de Torrejón Salud SA y casi el 80% de su pasivo corriente –el que hay que pagar antes de un año–.

No pudo devolver un préstamo a un accionista

Debido a sus malos resultados, Torrejón Salud no pudo devolverle a Concessia su parte del préstamo –13 millones de euros–. Así que, en enero de 2023, su único representante de en el consejo de administración de la sociedad presentó la renuncia al cargo y una demanda judicial para impugnar el plan de reestructuración de la deuda, que se había aprobado sólo con los votos del accionista mayoritario y matriz de la empresa. Entre otras medidas, establecía que se ampliara la devolución del préstamo hasta 2039, año en que concluye la concesión. Una prórroga que Concessia consideraba "leonina, desproporcionada y abusiva".

Tanto el Juzgado de lo Mercantil número 13 de Madrid primero, como la Audiencia Provincial después, dieron la razón a Torrejón Salud y homologaron el plan de reestructuración. En la sentencia con la que el 24 de abril de 2024 rechazó el recurso de Concessia, el tribunal deja claro que la "situación de insolvencia" del hospital era "patente" cuando se presentó el mencionado plan. Por lo que la reclamación judicial del accionista minoritario, concluye, "abocaba prácticamente a la declaración de concurso [de acreedores al hospital]".

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En enero de este año, Torrejón Salud comunicó al juzgado que abría negociaciones con sus acreedores al mismo tiempo que pedía más dinero a Sanidad. Tenía un plazo de tres meses para llegar a un acuerdo con Primero Salud y con Concessia, que fue necesario prorrogar hasta julio. Entonces "se logró evitar el concurso", asegura un portavoz de Ribera Salud a este periódico. Aunque el grupo no detalla el contenido del pacto, el resultado fue la salida de Concessia del accionariado. El 1 de agosto quedó inscrito en el Registro Mercantil como socio único del hospital de Torrejón la matriz Primero Salud SL. Un portavoz de Concessia confirma a Público que la empresa vendió entonces su participación y "ya no forma parte del proyecto".

Avales del ICO, Avalmadrid e Iberaval

Pero Torrejón Salud no sólo ha contraído una abultada deuda con sus accionistas, sino también con los bancos, 22,04 millones, y mediante avales del Instituto de Crédito Oficial (ICO): éstos le garantizaron cuatro préstamos de la línea del Covid-19 que en diciembre de 2023 sumaban 18,5 millones de euros y dos pólizas de crédito por importe de 11,5 millones más.

Esas pólizas proveen a las empresas de fondos hasta un límite establecido según sus necesidades puntuales de liquidez. Así se pueden cubrir los desfases de tesorería a corto plazo.

Pero ya antes, en 2023, le habían vencido los avales del ICO para otras dos pólizas de crédito que ascendían a 13 millones de euros. En total, 43 millones.

Además, contaba con otros dos avales públicos. Uno se lo había concedido Avalmadrid, la sociedad de garantía recíproca de la Comunidad de Madrid, y otro Iberaval, su equivalente en Castilla y León, aunque también opera en La Rioja, Madrid y Galicia. El importe de ambos asciende a 833.000 euros.

La culpa es de la cápita

Ese año Torrejón Salud cerró con unas pérdidas de 22,8 millones de euros y un patrimonio negativo de 43,3 millones, que la propia sociedad atribuye a los números rojos acumulados de años anteriores: se había dejado 33,4 millones en 2022 y 9,23 millones en 2019 y 2020. Sólo tuvo beneficios, 294.313 euros, en 2021. En 2024 volvió a números negativos, 20,25 millones.

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En el informe de gestión de 2023, último depositado en el Registro Mercantil, la empresa culpaba de sus malos resultados al precio de la cápita, que consideraba insatisfactorio según sus hipótesis de evolución del IPC, los costes de personal y otros costes. Alegaba que su margen operativo se había reducido y había dejado de ingresar 18,7 millones ese año y 40,5 millones el anterior. Por entonces, el hospital tenía pendiente de cobrar de la Consejería de Sanidad las liquidaciones de 2021 a 2023, unos 67 millones de euros.