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España vuelve a perder el control de la covid-19 por no reforzar el rastreo de contactos

Las Administraciones recurren a viejas recetas para abordar la actual situación, pero sin reforzar los servicios de Salud Pública o Atención Primaria o explorar otras medidas como impulsar el teletrabajo.

Visitantes pasean por El Rastro, a 26 de septiembre de 2021, en Madrid.
Visitantes pasean por El Rastro, a 26 de septiembre de 2021, en Madrid. Gustavo Valiente / Europa Press

Desde hace semanas en todos los medios de comunicación avisan de cómo la incidencia sube de forma diaria, pero casi no se ha hablado de otro indicador que también está creciendo y es determinante para saber el nivel de transmisión de la covid-19, la positividad, que es el porcentaje de personas que dan positivo de todas a las que se les ha hecho prueba.

La Organización Mundial de la Salud determinó en un documento el pasado mes de mayo que si la positividad supera al 5% la situación es "preocupante" porque se considera que ya hay transmisión descontrolada.

En España, en pocas ocasiones se ha conseguido estar por debajo de este porcentaje, pero se logró durante el mes de octubre. Sin embargo, según los datos del Ministerio de Sanidad de este miércoles, ya se ha subido otra vez al 7,22% de media estatal.

Es decir, solo por positividad, España estaría en una situación preocupante para la OMS y, según el semáforo del Ministerio de Sanidad, el nivel de riesgo sería medio. La que sale peor parada es Aragón, que llega a superar el 10%, y estaría en riesgo alto.

"Si hubieran reforzado Salud Pública y nos hubieran dejado hacer nuestro trabajo, podríamos haber controlado las cadenas de transmisión, pero esto nunca ha sido posible en la mayoría de las comunidades autónomas", lamenta uno de los rastreadores de la Comunidad de Madrid, que ya no tiene estas funciones por decisión de la Consejería de Sanidad.

El porcentaje actual, por encima del 7%, efectivamente supone que hay transmisión descontrolada de la covid-19. El epidemiólogo Pedro Gullón pone el siguiente ejemplo: si una persona está contagiada, se hacen pruebas a 10 contactos y uno de ellos es positivo, hay un control y la positividad de este caso sería baja. Por el contrario, si salen cinco o más contactos, ya sería alta y, por tanto, la transmisión mayor. Ahora es más difícil medir esta tasa ya que los test que se hacen en casa, comprados en la farmacia, no se notifican, pero igualmente la tendencia es clara.

Al menos el 35% de los infectados no tienen contacto conocido con covid

De hecho, la falta de control sobre la transmisión de la covid-19 también se refleja en el número de casos sin contacto covid conocido. Según el último informe epidemiológico del Instituto de Salud Carlos III del pasado 24 de noviembre, al menos el 35% de los infectados no tienen un contacto contagiado. Esto está relacionado, a su vez, con que solo se detectan dos casos de coronavirus por contacto, que es un número muy bajo, sobre todo si se tiene en cuenta que hasta dentro de España hay una comunidad que detecta mucho más contactos: Asturias, con seis contactos de media.

Todo esto significa que el sistema de estudio o rastreo de contactos no funciona en España. "Si no se hizo al principio, no se va a hacer ahora", lamenta Gullón que, además, explica que la mayoría de las comunidades nunca han invertido para que se haga epidemiología de campo y los profesionales estudiaran dónde se contagian las personas. En realidad, en la mayoría de las regiones lo único que ha habido han sido rastreadores que han llamado por teléfono a los contactos estrechos. Nunca se han llevado a cabo estrategias que al principio de la pandemia se veían como esenciales como hacer seguimiento de todas las personas que estuvieron en un mismo bar que un caso de covid.

Y esto no deja de ser importante de hacer ahora. De hecho, es muy importante para la nueva normalidad y evitar restricciones que sean más dañinas con la economía y los comercios. Por ejemplo, el experto argumenta que reforzar los servicios de Salud Pública ayudarían a conocer mejor los sitios en los que hay más transmisión y a tomar medidas que la reduzcan, pero también a "mitigar" o "retrasar mucho" una nueva ola y el aumento de la incidencia.

Las CCAA suelen retirar recursos en épocas de baja transmisión pese a que son esenciales para controlar la pandemia

De hecho, pese a la opinión de sociedades científicas como la Sociedad Española de Epidemiología, las comunidades autónomas suelen retirar los recursos extraordinarios en épocas de baja transmisión pese a que mantenerlos y reforzar el estudio de contactos puede ser esencial para el control de la pandemia, como ocurre, por ejemplo, con estudio de otras enfermedades infecciosas. En concreto, un estudio de junio de 2020 la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria mostraba ya la importancia de esto. "El refuerzo de personal en Atención Primaria y Salud Pública así como la automatización de la información son imprescindibles para poder realizar con garantías de éxito el estudio de contactos en la covid-19", explicó a Público uno de los autores del estudio, el epidemiólogo Joan Caylà.

Así, reforzar los recursos en salud pública, serían una de las mejores medidas que podrían tomar las comunidades autónomas. Gullón argumenta que hay elementos que ya hacen ver con "optimismo" la situación actual como la velocidad de crecimiento y que la incidencia sube de forma estable (9 o 10 puntos). Esto suele indicar que se está relativamente cerca del pico de la ola, pero existen los riesgos de que se está en una época de movilidad extraordinaria por los próximos festivos y la Navidad así como que, por el frío, hay más reuniones en interior.

Sin embargo, el experto cree que no hay que recurrir a grandes restricciones ya que las vacunas están frenando enormemente las muertes y los ingresos en hospitales. Señala que le parece más efectivo que se exploren medidas que tienen menos efectos negativos en la economía y en la propia salud de las personas como es el teletrabajo —así se evitarían los contagios que se producen en oficina mientras no se hace daño a la empresa—, el fomento del espacio exterior —permitiendo que las terrazas, por ejemplo, sigan ocupando los espacios de aparcamiento—, aumentando las frecuencias del transporte público o reformando el sistema de bajas laborales.

Este último punto está siendo una gran petición de los médicos de familia que, sobrecargados por la covid-19 y otras enfermedades respiratorias que han repuntado este año con fuerza, piden no tener que ocupar parte de su tiempo de trabajo en esto. El médico Rubén Blanco lo expuso recientemente por Twitter.

"El justificante deteriora mi asistencia. Ocupa mi tiempo y lo desplaza de pacientes que lo necesitan a trabajadores/alumnos con cuadros leves que no lo necesitan. Además, llena las salas de espera de pacientes con cuadros potencialmente contagiosos", explicó por la red social.

Ante todo esto, la realidad es que las Administraciones parece que recurren a viejas recetas para una nueva situación. Pendientes de nuevas informaciones científicas sobre la variante ómicron, el Ministerio de Sanidad ya ha decidido cancelar los vuelos con el sur de Áfricaordenar cuarentena para los contactos de infectados con la nueva variante y recomendar limitar el número de participantes en los eventos navideños.

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