Las obras de construcción de la fábrica de celulosa que la multinacional portuguesa Altri quiere levantar en Palas de Rei (Lugo) podrían provocar un severo impacto en el Camiño Francés de Santiago, el más transitado por los peregrinos a Compostela, declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad en 1993 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y que atraviesa la localidad muy cerca de los terrenos donde Altri prevé instalarse.

Así lo advirtieron los técnicos de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural de la Consellería de Cultura de la Xunta en un informe fechado en abril de 2024, que forma parte del expediente de tramitación de la declaración de impacto ambiental que el Gobierno de Alfonso Rueda publicó en marzo pasado. El estudio advertía de serias carencias en la documentación original presentada por la compañía sobre la afección de las obras de la factoría a lugares de interés del Camiño y a la propia vía jacobea.

De hecho, apenas un mes después de su envío al departamento de la Xunta que centralizaba la tramitación de la declaración de impacto, la Administración autonómica recibió una petición oficial del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios –Icomos, el organismo asesor de la Unesco en materia de patrimonio de la humanidad–, reclamando que se analizasen con mayor rigor y profundidad los efectos sobre el patrimonio cultural de la implantación de la fábrica en las proximidades de la ruta.

El informe de la Dirección Xeral de Patrimonio, firmado el 2 de abril de 2024 por el subdirector general de Conservación e Restauración de Bens Culturais, Manuel Chaín Pérez, se suma a otros documentos del expediente desvelados por Público que revelan las soluciones propuestas por Altri para minimizar el impacto visual de sus instalaciones  y las contradicciones e incongruencias en las cifras de inversión y de empleo real que generará la planta.

Obras en 240 metros del Camiño de Santiago

Los técnicos de la Consellería de Cultura alertaron de que Altri prevé ampliar en al menos cinco metros la anchura de una calzada por la que transitarán durante las obras de la planta unos 90 camiones al día, sin tener en cuenta que el Camiño Francés discurre en un tramo de 240 metros precisamente por ese vial, en el que pretende habilitar además apartaderos de 25 metros de longitud y sobreanchos de curvas para facilitar el cruce de vehículos. La Dirección Xeral de Patrimonio Cultural aseguraba entonces que el estudio arqueológico que Altri le remitió no contemplaba esa circunstancia.

"Cabe señalar que el arqueólogo no ha tenido en cuenta las actuaciones de ancheamiento previstas en el proyecto sometido a exposición pública ni la intensidad de tráfico que se incrementará notablemente en la fase de obras (90 vehículos pesados al día), por lo que la valoración no es correcta porque no contaba con los datos sobre las actuaciones en los accesos temporales que se describen en el proyecto básico", dice el texto.

Además, los técnicos alertaban de que las alternativas seleccionadas por la empresa para los accesos temporales a las obras de su planta eran "las peor valoradas en el estudio de impacto ambiental en cuanto a su afección sobre el Camiño de Santiago".

"Desde el punto de vista de la protección y preservación de los valores culturales del bien Patrimonio de la Humanidad, se considera que el efecto ambiental que se generaría con las obras definidas de ampliación de los accesos temporales podría suponer un impacto crítico, por su afección al territorio del Camiño de Santiago y al propio fenómeno de la peregrinación a la tumba del apóstol", añadían.

Carencias e información insuficiente

Los expertos de la Xunta también alertaban de otras carencias, como una modificación sustancial en el trazado del sistema de tuberías de captación y vertido de aguas al río Ulla cuya afección sobre el patrimonio cultural no se evaluó; la insuficiente información facilitada sobre las parcelas que Altri prevé acondicionar en los alrededores de la fábrica como zona de amortiguación de su impacto visual y paisajístico; y los cambios en la instalación de una línea eléctrica provisional para suministrar energía a las obras, que discurría inicialmente bajo tierra pero que finalmente lo hará mediante un trazado aéreo.

La compañía que dirige José Soares de Pina remitió a la Consellería de Cultura varios informes aclaratorios sobre todas esas cuestiones, basadas en dos informes de consultoras externas. 

En relación a la intervención directa sobre el vial de acceso que se solapa con el Camiño de Santiago, la empresa asegura ahora que ha cambiado de opinión y que no prevé utilizarlo, aunque también advierte que no lo descarta, de una forma ambigua que no permite excluir esa posibilidad: "No se espera que sea necesario utilizar los accesos temporales planteados previamente para la ejecución del proyecto. En consecuencia (...) no se realizarán intervenciones en estos caminos. No obstante, aunque no se anticipa su utilización en ninguna etapa del proyecto, aclaramos que siguen vigentes las medidas preventivas previamente desarrolladas, en caso de que, por motivos de fuerza mayor o causas ajenas al promotor, sea necesaria su utilización".

"El efecto ambiental que se generaría con las obras definidas de ampliación de los accesos temporales podría suponer un impacto crítico, por su afección al territorio del Camiño de Santiago y al propio fenómeno de la peregrinación a la tumba del apóstol"

Sobre las modificaciones en el sistema de 12 kilómetros de tuberías mediante las que extraerá cada día 46 millones de litros de agua del Ulla en el embalse de Portodemouros para devolver 30 millones de litros diarios depurados pero aún contaminados, Altri sostiene que "no es previsible" que generen impacto alguno sobre bienes del patrimonio cultural, al igual que sucede con la línea eléctrica.

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En su última comunicación, fechada un mes antes de que la Xunta diera viabilidad al estudio de impacto y que ya no firma un subdirector sino la directora xeral de Patrimonio, María del Carmen Martínez Ínsua, la Consellería de Cultura aceptó los argumentos de Altri e informó favorablemente sobre su proyecto.

Informes pagados por Altri

La Plataforma Ulloa Viva, que junto a la Plataforma en Defensa da Ría de Pontevedra ha organizado la contestación social a la celulosa, ha criticado que el visto bueno de la Dirección Xeral de Patrimonio se base en dos informes externos "contratados y pagados por Altri, que fueron redactados por dos personas estrechamente vinculadas con Icomos-España: Jordi Tresserras [expresidente del organismo] y José Alberto Alonso Campanero [tesorero de su actual junta directiva y director de la consultora Proskene SLP, encargada de uno de los estudios]".

"Patrimonio Cultural acepta y da por buenos dichos informes sin que figuren en el expediente ni conste la emisión por parte de los servicios técnicos de la Consellería documentos de análisis y valoración de esos informes externos", señalan fuentes de la plataforma, que muestran su sorpresa ante el hecho de que estos fueran remitidos "inmediatamente después" de la reunión que mantuvieron Altri y la Xunta con responsables de Icomos-España.

Tras la publicación de la declaración de impacto ambiental en marzo pasado, la Xunta está tramitando en la actualidad la evaluación ambiental integrada de la factoría y su declaración de utilidad pública. Altri pretende obtener más de 200 millones de euros en subvenciones públicas estatales y de la UE, aunque el Gobierno acaba de rechazar su petición para acogerse a los programas de descarbonización de los fondos Next Generation.