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Estas son las ciudades más contaminadas y las que más mejoraron la calidad del aire en 2021

Los datos reflejan algunos avances en ciudades como Valencia, que ha reducido la presencia media anual de NO2 y de partículas PM10, muy dañinas para la salud. Sin embargo, otras grandes urbes como Madrid o Barcelona no consiguen revertir la situación, aunque todavía no alcanzan datos de contaminación previos a la pandemia.

Imagen de archivo de la contaminación atmosférica en el cielo de Madrid
Imagen de archivo de la contaminación atmosférica en el cielo de Madrid. Pierre-Philippe Marcou / AFP

La pandemia produjo en 2020 una caída radical de los índices de contaminación. El descenso de la movilidad y de las actividades económicas dio un respiro a la atmósfera en términos de salud pública. El reinicio del sistema en 2021, a pesar de que la emergencia sanitaria continuó al alza, podría haber supuesto una vuelta de la polución a los niveles prepandémicos, pero los datos revelan que, en líneas generales, se ha contenido un posible incremento desmesurado de las inmisiones. Tanto es así que los niveles de dióxidos de nitrógeno (NO2) se han mantenido equilibradas respecto al año anterior en los 19 microgramos por metro cúbico (µg/m3) y las de las partículas PM 10, unas de las más nocivas para la salud de las personas, han estado también en niveles similares a 2020, oscilando entre los 18 y 20 µg/m3, tal y como indica un nuevo informe del Observatorio de la Sostenibilidad (OS).

Antes de la pandemia los datos de contaminación media en el Estado español estaban en los 27,2 µg/m3, por lo que se ha conseguido mantener la polución por debajo de la normalidad. Sin embargo, no todas las ciudades del país han conseguido recuperar su actividad económica y social en 2021 y contener las emisiones al mismo tiempo. El estudio planteado por el OS señala algunas ciudades como Madrid, Málaga, Zaragoza o Barcelona por sus elevados niveles de NO2. La capital es la ciudad con más de 250.000 habitantes que mayor índice de contaminación, con 29,2 µg/m3, lo que hace que lleve doce años consecutivos rebasando los límites legales de contaminación marcados por la UE, tal y como ya adelantaba la Comisión de Movilidad Sostenible de Ecologistas en Acción a principios del mes de enero.

Si contempla únicamente los niveles de contaminación de cada ciudad, sin atender a las dimensiones poblacionales de cada urbe, los datos dejan a la capital, sin embargo, en cuarta posición. Según las estadísticas elaboradas por el OS, Leganés sería la ciudad con peores registros de 2021, con 32,4 µg/m3 de NO2 de media durante todo el año. El valor límite anual aconsejado por la Organización Mundial para la Salud se sitúa en los 10 µg/m3. A esta ciudad le sigue Mollet del Vallés, de 51.000 habitantes, que registró una media anual de 30,6 µg/m3; Coslada, con 29,6 µg/m3; la ya mencionada capital de España, con 29,2 µg/m3; Terrassa, con 28 µg/m3; Getafe, con 28 µg/m3; Granollers, con 26,6 µg/m3; Granada, con 26,2 µg/m3; Alcalá de Henares, con 24, 5 µg/m3; y Barcelona, con 23,9 µg/m3. 

A este ranking, se debe agregar los malos valores de grandes urbes como Zaragoza, que registro una media de 21,0 µg/m3 en 2021; Málaga, que tuvo 19,2 µg/m3; o Bilbao con 20,1 µg/m3 de NO2. 

Más allá del ranking y de los posibles incumplimientos de los límites aconsejados por la OMS, hubo ciudades que consiguieron seguir rebajando sus datos de NO2 respecto a 2020 a pesar de haber reanudado la movilidad y la actividad económica. Valencia consiguió rebajar un 15% sus índices de NO2 en 2021 y Málaga, aunque todavía se encuentra entre las granes ciudades más contaminantes, rebajo sus registros en un 6%. Sevilla, por su parte fue la tercera gran ciudad en hacer caer sus datos, con un recorte del 1%, al igual que Barcelona, situada en el cuarto puesto del ranking. Madrid, sin embargo, elevó la presencia de NO2 un 7%, en parte debido a la vuelta del tráfico rodado a la capital, y Zaragoza le sigue como la segunda gran ciudad que más creció sus emisiones, con una subida del 2%. 

En cuanto a las ciudades de menos de 500.000 habitantes, destaca el caso de Murcia, que ha rebajado sus datos de NO2 en un 38% respecto a 2020. Le siguen Alicante, con un descenso del 11% y Palma de Mallorca con un 7%.

En cuanto a los datos relacionados con las partículas en suspensión de tipo PM10, de las grandes ciudades de España sólo Valencia consiguió reducir su presencia en el entorno urbano, con una caída del 27% respecto a 2020. Este tipo de partículas están relacionadas con la quema agrícola o con actividades como la construcción, aunque también con con el desgaste de neumáticos y frenos de los vehículos. Zaragoza fue la urbe donde más crecieron las emisiones, un 57% más que en el primer año de pandemia. Le siguen Madrid, con una subida del 11%; Málaga, con un 9% más; Sevilla, con un 7%; y Barcelona, que experimentó un incremento del 4%.

En líneas generales, no en vano, se consiguió reducir la presencia de estas partículas respecto a 2020. Tanto es así que la media anual de todo el Estado español en el primer año de pandemia estaba en los 20,09 µg/m3 y en 2021 se ha mantenido en los 18,57 µg/m3. El valor límite aconsejado por la OMS está en los 20 microgramos por metro cúbico, por lo que paradójicamente en el segundo año de pandemia, a diferencia del primero, sí se ha conseguido mantener los niveles por debajo de remarcado por las autoridades sanitarias. 


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